Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 16 de febrero de 2010

Dark City - capitulo 14 - La vida ya no es igual III


-Seguro que desea que ese imbécil de su cuñado salga a la calle, tan imbécil como él y como toda su familia.-eso me hizo fruncir el ceño.-Además de homosexual, pero dudo que quiera que le lavemos el cerebro para cambiar de opinión ya que el señor Sakurai es el mayor marica de la ciudad.

-Yo seré un marica y un imbécil, pero usted es poco profesional.-dije con una sonrisa bastante peligrosa.-Me llevo a mi cuñado el imbécil y retiro los fondos de su fundación, la próxima vez aprenda a ser más respetuoso.

-¡Sofia! ¡¿Por qué no dijiste que estaba presente?!-escuché como comenzaba a gritar y luego sus pasos por el pasillo, se apresuró con rapidez a verme cara a cara.-Disculpe el malentendido.

-No tiene que disculparse por decir lo que piensa, aunque me gusta más cuando se hace cara a cara y no se oculta nada.-acomodé la solapa de su bata y sonreí clavando mis ojos en los suyos.-Me llevo a mi cuñado.-murmuré apartándome.-Ahora.

-Por favor le ruego que me disculpe.-casi se arrodillaba ante mí, cosa que me gustaba porque así veía lo rastrero que podía ser uno por unos cuantos millones.

-No, discúlpeme a mí por pensar que era eficiente y no un capullo arrogante con demasiada gomina.

-No puede retirar la subvención, si la retira el centro se hundirá.-dijo agarrándome del brazo y yo me zafé con cierto asco.

-Lo lamento, pero no me relaciono con indeseables.-respondí.-Traigan a Seth o llamo a mis contactos en la policía.-él asintió e hizo un gesto a la joven.

Minutos después estaba Seth frente a mí y yo lo observé fijamente. Me di cuenta que sus ojos estaban apagados y su aspecto era en general algo demacrado. El cumpleaños de Phoenix estaba próximo y eso me daría unos días para mejorar su aspecto.

-¿Por qué me han hecho empaquetar todo?-preguntó rascándose el brazo.

-Porque nos vamos-dije mirándolo a los ojos.

-¿Es una broma?

-No.-le tomé las maletas que estaban a sus pies y eché a caminar hacia el pasillo de salida.-¡Seth vamos!

Él me siguió sin saber bien porqué lo sacaba de allí. Nada más bajar los primeros escalones me giré para ver si me seguía, lo vi pegado prácticamente a mí y sonreí. Me giré e hice un gesto despectivo con mi mano, lo que se conoce como corte de mangas, para el señor director y compañía.

Metí todo en el maletero y le abrí la puerta del copiloto para que se subiera. No decía nada, permanecía en silencio con aquellos ojos confusos. Tenía los ojos algo hundidos, parecía consumido y bastante delgado. Conecté la radio en una emisora que únicamente servían rock y sus derivados.

-¿Por qué nos vamos? ¿Me dieron el alta?-preguntó mirando hacia la nada y luego giró su rostro hacia mí.-¿Ya estoy curado?

Mi instinto paternal me hizo tomarlo del rostro para mirarlo fijamente. Me había equivocado, ese lugar no era bueno ni siquiera para las ratas.

-Sí, Seth.-dije apartando mis manos para luego abrocharle el cinturón.

La radio dio paso a un nuevo tema en la lista de la tarde, era de banda Nickelbak y se llamaba Savin'me. Parecía la indicada para ese momento, tanto que incluso sentí escalofríos.

-¿Iremos a casa?-interrogó.-Quiero ir con mi hermano.

-Dentro de unos días estarás en casa pero hay que preparar cosas, para su cumpleaños.-arranqué el vehículo y sonreí.-Verás quiero que mejores tu aspecto, que comas algo caliente estos días y he pensado que tal vez Jasmine pueda cuidarte un par de días.

-¿Por qué no vamos ya?-dijo rascándose el brazo.-Quiero ir con Phoenix.

-¿Quieres ser su regalo de cumpleaños? Su mejor regalo es tu presencia.-conducía pensando en que teníamos tiempo.-Antes de llevarte donde Jasmine vamos a comprarte algo de ropa que no parezca de presidio, también te voy a llevar tomar algo de merienda y pararemos para que puedas comprar lo que quieras.

-¿Por qué eres así conmigo?-susurró confuso.-Tu me odias.

-No te odio.-dije serio siguiendo un atajo, pues el tráfico estaba imposible.-¿Quieres elegir tú el pastel para Phoenix?

-De acuerdo.-dijo dirigiendo su mirada hacia los edificios que iban pasando uno tras otro, junto a los árboles y todo lo que es el paisaje en realidad.

Cuando aparqué frente a un centro comercial le compré varios pantalones de los que solía usar, también sudaderas, un abrigo, un gorro de lana y un par de camisetas. Después lo llevé a un restaurante de comida rápida y le hice comer el menú grande. Mientras se alimentaba llamé a Jasmine para que me echara un cable, no se negó a ello y es más estaba de acuerdo que sería una buena sorpresa. Tendríamos que adelantar el cumpleaños un día, pero al menos valdría la pena.

Salimos del centro comercial casi a la hora justa, si bien pudimos hacer el encargo en la pastelería con los sabores que Seth pidió. Él parecía inmerso en su mundo, tanto que sentí escalofríos. Finalmente no pidió nada, más bien pensaba que todo aquello era demasiado extraño. No tuvo que decírmelo, ya que podía leerlo en su mirada.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt