Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 6 de marzo de 2010

Dark City - capitulo 14 - La vida ya no es igual XIX


-Hero no es tan parecido a mí, pero tiene su toque Sakurai.-dije tomándolo de la cintura para que volviera a sentarse sobre mis piernas.-Creo que se parece mucho a mi madre a pesar que con ella no tuvo roce alguno.-confesé aquello porque mi madre era una apasionada de la pintura, al igual que él, y estaba siempre pegada a un óleo.-Le hubiera gustado conocer a sus nietos.

¿Será por eso? ¿Por eso me agradará?-preguntó con una sonrisa aunque terminó vacilando.-¿Crees que realmente le agrado? No sé si será como Clarisa, tal vez es demasiado diplomático.

-No puedo negarte que esa forma de ser de Clarissa la posee, pero también he de decirte que no le caes mal. Sabe bien que estás conmigo, aunque le gustaría tener días como antes... pero conoce bien que ya no puede ser y lo acepta. Tú como persona le agradas.

-Me alegra.-dijo al fin olvidando lo que teníamos entre manos en el salón.-¿Qué te dijo mi hermano? ¿Cómo lo ves?-preguntó algo ansioso.

-Espero que no recaiga.-dije siendo sincero.-Si lo hace seré aun más duro con él y lo sabes.-lo abracé besando su frente. No quería decirle la verdad, que realmente lo había sacado del centro sin el consentimiento del médico.

-No lo hará.-dijo con seguridad en la voz.-Yo no lo permitiré.-se reafirmó aferrándose más a mí.-Haré de él una persona de provecho, ya verás que sí.

-He pensado que podríamos hacerle un pequeño estudio... darle cosas que pueda tenerlo distraído junto a los estudios.-comenté esperando que él estuviera de acuerdo con lo que le decía.-Además podríamos hacer que Hero viniera a casa más seguido para que estuvieran juntos, creo que sería beneficioso para ambos.

-No sé si se llevaran bien, porque se diferencian cuatro años y mi hermano jamás ha sido muy sociable. En eso de hacer amigos no se parece a mí.-rió un poco pegándose bien a mi pecho, recargándose.-Es muy agradable cuando quiere.

-Hero es muy maduro para su edad.-dije tomándolo de las manos.-Últimamente parece crecer más y más rápido. Ya casi no queda nada del Hero que dejé cuando me marché de casa, es todo un adulto y pronto será un hombre al que apenas reconoceré con algo de esfuerzo.-sonreí de forma amarga y luego suspiré.-Pero así son los niños, van creciendo. Sigo pensando que ellos dos son más niños que adolescentes.

-Lo sé.-respondió mirándome a los ojos.-Pero temo que malinterprete los silencios de Seth como una grosería.-susurró acariciando mis cabellos, echándolos hacia atrás mientras jugueteaba con ellos.-Aparte Seth nunca asistió a clases de pintura ni a nada extracurricular.

-Eso lo sé.-dije tomándolo por la cintura.-Pero lo importante es que terminen ambos creciendo de forma recta, que den buenos frutos a esta vida y terminen sembrando su huella en cientos de personas. Son buenos chicos, a pesar que no sean comunes.-sonreí levantándolo y levantándome de la roca tomándolo de la mano.-Vamos dentro.-dije tirando leve de él.-Esos dos ya habrán terminado de hablar.-besé su sien y lo tomé por la cintura.

Al entrar nuestros amigos estaban acaramelados y bien abrazados. Ambos se besaban y se concedían miradas de tono algo elevado. Yo simplemente tosí bien fuerte haciéndome notar en la sala. Kamijo de inmediato me miró y sonrió con cierta caballerosidad.

-¿Partimos la tarta?-interrogué acercándome a la gran tarta que Seth había pedido.-A su gusto.-dije inclinándome levemente como si hiciera una reverencia.-Habrá que poner las velas, encenderlas y que soples.-dije comenzando a colocar las velas.-¿Por qué no vais a conversar vosotros dos mientras termino de colocar todo esto y hablo un poco con Kamijo?

-Jasmine.-sonrió Phoenix.-¿Por qué no vienes a molestar un poco a Seth?-dijo con cierta malicia en su tono de voz.-Sé que te gusta.-y a él también parecía gustarle la idea de molestar a su pobre hermano.

Ambos comenzaron a reír de forma maliciosa mientras se agarraban del brazo. Se marcharon hacia la primera planta y yo quedé colocando las velas. Kamijo se quedó en silencio jugueteando con su anillo de bodas, la boda que no era demasiado legal ya que había usado papeles falsos. Sabía que estaba deseando casarse como debía y quedaba pocos días.

-¿Y bien?-dije tomando una de las cervezas y dejando una frente a él.

-No pasará nada, lo estoy planeando mentalmente.-comentó abriendo la suya para darle un sorbo.

-Papá ¿se puede comer tarta?-entró Hero en el salón y se sentó a mi lado.-Tengo hambre.

-Ve y cómete unos bocadillos...-le señalé la bandeja y él asintió para ponerse en una bandeja un poco de todo. No me gustaba que comiera tanta porquería, pero no podía reprenderlo cada vez que lo hacía.

-¡No más!-escuché gritar allí arriba, parecía la voz de Seth y mi hijo dejó el plato corriendo hacia las escaleras.

-Seguro que Jasmine lo está torturando.-comentó Kamijo riendo bajo.

-Eso es buen síntoma.-comenté yo y ambos brindamos golpeando nuestras cervezas.

-Jasmine aún no sabe nada de mis deseos.-susurró recostándose en el sofá.-Sigue sin saberlo.

-Eres un maldito idiota.-respondí señalándolo de forma severa.-Pero ya lo sabía, nada más tuve que escuchar los comentarios que hizo respecto a la pregunta de Paulo.

-No me regañes como si fuera Hero.-murmuró.-Usualmente soy yo quien que señala.

-Últimamente no.-dije acomodándome en el sofá.-¿Cuándo lo harás? No debes esperar más o será peor.

-Necesito que lo comprenda, quiero que se de cuenta él solo.-masculló.

-Yo me he dado cuenta y creo que también Phoenix.-sonreí acariciando su cabeza como si fuera un chiquillo.-Llamas a diario para preguntar con Jun, incluso pides que te lo pasen cuando él sólo balbucea. A veces pienso que lo tratas como si fuera tuyo y que te duele devolverlo.

-Me duele devolverlo.-susurró.-Porque cuando estoy con Jun olvido quien soy y todos los problemas de mis negocios. Me centro en él, en disfrutar esos minutos y en darle el cariño que le hubiera dado a mi hijo.-recordé como una vez confesó de pasada que pudo ser padre y no lo fue, como él mismo tuvo que ver en sus manos al pequeño que murió en pleno parto prematuro.

-Elliot.-susurré recordando el nombre del pequeño.

-Sí, mi pequeño Elliot que casi tendría la edad de Hero.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt