Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 3 de febrero de 2010

Dark City - Capitulo 12+1 - Dolor, sólo dolor (VI)


Aceptó mi petición de descanso. Aunque reconozco que no pude dormir en toda la noche. Pasé las horas en blanco acariciando su cuerpo en plena penumbra. Estaba relajado, todo había pasado, sin embargo sabía que existía la calma en la tormenta antes de comenzar otra aún más brutal. Phoenix era mi refugio, el madero a la deriva en un mar revuelto y yo un naufrago que se aferraba a él con necesidad. Siempre fui un hombre fuerte, pero sabía que mi hijo a pensar de las apariencias era un niño. No sabía cuanto le afectaría todo aquello hasta pasados unos días.

Los siguientes días fueron declaraciones a la policía, la prensa escrita y audiovisual destrozando como buitres a mi familia. Hablaban de lo que no sabían y hasta que habló la policía con seriedad no dejaron de pedir justicia. ¿Qué justicia? Mi hijo no disparó, mi hijo veía una obra en el teatro junto a su pareja. Nadie pidió disculpas por juzgarnos, tampoco se condenó a Jim demasiado por sus declaraciones.

Intentaron hundirnos y quien cayó en picado fue Olivier. Mi hijo se desesperaba y lloraba al teléfono confesándome que su pareja parecía devastado. Él no podía decirle que todo iba bien cuando fuera pedían sus cabezas. Al final la familia de Olivier lo sacaron de sus brazos y lo alejaron de él. Mi hijo se vio solo de nuevo en aquel apartamento, solo con el pequeño que era la única compañía que realmente tendría pasara lo que pasara.

Clarissa se volvió más maternal. Sabía que cada día se ponía en contacto con él y que intentaba hacerle sentir que ella estaba ahí. Hero simplemente sintió como las críticas le llovían con odio sobre su piel. Habían cesado los golpes, pero no el vacío, sin embargo nada más salir las noticias lo machacaban.

Mi ex y yo fuimos a pedir explicaciones, pero tan sólo se nos dijo que los niños son niños y que mi hijo fomentaba todo aquello. Era falso, lo sabía, pero ya era odiado por todo el mundo por culpa de las mentiras de Jim Wook. Cada vez lo detestaba más, porque no sólo Hizaki estaba sufriendo. Notaba como Clarissa se veía impotente y como Hero iba por libre. Hero quería ser fuerte, mantenerse firme, pero sus ojos clamaban ayuda y calor familiar.

Tomé la decisión de reunir a la prensa en mi hogar. Tan sólo a una de las revistas más serias. Era de política y actualidad mundial, no de corazón. Pedí que fueran discretos y que respondería a las preguntas que yo calificara como correctas. Estábamos a las puertas de la Navidad, había pasado un mes de todo aquello y seguía el revuelo.

Era uno de diciembre, pero ya en toda la ciudad se respiraba ese aire navideño tan característico del consumismo. Como buenos consumistas deseaban saber dónde y cuando pasarían los días festivos los famosos de la ciudad, incluido sus políticos. Yo me estaba prestando a ello, lo estaba haciendo por segunda vez.

Un año atrás lo había hecho con la que era mi mujer, en una fecha similar. Aún recordaba las preguntas impertinentes de la periodista, las fotografías y mi sonrisa estúpida. Minutos atrás había estado con Phoenix, llevaba una chaqueta de cuero que él me había regalado y aparentaba una imagen mucho más actual.

Pero ambas ocasiones fueron distintas y por distintos motivos. Eran diferencias fundamentales y que hacían esta entrevista algo transcendental a la par que necesaria. En esos instantes era yo quien había aceptado una entrevista, yo quien había organizado todo y yo quien rogaba a Phoenix que arreglara al pequeño para que saliéramos como una familia perfecta.

María vino antes de su hora y me ayudó a limpiar la casa a fondo, inclusive le pedí que ayudara con el jardín al joven que en algunas ocasiones venía a cortar el césped. Entre los cuatro conseguimos dejar la casa perfecta y acogedora. Encendí la chimenea para darle un toque más hogareño.

Al pequeño le colocamos ropa de diseño que le había regalado Olivier. Phoenix llevaba ropa de la tienda de Jasmine, aunque era un estilo rock algo más serio que la ropa usual que solía diseñar y adquirir nuestro amigo. Yo llevaba unos jeans de firma algo desgastados y bastante amplios junto a un jersey de cuello alto negro, todo era regalo de mi pareja.

Para la entrevista hicimos pequeños canapés con mucho sabor oriental y decorados de igual modo. Puse en la nevera sake que tenía para las ocasiones especiales y unos bombones almendrados. Aquello estaba guardado para servirlo en la mesa del salón, no en el comedor.

-¿Crees que preguntaran por todo?-interrogó Phoenix.-Por lo de Hizaki.-dijo algo nervioso.-¿Crees?

-No lo dudo.-respondí sentándome en el sofá con el pequeño en brazos.-Es su plato estrella, prepárate para que metan los dedos en la yaga e intenten saber incluso cuando vamos al baño.-dije alzando al pequeño y este sonrió.-El único que se divertirá será él al ver tanta atención y tanto flash.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt