Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 6 de mayo de 2009

Dark City - Memento Carpe Diem - Capítulo 5 (parte XXXIV)


Pertenece a la última promoción de Memento Mori, CD de Buck Tick a la venta desde primeros de año. La conseguí gracias a Tigrepal, pero la edité en color y palabras...todo.


-No es el mío, es el de la habitación que tengo de huéspedes. Es el que usa tu hermano.-comenté recostado en la cama.

-¡Papá! ¡En el disco duro hay unas fotos extrañas!.-arqueé una ceja y salí para ver que ocurría.

-¿Qué?-dije abrochando la bata.

-Nada hay chicos desnudos...y esto.-indicó la pantalla donde había varias fotografías de porno gay, además de dibujos de animes de la misma temática.

-Eso no es mío, te lo aseguro.-intentaba que quitara eso de mi vista, pero me lo impedía. Parecía divertirse de mí, de mi estado de nervios que una situación tan engorrosa conlleva.

-Pervertido.-murmuró arqueando las cejas mientras las movía.

-¡Falso! ¡Phoenix!-grité para que viniera.-¡Voy a matar a tu hermano!-creo que si hubiera podido escupir fuego lo hubiera hecho, estaba muy molesto.

Él se levantó únicamente con los boxer y una franela larga que llegaba hasta sus muslos. Su cuerpo se dejaba entrever tras aquella ropa tan sutil y de algodón. Mi hijo se quedó observándolo un instante y yo quedé entre ellos, era mi hijo pero aún así no iba a permitir que lo devorara con la mirada.

-Eso no es porno.-comentó apartándonos a ambos.-Son imágenes y posturas sexuales, es el Kamasutra gay.-murmuró y luego echó a reír a carcajadas.-Sabía que era gay.-sus carcajadas se hicieron más audibles, sin embargo paró de reír para colgarse de mi cuello. Sus ojos se clavaron en los míos, sonrió con dulzura y luego con picardía.-Si quieres luego las probamos.-dijo próximo a mi oído, cosa que me puso nervioso y mi hijo nos miraba con cierta curiosidad. Quizás porque jamás me había visto de ese modo con su madre, tal vez porque nunca pensó que pudiera estar con un hombre. Sin embargo, no era una situación incómoda para ninguno y se notaba en la expresión de nuestros rostros.

-Me da igual.-dije molesto.-Este ordenador se lo presto si no lo llena de por...-entonces aquel colgante del delfín. Era un colgante que llevaba colgado el hermano de Phoenix de su cuello. Un delfín parecido a los que regalaba Uta. Siempre regalaba ese tipo de colgantes a sus amigos, desde que lo conocía.-Que ni se acerque a Uta.-

-Uta...Uta... ¿tu amigo de Japón?-interrogó Hizaki algo inseguro.

-Sí, me da que todo es cosa de Uta.-no tenía pruebas, pero sí una corazonada.

-¿De Uta-kun?.-preguntó y arqueó una ceja, se formó un silencio y dio una patada al suelo.-El se puso a bajar esas cosas la noche que se quedo aquí y que mi hermano durmió en el otro cuarto.-dijo todo convencido.-¡Ja! ¿ves? y tú dices que son mis amigos los pervertido.-comentó pestañeando de forma coqueta…pervertidos no, los maestros de la perversión y él de hacerse el inocente.-Anda no veas esas cosas, para eso lo mejor es la practica.-concluyó con aquel consejo mirando de forma directa a mi hijo, para luego salir de la habitación.

El gato dormía en la cama con la tripa hinchada, seguramente acababa de comer y no podía verse más satisfecho. Hizaki solo reía a carcajadas.

-No fue Uta.-dije claro.-Uta ronda a tu hermano o tu hermano a Uta.-respondí desde el marco de la puerta.

-¿Pero no soy mayorcitos para andar con críos?-intervino Hizaki con una sonrisa de oreja a oreja, se divertía sin duda con aquella circunstancia.

-¿Me ves mayor?-interrogué

-Con tres hijos y un sobrino adoptado, sí.-admitió.

-¿Quieres morir?-pregunté aproximándome hacia él y empezó a carcajearse mientras se doblaba en la silla.

-Papá, era broma. Además ya sabes que me gustan maduritos ¿y qué tal es el Uta ese?-

Antes que empezáramos a reñir por su poco tacto, además de descaro, regresó Phoenix a la habitación con un trozo de chocolate.

-¡Chocolate!-dijo sin dar las gracias tirándose al plato. Sus expresiones a veces me recordaban a las de un niño, por eso jamás podía tratarlo como un joven. Le dio un buen mordisco y lo saboreó.-Está bueno.-comentó engullendo el siguiente trozo.

-Está aprendiendo a cocinar.-dije mientras observaba el pastel.-Es lo primero que hace comestible.-Ambos empezamos a carcajearnos.

-Ya te vale.-murmuró mi pareja y yo paré de reír para tomarle de la cintura.

-Es bueno que aprendas, debes tomarte las bromas con un poco más de calma.-besé su frente y él sonrió complacido con aquellas palabras.

-Te espero en el cuarto, no tardes.-dijo antes de salir de la habitación.

Hizaki se volvió hacia el ordenador y comenzó a chatear. No me agradaba que tuviera amigos online, era algo que no podía controlar y que quizás podían dañarle por juego o por intentar hundirme.

-No te fíes de nadie de ahí, no se puede saber quién diablos es.-asintió a mis palabras, pero continuó conversando.

Suspiré de forma profunda, no podía obligarle a que apagara el pc porque a penas lo veía y no quería ser desagradable con él. Le dejé hacer lo que quería aquella noche, también lo hice con mi pareja. Al regresar inició su habitual chantaje.

Atsu.-ese tono meloso era demasiado evidente.-Astaroth debe tener frío.-murmuró.-Pobrecilla.-añadió como si fuera habitual tener frío en plena primavera, las temperaturas habían aumentado y simplemente esta noche era algo más fría porque estaba por llover, al menos así parecía, por el encapotamiento de nubes durante toda la tarde.

-No.-dije mirándolo fijamente.-No va a entrar ¿entiendes? Además no puede tener frío en la caseta, es enorme y tiene ropa de abrigo para pasar la noche.-lo tomé por la cintura pegándome bien a él.

-Claro que sí.-seguía con esa maldita estratagema de hacerme sufrir con su maldita mirada de inocencia.-Además.-susurró.-los de meteorólogos dicen que habrá tormenta.-su voz parecía compungida y llena de matices de dolor.-Sabes que tiene miedo truenos.-se aferró bien a mis ropas cerrando sus puños.-Sólo esta vez.-pestañeó varias veces deslizando entonces una de sus manos por mi pecho, para luego tocarme el rostro con suavidad y ternura.-Por fa.-se colocó de puntillas rodeándome el cuello con sus brazos, posó suavemente sus labios sobre los míos y me besó.-Duerme en la sala y en el piso.-seguiría con ello hasta que diera mi brazo a torcer, era perseverante, y yo únicamente me mantenía en sepulcral silencio.-Por fa…

-Actúas como ese maldito gif de messenger que te gusta usar.-comenté acariciando mejor su cuerpo.-El gato.-salí y lo encontré en la puerta maullando.-Ven aquí.-maulló y fui hacia él tomándolo en brazos para ir hacia la habitación donde se hospedaba mi hijo. Fue una gran excusa para no ceder.-Hizaki cuídalo.-miró al gato y sonrió.

-Sí, pero es que dormía-susurró.-lo dejé en la cama y fui para tomarle una foto, no sé como se despertó y luego no estaba.-aún era un gato pequeño, se notaba en sus gestos infantiles y mi hijo adoraba tanto a los animales como yo.-Mamá no me deja tener.-sabía que no lo dejaba por lo mismo que a mí, los pelos, pero no por otra cosa. Fue hacia la cama y se sentó con él en sus piernas para comenzar con caricias lentas sobre su pelaje. En ese instante escuché un silbido y me crispó todos los nervios. ¡Se atrevería a meterla en casa! Esa perra era un maldito tifón y temía que mi porcelana cara quedara hecha añicos. Salí tras dejarle unas indicaciones, que como no ya había hecho antes. Volví a la cama y me tumbé mirando al techo, preguntándome si realmente Hizaki me había perdonado. Phoenix mientras subía riendo a la habitación, había logrado lo que quería y se sentía satisfecho.

-Atsu ¿qué te pasa?-dijo apoyado en el marco de la puerta, se tumbó junto a mí y me abrazó.-Deberías estar feliz porque él está aquí, te ha perdonado y ha entendido.-besó mi frente y luego la punta de mi nariz.-¿No estás feliz?-realmente no sabía cómo determinar para mí qué era la felicidad, habían cosas que me la otorgaban y otras que me hacían estallar.

-Medito lo que hemos conversado.-comenté.-Mi hijo pequeño ahora piensa que soy un ogro y él está intentando hacerle ver.-suspiré agotado, cansado de la situación que se había engendrado en el seno de lo que fue mi guarida y en esos instantes era un campo de minas contra mi persona.-Clarissa me las pagará todas juntas.-musité y me incorporé un instante pasando mis manos por mi rostro para relajarme. Sin embargo, una de sus manos atrapó una de las mías y las llevó a su rostro.

-Tus hijos te quieren y ella es una desgraciada sin vida.-declaró sin importarle que Hizaki escuchara todo o pudiera hacerlo desde su habitación.-Está despechada y eso le basta para intentar hundirte, ya no socialmente sino incluso personalmente.-él sabía muy bien hacer ese juego que ella desempeñaba.-¿No le basta y sobra de estar con el desgraciado ese? Olvídate de ella y haz que tus hijos estén orgullosos de ti.-“ese” era Lexter y no, no le bastaba.-Ve mañana a trabajar y yo iré con Hizaki a comprar, de tiendas estará bien.

-Eso haré.-dije serio.-Pero entiéndeme es doloroso que le cambien el cerebro a tu hijo por otro, que le hagan lo que me hicieron a mí y quizás le quiten toda su personalidad. La personalidad que logré que tuviera siendo él, que fuera un buen estudiante... Hizaki tiene la suya, lo has visto.-aunque en realidad era prácticamente idéntico a mí, parecía que era la copia del joven que fui pero él odiaba a su madre. Yo jamás perdoné a mi padre, tampoco lo hago ahora, y eso no lo deseaba con Clarissa. Aunque no fue buena nuestra separación no podía desearle nada malo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya manera de escribir, me encanta tu manera de expresarte, es fascinante hacia mucho no leía a alguien asi ''Tu escrito ùnico y exquisito'' eres muy sincero te felicito!! te cuidas mil y hecha pa lante xD

Anónimo dijo...

Sí de acuerdo contigo, la soledad puede ser el reencuentro hacia nosotros mismo, porque cuando se convive con la soledad nos convertimos en nuestros propios aliados... Una vez una consejera nos dijo ''Aprendan a vivir solos, porque la soledad es dura y todos nosotros en algùn momento la atravesamos'' yo la mire, y dentro de mi me decia; ¿Porque tiene que ser duro? es nuestra fuente de redescubrimiento...ya yo convivi con mi propia alma por buen tiempo!!no es tan malo como parece xD Anyway todos sufrimos, lloramos y reimos y la soledad es parte de la vida.

No sé si puse esto en buena sesión de tus bloggers, me perdi jajaja y este se me hizo más familiar. Te agradezco a ti igual por visitar mi blogg

Katharma dijo...

[i]Me siento estupefacta ante la obra que se muestra ante mis ojos. No creí jamás encontrar nadie así, y ante ello os pido humildemente que me acepteis como aprendiz. Aún me queda mucho por aprender pero os he seguido largo y tendido por el camino y deseo ser, frente a la imposibilidad de ser presa, vuestra más ferviente alumna.
Espero saber de vos, de modo que si aceptais os mandaré un modo a través del cual contactar conmigo.




Claudia, Ofelia....Sophie..[/i]

Katharma dijo...

[i]Me siento anonadada ante tal obra que emerge de la pantalla de mi ordenador. Os he leído si cabe decir por entero, aunque es algo que quizás debería decir al conoceros mejor. Quisiera pediros ser vuestra más humilde aprendiz, frente a la imposibilidad de ser vuestra presa. Os habeis convertido en algo que deso ver y leer...pero que hoy por hoy parece inconcedible.
No se si el anterior comentario os llegó ya que no me llevo muy bien con las nuevas tecnologías.
Atte:
Claudia, Ofelia....Sophie


PD: si gustais de saber de mi, por favor hacedmelo saber para poder ponerme en contacto con vos.[/i]

Katharma dijo...

Vaya, ni salió en cursiva ni esperaba que ambas hubiesen llegado. Me siento sumamente estúpida...´
Aún a pesar de vuestras palabras, os dejo aqui un medio de contacto conmigo, espero que lo tengais en cuenta y acepteis.
Esperare ansiosa..
Ofelia, Claudia....Sophie



claudiafromtheshadows@hotmail.com

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt