Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 7 de marzo de 2010

Dark City - capitulo 14 - La vida ya no es igual XX


-Yo me he dado cuenta y creo que también Phoenix.-sonreí acariciando su cabeza como si fuera un chiquillo.-Llamas a diario para preguntar con Jun, incluso pides que te lo pasen cuando él sólo balbucea. A veces pienso que lo tratas como si fuera tuyo y que te duele devolverlo.

-Me duele devolverlo.-susurró.-Porque cuando estoy con Jun olvido quien soy y todos los problemas de mis negocios. Me centro en él, en disfrutar esos minutos y en darle el cariño que le hubiera dado a mi hijo.-recordé como una vez confesó de pasada que pudo ser padre y no lo fue, como él mismo tuvo que ver en sus manos al pequeño que murió en pleno parto prematuro.

-Elliot.-susurré recordando el nombre del pequeño.

-Sí, mi pequeño Elliot que casi tendría la edad de Hero.

-¿Alguna vez le hablaste de él?-pregunté mirándole fijamente.

-No, porque recordar ese suceso es demasiado doloroso.-murmuró.-Imagina ver que tu vida al fin tiene sentido, tienes a tu mujer y pronto serás padre. Compré todo para cuando él naciera, modifiqué la casa para que tuviera una habitación más amplia y luminosa.-sonrió de forma amarga y me miró a los ojos a punto de llorar.-Aún conservo un peluche, el resto lo entregué a beneficencia.-dijo con la voz quebrada.-Atsushi no fui capaz de quitar todos esos recuerdos hasta que mi mujer murió. Siempre pensamos que podría hacer frente a su enfermedad y volverlo a intentar aunque fuera por medio de la adopción.-se recostó un poco en el sofá y dejó que su cabeza se echara hacia atrás.-Esos años fueron oscuros, dejé de cantar porque no había nada agradable que expresar y el piano era mi única guarida.

-Por eso amas tanto a ese dichoso piano.-comenté y él giró su rostro hacia mí con una sonrisa dulce.-Pero nada de esto lo sabe Jasmine.

-No quiero hablar de ello, porque si hablamos de todos esos sucesos tendría que recordar el día que me atiborré a sedantes. Casi muero.-dijo con los ojos entrecerrados dejando que las lágrimas fluyeran solas.-Emma me salvó la vida.

-Emma, la dichosa Emma.-dije tirando leve de él para abrazarlo.-No cometas nuevamente una locura semejante.-susurré acariciando sus cabellos.-No lo hagas más.

-Tengo a Jasmine.-susurró apartándose mientras se secaba las lágrimas.-Por eso quiero que seamos padres, porque podremos construir una familia.

-No creo que sea esa idea de familia que desea Jasmine.-murmuré intentando ser sensato.

-No volvamos a eso.-dijo dando un leve golpe a mi pierna.

Después de esa pequeña charla quedamos en silencio. Creo que ni él ni yo estábamos dispuestos a seguir con aquel diálogo que tanto daño nos hacia, pues nos dividía en opinión. No era sano pensar en los Wook continuamente, tampoco en el dichoso bebé. Todo se resolvería con el paso del tiempo, así lo creía y así sigo pensándolo a pesar de las consecuencias que tuvo para ambos.

-El próximo cumpleaños es el tuyo.-murmuró para romper el hielo.

-Sí, pero no creo celebrarlo.-entonces me percaté que jamás le dije la fecha.-¿Cómo sabes que es pronto?

-Simplemente pregunté a Jasmine, Jasmine preguntó a Phoenix y Phoenix le dijo a Jasmine la fecha.-hizo la señal de la victoria.-También sé la edad que cumplirás el siete de Marzo, pero eso lo supe por las revistas que lee Jasmine.

-¿Puro cotilleo?-interrogué alzando una de mis cejas.

-Sí, puro cotilleo.-rió bajo y se estiró.-Pero cotilleo de las estrellas de la música, saliste en uno de los últimos números debido a los pocos conciertos que has dado en solitario.

-Sí, os invité pero no podíais la mitad por compromiso de trabajo.-fue más una queja que un comentario al aire.

-Vamos Atsushi todos empezaban a media noche y terminaban alrededor de las tres de la mañana.-dijo aquello como excusa.-Menos uno, el cual no pude ir por reunión.

-Un día sentirás que el trabajo te absorbe como si fuera un agujero negro, te absorbe tanto que te quedarás atado a él y gritarás por salir pero nadie irá en tu búsqueda.-murmuré cruzándome de brazos.

-No, sé que tú siempre vendrás a rescatarme y a pedir que me divierta porque soy joven.-tomó aire y se echó a reír.-Yo al menos tengo diez años menos, puedo considerarme joven aún.-le di un buen golpe en la nuca cuando dijo aquello.

-Seguro que soy más ágil que tú en la cama, es la voz de la experiencia, y además me mantengo en forma en los escenarios. Que yo sepa aún tengo pelo en mi cabeza, no tengo disfunción eréctil y sé divertirme.-me miró de reojo sonrojado y agachó la cabeza.

-Justamente en la cama Jasmine es incluso diez veces más fogoso que yo, me tortura prácticamente para que tengamos sexo a diario.-cuando dijo aquello no pude dejar de reír.-No te rías, es un problema.

-¿Es ninfómano?-pregunté como broma y él únicamente agachó más la cabeza.-¿Lo es?

-¿De quién crees que es la culpa que acabáramos teniendo sexo en tu cocina?-preguntó con un hilo de voz.-Yo intento ser romántico, llevar todo con calma y ser dulce. Pero parece que a él le agrada todo lo contrario.

-Es bueno tener sexo romántico, hacer un ambiente agradable antes de ir a la cama, pero en ella es bueno improvisar y dejarlo todo a la pasión.-sonreí de lado de forma perversa.-Es mejor dejar que la entrepierna te domine, no que domine tu cabeza.

-¡¿Qué?!-dijo intentando alejarse de mí.-Cambia esa cara ahora mismo, me da pavor que me mires así. Puedo sentir el aura de un violador latiendo bajo piel.

-No seas exagerado.-comenté tirando de su brazo.-El truco está en dejar bien marcada su alma por cada impulso. Sé que eres mayorcito para clase de educación sexual, pero ya te dije que te deberías ir leyendo alguna que otra revista sobre el tema.

-Sí, porque ya te comenté que deseaba algo nuevo.-se rascó la cabeza aún sonrojado.-Pero jamás te dije hasta qué extremos.

-Jamás, parecías bastante afectado.-dije en un murmullo al notar que nuestras parejas bajaban las escaleras junto a mi hijo y a Seth.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt