Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 20 de noviembre de 2008

Sí soy así


Travis Fimmel = Lestat
La canción de este texto se llama "Sí soy así" de Gardel


Sí Soy Así


-Si soy así, ¿qué voy a hacer?-me columpiaba bajo la lluvia agarrado a una farola, la única luz que había en aquel callejón de Buenos Aires.-Nací buen mozo y embalao para querer.-me aparté quitándome la chaqueta negra que llevaba a juego con mis pantalones de pinza, tan oscuros como la propia noche.-Si soy así ¿qué voy a hacer?-danzaba colocándome de lado el sombrero de ala ancha arrojándolo al final de la calle.-Con las mujeres no me puedo contener.-mi sonrisa era la del propio diablo y mis ojos violáceos embriagarían a cualquier loco.-Por eso tengo la esperanza que algún día me toques la sinfonía de que ha muerto tu ilusión.-tomé un geranio de una de las macetas que colgaban de las ventanas bajas de una de las casas.-Si soy así ¿qué voy a hacer? Es el destino que me arrastra a serte infiel.-mi acento francés contrastaba con mi intento de parecer argentino por un momento. Mis cabellos rubios estaban atados en una coleta pero no tardaron en quedar sueltos y empapados bajo aquella incesante llovizna.

Había vuelto a ser un rebelde sin causa ni condición, estaba libre y deseaba alcanzar el éxtasis como si fuera un adolescente. Mis ojos violáceos se fundían con la oscuridad y brillaban fugazmente buscando quizás el refugio de otra farola. Argentina era mágica y decadente a la vez, tenía todo lo que uno desea y a la vez le inquieta. Solía bajar de país en país gracias al poder volar como lo hacía Marius y algún que otro inmortal.

-Donde veo unas polleras no me fijo en el color...-mis pies se movían gráciles sin pisar tierra firme en realidad.-Las viuditas, las casadas y solteras para mí todas son peras en el árbol del amor.-pronto me deshice de la corbata y la blusa blanca que se pegaba a mi torso, medio desnudo bajo la lluvia era como sentirme más libre de lo que ya era.-Y si las miro coqueteando por la calle con sus ojos tan porteños y su talle cimbreador, le acomodo el camouflage de un piropo de mi flor.-dancé moviéndome por la acera hasta recoger el sombrero, varias ventanas se iluminaron y en una de ellas descubrí una silueta de una mujer.-Si soy así ¿qué voy a hacer? Pa' mí la vida tiene forma de mujer.-coloqué la flor en mi boca comenzando a moverme hasta la ventana y ella abrió las cortinas. Una hermosa reina de la elegancia con unos labios sensuales que se mordían incitándome a desearla.-Si soy así, ¿qué voy a hacer? Es Juan Tenorio que hoy ha vuelto a renacer.-sus senos se movían levemente por su respiración algo agitada.-Por eso, nena, no sufras por este loco que no asienta más el coco y olvida tu metejón.-susurré con malicia apoyándome en aquella ventana.-Si soy así, ¿qué voy a hacer? Tengo una esponja donde el cuore hay que tener.-fui hacia ella y la atrapé entre mis brazos comenzando a besarla robando un beso apasionado que la hizo temblar.-Buenas noches señorita.-dije levantando levemente mi sombrero para desaparecer de su vista.

-Soy el nuevo Gardel Francés.-al girar la esquina doy con una tienda donde me reflejo levemente en uno de los espejos que usaban para decorar el escaparate.-Oh dios… ¿por qué me diste este atractivo de Adonis?-susurro lazándome besos para después echar a reír mientras dejo atrás Argentina mientras levito para volver a San Francisco.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt