Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 9 de marzo de 2010

Dark City - capitulo 14 - La vida ya no es igual XXII


-Eres abuelo.-contestó.-Eres viejo.-después tomó la mano de Seth y tiró de él.-Vamos te voy a enseñar unas cosas que hice. Dejó aquel plato inmenso de comida, o más bien de chocolatinas, para guiarlo hacia el otro lado de la habitación.

-Ya sabes que eres mi viejo favorito.-susurró Phoenix en mi oído intentando calmar mi mal humor. No me agradaba que dijeran que estaba achacoso, para mí la juventud era importante.-Kamijo déjate hacer fotos.

-Si se dejara vestir de chica le obligaría a ponerse la ropa más sexy.-comentó Jasmine.-Y le haría miles de fotos.-Kamijo simplemente se sonrojó.-Me torturas querido.

-¡Ni loco!-respondió notando la mirada de gato en celo que le lanzaba su esposo.-Puedo ayudarte con la tienda, sobretodo ahora que debo de estar más pendiente de ti.-comentó entrelazando sus manos con las de su pareja.-Quiero colaborar con el negocio, intentaré encontrar contables y administrativos para que ayuden con el teatro. Yo sólo no puedo, las cuentas no me cuadran a veces y tardo mucho en llegar a casa.

-Ya te dije que era exceso de trabajo.-comenté metiendo uno de mis dedos en la tarta y noté un leve golpe de Phoenix sobre mi mano.-¿Qué?-murmuré en un leve gruñido.

-Eso no se hace Atsushi.-me regañaba como si fuera un niño, pero la tarta tenía buena pinta.

Llevé mi dedo a la boca lamiéndolo mientras miraba de reojo a mi hijo conversar con mi cuñado. Ambos parecían estar en un club social de caballeros conversando la última obra de un pintor renombrado, o la subasta más cara a la cual habían asistido. El arte, sólo se escuchaba las formas más elegantes de decorar un paisaje o cómo era mejor extender el carboncillo. Kamijo seguía conversando sobre el asunto de los Wook y como lo encararían ambos. Phoenix intentaba no sulfurarse. Yo simplemente me quedaba en medio de todo.

Preferí centrarme en la conversación que tenían ellos a la nuestra. Parecían estar en un mundo aparte. Mi hijo le quitó las coletas dejando el cabello suelto de Seth. Sonrió acariciando aquella melena larga y algo descuidada.

-No deberías dejarte hacer esto, no creo que te guste este tipo de ropa.-comentó mi hijo.

-Jasmine me obligó.-respondió él con la mirada perdida.-¿Quién te enseñó a dibujar?

-Aprendí de papá.-dijo con orgullo y yo sonreí al escucharle aquella respuesta.-Y papá de la abuela.

-No sé si debería dejar la tienda un tiempo.-aquella frase me hizo girarme hacia donde estaba el resto.

-No debes dejar tu tienda Jasmine.-replicó Phoenix.-Aunque en vistas de estas circunstancias podríais iros unos días fuera de la ciudad.

-Debes dejar la tienda en manos de alguien que sepa bastante sobre ello.-comenté sentándome bien mientras les encaraba.-¿No tenéis amigos vosotros que estén dispuestos? Algunos días puedes ir.-dije jugueteando con mis dedos sobre la mesa.-Pero con Kamijo y escoltas.-aclaré.-Todo se puede manejar por la red de redes hoy en día.-recordé un reportaje de tiendas que eran controladas por los dueños y también controlaban de esa forma a sus dependientas.-¿Y unas videocámaras en la tienda que te de minuto a minuto lo que pasa allí? podrás ver como está todo, dar órdenes y estar seguro en casa.

Me percaté que ahora era Phoenix quien estaba husmeando la conversación de aquellos dos. Les entregó unas latas de refresco y unos bocadillos de atún blanco.

-Mamá pintaba divino ¿recuerdas Atsushi?-preguntó girándose hacia mí con una sonrisa.

-Sí, tu madre tenía un don especial y le pedí alguna vez que me pintara un cuadro con motivos de cerezo... me prometió que lo haría pero no tuvo tiempo. Mi madre amaba hacer ese tipo de motivos en los cuadros que hacía, pero mi padre terminaba destrozándolos y yo jamás supe hacerlos con esa elegancia... que también poesía vuestra madre.-comenté intentando no hundirme por aquello.

-Seth si quieres podemos ir a la tienda de mangas, al salón de videojuegos y demás.-notaba como mi hijo se intentaba aferrar a Seth para llamar su atención como lo hacía con Hizaki tiempo atrás.

En ese instante la cara de Seth se iluminó por completo y corrió a cambiarse. Mi hijo simplemente sonreía guardando todo. No sabía si era bueno dejarlos ir a los dos solos sin supervisión de un adulto, sabía que Seth era maduro pero había caído en las drogas. Fuera como fuera me sentía orgulloso que ambos consiguieran conversar y llevarse bien como aparentaban.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt