Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 27 de febrero de 2010

Dark City - capitulo 14 - La vida ya no es igual XIII


Parecía totalmente otro niño, además había dado un pequeño estirón. Aún no me acostumbraba a su nueva ropa más adulta, ni a su forma de moverse de forma firme y mucho menos a su aparente fragilidad.

-Hola.-dijo mirando a Kamijo.-¿Tú eres Kamijo?-preguntó estirando su mano.-Hero Sakurai de la Rosa... un placer.

-No seas tan formal.-dijo mi amigo apoyando sus manos sobre sus hombros.-¿Tú también te estás dejando el cabello largo como Eduart?

-Sí.-dijo para después mirar a Seth.-Hola...-después estrechó la mano de Paulo y sonrió de forma demasiado adulta.-Es un honor conocer a una persona tan importante para la cultura, es alguien muy relevante y también conocido por sus excentricidades. Sin embargo, yo le admiro a pesar de la diferencia sexual que tenemos ambos. Yo jamás podría describir el sexo con un hombre, pero aún así no deja de ser hermosa la forma en la cual lo desarrolla.

Me quedé impactado porque él pudiera tener ese léxico, además que se mostrara tan maduro. Aún le recordaba con sus camisetas de gatos y la ilusión de su mirada ante un helado. De inmediato se abrazó a mí sonriendo mientras me miraba, tal vez esperaba algo más que un simple saludo. Mis manos cayeron sobre sus mejillas y las acaricié, como acaricié sus cabellos.

-Hola.-dijo Seth próximo a nosotros. Parecía haberlo despertado de sus pensamientos, quizás porque él era más próximo a su edad.-Soy Seth

-Yo soy Hero.-comentó haciendo el símbolo de la victoria.

-Oye Sakurai.-dijo Paulo en un murmullo.-¿Tu hijo se comió un diccionario?-estallé en carcajadas al escuchar esa maldita pregunta, tenía su gracia.

-No lo sé, aún me pregunto si lo atrapó alguna nave espacial.

-Atsushi lamento decirlo, pero debo marcharme.-comentó mi sucesor y amigo mirándome con aquel rostro de no haber roto un plato en su vida. Sabía que se iba directo a casa para averiguar los movimientos de la chica. Se comportaba como un acosador en vez de ser un simple idiota enamorado.-Devuélveme la cámara cuando reveles las fotografías.-dijo antes de echar a correr prácticamente, pasando por el lado de aquellos dos que seguían discutiendo.

-Me gusta tu pelo.-dijo mi hijo mirando hacia arriba para clavar sus ojos en Seth.-Pero eres demasiado alto para ser tan palo

-¡Hero!-le regañé de inmediato.

-¿Qué? está delgado y Phoenix igual, deberían de comer más o tendrán que pasar tres veces para saber que están ahí.-después se giró hacia él de nuevo y sonrió.-Papá me dijo que dibujas.-se giró un poco y sacó su bloc de su maleta mostrándole uno de sus bocetos.-Yo también.

-¿Por qué no vais dentro con el bebé?-interrogué.-Vais, os sentáis cómodamente en la mesa que no tiene nada de bebidas y nosotros vamos ahora tras algo que tiene que contarme Kamijo.

-Vale.-tomó la mano de Seth y tiró de él.

-Con Jun.-dije tomando al pequeño para dejarlo en brazos de Seth.-No ensuciéis nada con el carboncillo.

Cuando se marcharon hacia dentro me quedé de pie frente a Kamijo esperando que me pusiera al corriente. Sabía de las nuevas tácticas de Wook para hacernos la vida imposible, pero no hasta que punto. Además deseaba averiguar si iba a tener huevos de aclararle a Jasmine sus sentimientos.

-El señor Wook nos ha demandado por tus declaraciones y las mías, yo lo hice desde la web del teatro hace unos días.-dijo cruzándose de brazos.-Cuando fue su hijo quien expuso las vidas de muchas personas. No admite que haya sido un fatal desenlace que inició su retoño, no nosotros.

-Lo sé.-respondí.-¿Te ha demandado por llevarlo al suicidio? ¿o porque no funcionaron las medidas de seguridad?

-Por todo, me hace responsable de su muerte como ya sabes.-suspiró abrazándose aún más, prácticamente encogiéndose en sí mismo.-Es horrible, simplemente horrible. Porque ahora nos acusa de injurias.

-Cabrón.-mascullé.-Casi mata a mi hijo.

-Sí, lo sé.-me abrazó aunque yo sabía que realmente él lo hacía porque necesitaba sentir un abrazo, algo cálido para olvidar por completo lo que estaba sucediendo.

-Vayamos dentro donde los chicos y dejemos que esos dos se sigan matando.-le rogué.

-Atsushi estoy seriamente preocupado.-comentó.-Destruirá mi imagen aunque no gane demasiado, mi pequeño imperio teatral se quedará en un sueño.-masculló suspirando mientras veíamos descender por las escaleras a Jasmine y Phoenix.

-¡Mira Kami!-gritó Jasmine todo emocionado con algo que llevaba en su regazo.

-¿Qué es eso?-pregunté mirando la bola de pelo castaña que llevaba Jasmine en brazos.

-Es un conejo, lo compré ayer y lo guardé en mi despacho.-dijo con una sonrisa.-He pensado que necesitaba una mascota.

-¿A qué es precioso?-preguntó nuestro amigo acariciándolo y pegándolo contra él.-Es precioso, es una hermosura y le pondré Champangne.

-Un conejo.-murmuró Kamijo intentando no gruñir.-Esa cosa roerá mis muebles.-fue lo único que comentó al respecto.-Como destroce algo se larga.

-Pero si es lindo.-dijo entrecerrando los ojos.-Lo tendré en una jaula y bien vigilado.-puso los ojos en blanco.-Y por dios no tocará tu piano, no le hará nada.

Hero estaba en un rincón algo apartado de la habitación junto a Seth. Ambos hablaban, o más bien mi hijo hablaba y mi cuñado escuchaba. Me quedé clavado observándolo y notando que cada vez más parecía un adulto, ya no era mi pequeño. Jun estaba en su pequeño parque de juegos observándolos a ambos como yo lo hacía. Entonces me percaté que Hero tenía levemente inflamado un lado de la cara. Me aparté del resto dejándolos discutir sobre el maldito conejo.

-Hero.-susurré tomándolo del mentón.-¿Qué te pasó en el rostro?-dije preocupado al ver como su mirada se enturbiaba.

-Nada.-contestó.-Me caí.

-Te han vuelto a pegar.-bufé molesto.

-No, me caí.-giró su rostro hacia Seth y continuó hablando de dibujos e intentando ver los del hermano de Phoenix. Él se sentía molesto cuando nos metíamos en su vida, quería llevarlo todo él solo y no podía. Era un niño valiente, pero ingenuo. Las cosas de ese estilo no pueden llevarse por uno mismo sin apoyos.

-No debes dejar que te peguen.-susurró Seth mirándolo a los ojos.-Te acostumbraras y será peor.-

Phoenix se había colocado a mis espaldas y bufó al escuchar aquello que decía su hermano. Tomó de los hombros a mi hijo acariciándolos, para luego acariciar su rostro.

-Seth no digas eso.-le reprendió mirándolo a los ojos, como él lo hacía. Eran de ese tipo de personas que tenían que clavar su mirada para que tú mantuvieras el reto de escucharlos sin perder la atención, sin caer en la debilidad de su mirada firme.-No quiero que vuelvas a las andadas de estarte peleando cuando vuelvas a clases.-acarició los cabellos de Hero y sonrió con cierta dulzura.-Debes acudir a las autoridades indicadas, es cierto que no debes dejarlos hacer eso...-le tomó de la mano tirando leve de él.-Ven, te echaré una pomada.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt