Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 14 de febrero de 2009

Dark City - Revoluciones Internas (Capítulo 4 parte Ia V)


QUIERO EL NUEVO CD DE BUCK TICK! LO QUIERO

He tomado el nombre de Atsushi porque me gusta, simplemente, pero seguramente lo cambiaré si lo publico en papel.


-Atsushi.-me dijo sacándome de mis pensamientos, había entrado en mi despacho y colocado detrás de la silla. Me abrazaba, acariciaba mi pecho y besaba mi frente.-Atsushi.-murmuró de nuevo intentando sacarme del trance.-¿Qué sucede? Llevas semanas alejándote de todos, intentas centrarte demasiado en tu carrera y pareces que huyes.-aquello era cierto, pero no tenía ninguna excusa para ello.

-He estado inmerso en mis problemas y en los de otros.-respondí apartando sus manos de mí, siempre tan suaves y cálidas.

-¿De otros?-preguntó alzando una ceja.-¿Dejas a tu familia para ayudar a otros? Atsu, eso te va a agotar.-las puso sobre mi rostro al girar el sillón y sonrió de forma afable, como sonríen las esposas que quieren complacer a su marido sobre cualquier motivo.

-El hijo de un viejo amigo de la familia tiene leucemia, aunque nos llevamos mal hice una promesa a su padre. ¿Recuerdas al señor Najo? La familia que hacía negocios en el sur del país con mi padre. Amigos de la familia desde hacía casi doscientos años.-sí, así era, tan antiguos los lazos de amistad que se remontaban a épocas muy remotas.

-Sí.-respondió tras deliberar un poco.-Su hijo es Phoenix, el periodicucho.-hizo un inciso y me miró abriendo los ojos.-Atsu.-parecía regañarme.-Después de haberte intentado hundir, de humillarte en su columna y mil cosas más que sabrá Dios suelta por su boca ¿cómo puedes ayudarle?-estaba fuera de sí, pero lo entendía perfectamente a decir verdad.

-Precisamente porque su padre me lo pidió.-me tomó de mis manos en lazándolas entre las suyas y luego me miró comprensiva, aunque algo alterada.

-Entiendo, pero ahora hay muchas técnicas para que el joven Nanjo se cure.-respondió sonriendo levemente y entonces recordé porqué la tomé por esposa, esos gestos eran de mi madre y cuando estábamos bien su cariño me reconfortaba. Creo que eso fue precisamente lo que me hizo enamorarme de ella como un infeliz, también lo que salvaba nuestro matrimonio una y otra vez.

-Lo sé, pero él que no quiere curarse. Es demasiado tozudo.-respondí suspirando con amargura.

-Te dejas la piel en una pequeña alimaña que llevó a la tumba a su padre, te llevará a ti si te preocupas. Ese maldito amanerado tiene suerte de que quieras ayudarle, de que no mires su sexualidad y te agotes por ayudarle.-besó mi frente y se levantó.

-Clarissa, su sexualidad no me importa ni ahora ni nunca. Lo vi crecer, tiene tan sólo seis años más que nuestro hijo, es apenas un niño.-me levanté del asiento y me desabroché la corbata.-Voy a darme una ducha.-ella tan sólo se quedó mirándome fijamente.

-Atsu.-murmuró parándose frente a mí, tomándome de las manos y mirándome fijamente como si intentara buscar respuestas.-¿Es eso lo único que sucede?-cuestionó con un tono suave, su voz me recordó a la dulce jovencita que conocí estudiando en aquella facultad de económicas.

-Sí, es lo único que me preocupa y lo único que sucede.-no sé cuando empecé a mentirla, creo que desde el primer día en el cual nos conocimos. Jamás me gustó ostentar de mi poder, de mi dinero y mucho menos le confesé mi pasado. La convertí en mi pareja aún siendo un extraño para ella, y todavía lo soy. Por lo tanto podía seguir con la máscara de hombre imperturbable, perfecto, triunfador y sobrio. Ella me transformó, sus críticas o las de sus amigas me afectaban y algunos pueden decir que era falta de carácter pero cuando uno está enamorado comete muchas locuras.

-De acuerdo, ve a darte esa ducha.-puso sus manos en mi cara con su rostro sombrío por las dudas, quizás por la preocupación. Besé sus labios suavemente en gesto de gratitud y me marché hacia la puerta.-Hoy seremos nosotros dos, sólo nosotros dos en la cena y en ella me puedes contar cómo vas con la campaña. Atsushi, me puedes contar lo que quieras, quizás eso te alivie.-asentí y me dirigí por aquel largo pasillo hasta las escaleras del segundo piso, subí hacia el baño que tenía nuestra habitación y me sumergí en las aguas.

Allí, tumbado prácticamente en el fondo de la tina, comencé a pensar en lo que había sucedido en mi vida en los últimos días o semanas. Todo iba acelerado, a marchas forzosas, y no podía dejarla ahora, aún no. Pronto serían las elecciones, en unos tres meses y tendría que ocultar todo un poco más. También, como no, las fiestas de Navidad y ese maldito baile que ella quería dar en honor a nuestro aniversario. Siempre igual, pero esta vez más pomposo.

Los días siguientes fueron aún peor. La cena de esa noche un suplicio y yo únicamente pensaba en aquella casa perdida en las pedanías cercanas a la gran ciudad. Hablé con varios ingenieros, empresas de decoración y jardinería. Todo debía de estar a punto para aquel gran regalo, así fue. Sin embargo, durante una semana me tuve que alejar de mi familia y de él, de todo lo que iba en las dos caras de la moneda.

Me hicieron una llamada desde Okaido, allí había fallecido la mujer de mi hermano victima de ella misma. Se había suicidado en el mismo lugar donde conoció a Hero. Ella ya no tenía padres, sus hermanos no se podían quedar con el pequeño que ya había nacido y claramente mi hermano me puso en su testamento para que administrara los bienes del pequeño. No sabían que hacer con el bebé, con Jun, y yo tomé un vuelo para hacerme con su custodia.

Cuando llegué estaba en la casa de Yume, hermana de mi cuñada, descansando en la misma cuna que su propio hijo algo mayor. No dudó en increparme por no haber asistido a los funerales de ambos, pero yo prefería imaginar que aún estaban vivos, no quería esa imagen en mi mente y al explicárselo entendió.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece bien q dejes las cosas en claro
por otro lado me ha fascinado tu blog y quisiera preguntarte si me cedes el permiso de poner el enlaze en mi blog
espero tu respuesta...
[yess]

†۩† ЯєηāčієηÐø Ðε ЦŁ┼я∆тنMßā †۩† dijo...

se encuentra al terminar el escrito aqui te muestro:

"Tu cariño quedo en el olvido
Tu sádica amistad sabe a traición "
22 re-encuentros ilegitimos ***
Encuentra más haciendo click en [♥ [Pixie_Poison] ♥]
ahi esta al terminar de leer lo encuentras...
gracias!! por aceptar la peticion

Anónimo dijo...

te concedo desde mi blog el premio blog de oro que lo disfrutes lesti

Anónimo dijo...

te concedo desde mi bunker el premio blog de oro por que te lo mereces y espero que lo disfrutes

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt