Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 23 de febrero de 2010

Dark City - capitulo 14 - La vida ya no es igual IX


-Se hará pingüino ahí fuera.-comentó Paulo sonriendo levemente mientras lo veía de un lado a otro como si fuera un animalillo enjaulado.-No sé si Phoenix desee estar junto a mí en su cumpleaños.-dijo mirándome fijamente a los ojos.-A penas le conozco, prácticamente de vista y nada más. No hemos hablado más de una hora y me cuelo en su fiesta.

-Admira tus libros.-comenté.-Siempre está releyendo lo que escribes y suele comentar que tienes mucho talento.

-Sí, Jasmine hace lo mismo.-intervino Kamijo acariciando las mejillas de Jun.-A veces te envidio, lo que haces llega a cientos de personas y terminan apoderándose de sus malos momentos convirtiéndolos en gratos. Uno cuando lee olvida lo que tiene a su alrededor, los problemas que posee.-murmuró sin dejar de sonreír observando al pequeño.

-Kamijo no seas modesto.-intervine.-Recuerda que hay varias casas discográficas que desearían que regresaras y dejaras de jugar en el foso del teatro.-comenté acomodándome bien en el sofá para que mi amigo me regresara el bebé.

-Yo no sé cantar, ni pintar, ni soy bueno con la fotografía.-intervino Paulo algo sonrojado por los halagos que habían hecho sobre su talento.-Sólo sé narrar historias, pero no sé vivirlas.

-¡Qué mal escritor!-exclamó Taylor.-No sabes vivir las experiencias y no tienes ego.

-No todos nos miramos únicamente nuestro ombligo y los sentimientos a veces son más complicados que exponerse a un papel.-se defendió Paulo.-Verá.-comentó quitándose las gafas para limpiarlas con su pañuelo de lino blanco.-Verá señor Swan no me conoce.-susurró levantándose para quedar frente a nosotros.-No me conoce y por lo tanto no puede decir si soy un mal escritor.-sonrió de lado colocándose las gafas.-¿Qué libros míos ha leído? Creo que alguien como usted no es afín a la literatura romántica, pero supongo que su prometido sí.

-Dudo que Lionel lea novela rosa.-replicó con cierta molestia.

-Me hizo firmarle un libro, mi último libro, y dijo ser mi mayor seguidor. Es más, creo que es parte del club de fans de lectura de la ciudad y un acérrimo defensor de mis novelas.-sonrió abiertamente al ver la sombra de la duda.-Lo sabía, alguien tan paupérrimo en sus sentimientos y con una forma tan tosca, e inútil por cierto, de llamar la atención es capaz de desconocer cosas tan importantes en su pareja.

-Lionel no me ocultaría algo así, sé que ama la lectura pero jamás pensé...-murmuró.-No entiendo como sus gustos se han estropeado tanto.

-Se casará contigo Taylor, se casará contigo.-susurró con cierta malicia Kamijo.-Ya tiene el gusto torcido en el mismo instante que posó sus hermosos ojos azules en ti.

-¡Cállate o te sacaré los tuyos Kamijo!-gritó molesto.

-¿Qué? ¿Hay cosas que no dicen tus informadores y que sabemos el común de los mortales?-pregunté mientras Jun jugueteaba con su peluche de la forma más feliz.-Por cierto deberías dejar que siguiera trabajando.-comenté clavando mis ojos en él.-¿A caso no quieres lucir a la persona que amas? ¿No quieres demostrar lo hermoso que puede ser y cómo seduce a la cámara? Después echas peste de mí.

-Bueno es mejor dejarle o terminará dándole un infarto a él.-murmuró Seth desde el otro lado de la cristalera.-Todos aquí sabemos que si le pasa algo mi hermano os castra, y ya no quiero oír lo que diría su pareja.

-El chico tiene razón.-comentó Paulo sonriendo y él se giró sonrojado hacia la carpa.

-Escuché un coche.-dijo Seth aproximándose de nuevo hacia el salón.

-Llegaron.-comenté levantándome con el pequeño.

-¿Ya podré ver a mi pequeña ave de fuego?-murmuró alzando una ceja.

-Mira capullo llámalo así de nuevo y te juro que el palo de la sombrilla te la me...-cuando iba encaminado para destrozarlo me agarró Paulo y Kamijo intentando controlarme. Además el pequeño se aferró bien a mi camisa temblequeando y mirándome ceñudo.

-¡Para! ¡Habíamos hecho un tratado de paz!-gritó Paulo mientras me sentaba en un sillón.

-Por favor Taylor deje usted de intentar entrometerse y burlarse de nosotros.-comentó mi buen amigo Kamijo afilando su mirada.-Ahora es padre, debería dar ejemplo.

-¿Qué? sólo dije mi ave de fuego, es un mote cariñoso de universidad.-dijo con un fingido tono de inocencia sin inmutarse.-No deberías molestarte tanto porque no veo que a Kamijo le importe que llame a Jasmine mi Yuu-kun.-los ojos de Kamijo ya no sólo llameaban sino que parecían asesinarlo.

Quedamos los cuatro frente a la entrada del salón donde entraron primero Lionel con su pequeño prácticamente adormilado, para luego hacerlo Jasmine riendo a carcajadas y por último Phoenix. Lionel fue directo a los brazos de Taylor dejando al pequeño en el suelo, Jasmine se aferró a Kamijo y Paulo simplemente sonrió al ver a mi pareja. Él parecía no comprender demasiado hasta que vio la pancarta que habíamos colocado.

-Feliz cumpleaños neko.-susurré observando como todos lo iban abrazando y felicitando, mientras Jun tan sólo atendía a los movimientos de Nicolas sin saber bien lo que significaba tanto jaleo.

-¡Mío!-gritó Jun cuando se percato de que el otro pequeño se aproximó a nosotros.

-Mi pequeña ave de fuego ¿deseas ver nuestros regalos?-interrogó con cara de no haber roto un plato, cuando había destrozado vajillas enteras. Ese hombre me hacía desear pegarle un tiro en la cabeza.

-¡Taylor!-siseó bien alto Lionel porque sabía que era simplemente para molestarme.

-Papi Wonka ese niño me mira mal.-dijo Nico mientras mi hijo le miraba con ojos de fuego prácticamente. No quería a nadie en su territorio, tenía un fuerte carácter.

-Jun.-susrré besando su sien.-Vamos a ver los regalos.-murmuré mientras él se aferraba bien a mí.-Phoenix siempre me acuerdo de tu cumpleaños, sólo que el año pasado fue imposible.

Todo ese barullo hizo que Kamijo quedara a espaldas de Taylor y pudiera reprenderlo sin que nadie más pudiera escucharlo. Nos fuimos hacia el jardín y allí pudieron verse frente a frente los dos hermanos. Phoenix se quedó sin saber que decir y comenzó a llorar aferrado a su hermano menor. Seth simplemente acariciaba sus cabellos intentando tranquilizarlo.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt