Kamijo no perdía su estilo ni en las situaciones más comprometidas. A pesar de sus lágrimas anteriores parecía impoluto. Era una brisa fresca en medio de tanta tensión. Seth pareció calmarse y hablar relajado al fin.
-Fue en la tienda de mangas.-contestó alejándose de Kamijo para abrazarse a su hermano.
-Descuida Seth.-murmuró.-Pero no quiero que vuelva a ocurrir, no quiero que te lastimen.-le decía mientras su hermano se acurrucaba más en él.-Ya antes te has metido en riñas y no has salido bien, esta vez no te pasó nada pero pudo haberte pasado y me hubiera sentido muy mal.-escondió su rostro en su cuello como si fuera un niño pequeño.
-Sí.-fue lo único que respondió.
-Atsushi no te alteres porque no ha pasado nada, ellos están bien y ya les curé.-dijo sonriéndome de forma dulce.-No es tan grave, sólo anotaron todo en un acta tanto a ellos como a los otros chicos.
-¿Y tu hombre qué?-pregunté mirando a Kamijo.
-¿Uno feo y muy tieso?-interrogó Hero.-A ese le dimos esquinazo metiéndonos en la tienda de manga... luego intervino cuando vino la policía porque se dio cuenta donde estábamos.
-Imbécil.-murmuró Kamijo.-Va a estar en un despacho a la sombra... no pienso ponerlo más como escolta.
-Recomendación.-interrumpió Seth los lamentos de mi amigo.-Cuando pongas un escolta, intenta que no sea un tipo tan grande y que se note tanto.-dijo alzando una ceja.- ¿A quién se le ocurre poner un gorila de pelo oxigenado a vigilar a alguien?-murmuró antes de ir hacia un sofá para sentarse observando a Hero que no paraba de llorar.
-Hero.-susurró Phoenix tocándole la cabeza.-¿Quieres una manzanilla o una tila?- preguntó algo preocupado.-No debes dejar que te golpeen, pero tampoco puedes reaccionar como lo hizo Seth.
-¡Pero lo empujaron! ¡Lo estaban humillando y lo iban a golpear entre todos! ¡Eso no es justo!-reprochó de inmediato su hermano.
-Tampoco quiero que terminéis como Hizaki.-dije mirándolos a ambos.-A mi me costó treinta años darme cuenta que con los puños no se gana nada.-me senté y subí a Hero a mis piernas dejando que me abrazara.-Es mejor confiar que con las denuncias tendrán su escarmiento.
-Pero Hizaki hubiera actuado peor que Seth.-replicó Kamijo tras ver como enviaba un mensaje en el móvil.
-Eso sin duda.-murmuré y tomé del rostro a Hero.-No deberías dejar que te hicieran eso.-eché hacia atrás sus cabellos y sonreí.-Buscas a un adulto cuando eso pase... lo digo ya por los dos.
-No me gustan los cabrones.-replicó Seth.-Esos eran unos hijos de puta y cuando respondí a los golpes se cagaron.-frunció el ceño y su hermano le miró de una forma indescriptible.-Perdón.-murmuró sobándose el brazo izquierdo.
-Al menos te habías cambiado y no saliste vestido de chica.-murmuró Jasmine con una sonrisa.
-Me hubiese visto ridículo pegándole a esos vestido de esa manera.-comentó Seth quedándose quieto y más tranquilo.
-Seth no quiero que te metas en problemas.-dije mirándolo de forma menos seria.-Aunque te agradezco que cuidaras de él.-acariciaba los cabellos de Hero. Noté entonces que el sueño le estaba haciendo caer. Se estaba adormilando en mis brazos como cuando era un niño.-Debería llamar a Clarissa, aunque es mejor que le diga todo él... mañana.-murmuré tomando el móvil.-Aunque antes le mandaré un mensaje para avisar que se queda aquí a dormir.-comenté escribiendo el texto con cierta dificultad puesto que Hero se aferraba bien a mí.
-Hero se está quedando dormido, deberías llevarlo a descansar.-comentó Kamijo mostrando su lado más paternal.
-Recuéstalo en el sofá Atsushi, fueron horas muy agitadas para él.-me aconsejó Phoenix para volver su mirada hacia su hermano.-¿Te sientes bien? Lamento que hayas pasado por esto en tu primer día en casa.-él sólo se encogió de hombros.
-Mejor lo llevo al dormitorio.-susurré notando como se aferraba más a mí.-Lo tumbaré en tu cama Seth, la otra no tiene mantas...-dije levantándome para ir hacia la escalera.
Entré en la habitación ayudado por Kamijo, ya que me siguió. Él abrió la cama y quitó las botas a mi hijo, para que luego yo lo recostara bien en la cama. Mi amigo se fue donde Jun y allí se quedó observándolo. Nada más terminar de arropar a Hero fui donde estaba él. Parecía querer despertarlo para poder tomarlo en brazos y calmarse él, más que el niño en realidad. Esa mirada lo decía todo, sus ojos brillaban al ver al pequeño.
-Ya se lo dijiste.-dije quedándome tras él.
-No lo acepta.-repitió como a la nada.-Pero Emma es fértil y yo también.-puso sus manos sobre el barandal de la cuna y apretó con fuerza la madera.-Podría tener un hijo propio para disfrutarlo con él.-lo agarré por los hombros y suspiré.
-No me agrada la idea que sea esa chica.-murmuré.-Ya hemos hablado de esto hoy y muchos días.
-Tú y tus ideas retorcidas.-replicó.
-Ideas retorcidas... ¡ja!-me alejé de él.-Haz lo que creas Kamijo, pero yo buscaría a otra.
-Otra no es como ella, ella lo hace porque quiere verme feliz.-dijo caminando hacia mi.-En serio.
-Bueno, hazlo si crees pero él tiene que estar conforme.-comenté recordando que Jasmine no lo aceptaba, se lo había dicho mil veces y en esos momentos tenía la respuesta de su esposo. No podía hacer oídos sordos a lo que sucedía. Dije aquello antes de comenzar a bajar hacia el salón y él me siguió.
Kamijo se fue directo para Jasmine quedando a su lado en un sofá individual. Yo me senté junto a Phoenix y todo estaba demasiado silencioso. Miré a Jasmine, para luego hacerlo a Kamijo y suspiré. Sabía lo que estaban pensando ambos. Uno no deseaba ser padre y el otro parecía rogar que le concediera ese sueño.
-Hola amor.-dijo Phoenix tomándome de las manos.-¿Está rica la torta Seth?-preguntó a su hermano girando su rostro. El chico comía como una lima, parecía no haber comido dulces en toda su vida.
-Está buena.-comentó con los mofletes llenos de pastel.-Sé que no la hiciste así que como, porque si llega a ser tuya estaría más salada que una salmuela.-Phoenix levantó el brazo molesto y él se agazapó.
-¡Mis pasteles son divinos! ¡Díselo Atsushi!-dijo molesto mirándome a mí esperando que yo no respondiera lo contrario.
Jasmine nos sonrió y Kamijo simplemente no apartaba sus ojos de él. Noté como Kamijo tomaba una de las manos de Jasmine para besarla y acariciarla. Deseaba que le prestara atención y dejara de estar con esa cara.
-Lo siento Seth no quiero dormir en el sofá.-respondí abrazando a Phoenix.-Sus pasteles son deliciosos... eso sí, luego toma bicarbonato.-murmuré antes de besar su cuello.-Aun así mejora cada día en la cocina.-él rió por ese beso en el cuello, pero su hermano puso los ojos en blanco.
-Voy a vomitar de la felicidad.-escuché a mi cuñado decir, pero al final le dio un buen golpe Phoenix sin dejar de abrazarme.
Jasmine al final concedió una mirada amarga a Kamijo. Este tan sólo lo abrazó acariciando su cuerpo. Ambos estaban desilusionados uno con el otro.
-Creo que deberíamos ir a casa y descansar.-dijo Kamijo.-Hoy hemos molestado bastante a ambos, lo sé.-murmuró mirándome a los ojos.-Seth la próxima vez que venga te traeré unas entradas para una ópera rock... creo que será de tu agrado, tal vez puedas ir con Hero si Atsushi lo permite.-se levantó y caminó hacia él estirando su mano.-Un placer conocerte.
-Kamijo no molestáis.-comenté.-Molestas más cuando me llamas en la madrugada para preguntar dudas sobre las cuentas.-dije levantándome.-Deberías contratar a un contable de una vez.
-Oh, ya te dije que conseguiré uno en unos días.-comentó con una sonrisa afable, aunque notaba que deseaba huir de todo... no pensar.
-Fue en la tienda de mangas.-contestó alejándose de Kamijo para abrazarse a su hermano.
-Descuida Seth.-murmuró.-Pero no quiero que vuelva a ocurrir, no quiero que te lastimen.-le decía mientras su hermano se acurrucaba más en él.-Ya antes te has metido en riñas y no has salido bien, esta vez no te pasó nada pero pudo haberte pasado y me hubiera sentido muy mal.-escondió su rostro en su cuello como si fuera un niño pequeño.
-Sí.-fue lo único que respondió.
-Atsushi no te alteres porque no ha pasado nada, ellos están bien y ya les curé.-dijo sonriéndome de forma dulce.-No es tan grave, sólo anotaron todo en un acta tanto a ellos como a los otros chicos.
-¿Y tu hombre qué?-pregunté mirando a Kamijo.
-¿Uno feo y muy tieso?-interrogó Hero.-A ese le dimos esquinazo metiéndonos en la tienda de manga... luego intervino cuando vino la policía porque se dio cuenta donde estábamos.
-Imbécil.-murmuró Kamijo.-Va a estar en un despacho a la sombra... no pienso ponerlo más como escolta.
-Recomendación.-interrumpió Seth los lamentos de mi amigo.-Cuando pongas un escolta, intenta que no sea un tipo tan grande y que se note tanto.-dijo alzando una ceja.- ¿A quién se le ocurre poner un gorila de pelo oxigenado a vigilar a alguien?-murmuró antes de ir hacia un sofá para sentarse observando a Hero que no paraba de llorar.
-Hero.-susurró Phoenix tocándole la cabeza.-¿Quieres una manzanilla o una tila?- preguntó algo preocupado.-No debes dejar que te golpeen, pero tampoco puedes reaccionar como lo hizo Seth.
-¡Pero lo empujaron! ¡Lo estaban humillando y lo iban a golpear entre todos! ¡Eso no es justo!-reprochó de inmediato su hermano.
-Tampoco quiero que terminéis como Hizaki.-dije mirándolos a ambos.-A mi me costó treinta años darme cuenta que con los puños no se gana nada.-me senté y subí a Hero a mis piernas dejando que me abrazara.-Es mejor confiar que con las denuncias tendrán su escarmiento.
-Pero Hizaki hubiera actuado peor que Seth.-replicó Kamijo tras ver como enviaba un mensaje en el móvil.
-Eso sin duda.-murmuré y tomé del rostro a Hero.-No deberías dejar que te hicieran eso.-eché hacia atrás sus cabellos y sonreí.-Buscas a un adulto cuando eso pase... lo digo ya por los dos.
-No me gustan los cabrones.-replicó Seth.-Esos eran unos hijos de puta y cuando respondí a los golpes se cagaron.-frunció el ceño y su hermano le miró de una forma indescriptible.-Perdón.-murmuró sobándose el brazo izquierdo.
-Al menos te habías cambiado y no saliste vestido de chica.-murmuró Jasmine con una sonrisa.
-Me hubiese visto ridículo pegándole a esos vestido de esa manera.-comentó Seth quedándose quieto y más tranquilo.
-Seth no quiero que te metas en problemas.-dije mirándolo de forma menos seria.-Aunque te agradezco que cuidaras de él.-acariciaba los cabellos de Hero. Noté entonces que el sueño le estaba haciendo caer. Se estaba adormilando en mis brazos como cuando era un niño.-Debería llamar a Clarissa, aunque es mejor que le diga todo él... mañana.-murmuré tomando el móvil.-Aunque antes le mandaré un mensaje para avisar que se queda aquí a dormir.-comenté escribiendo el texto con cierta dificultad puesto que Hero se aferraba bien a mí.
-Hero se está quedando dormido, deberías llevarlo a descansar.-comentó Kamijo mostrando su lado más paternal.
-Recuéstalo en el sofá Atsushi, fueron horas muy agitadas para él.-me aconsejó Phoenix para volver su mirada hacia su hermano.-¿Te sientes bien? Lamento que hayas pasado por esto en tu primer día en casa.-él sólo se encogió de hombros.
-Mejor lo llevo al dormitorio.-susurré notando como se aferraba más a mí.-Lo tumbaré en tu cama Seth, la otra no tiene mantas...-dije levantándome para ir hacia la escalera.
Entré en la habitación ayudado por Kamijo, ya que me siguió. Él abrió la cama y quitó las botas a mi hijo, para que luego yo lo recostara bien en la cama. Mi amigo se fue donde Jun y allí se quedó observándolo. Nada más terminar de arropar a Hero fui donde estaba él. Parecía querer despertarlo para poder tomarlo en brazos y calmarse él, más que el niño en realidad. Esa mirada lo decía todo, sus ojos brillaban al ver al pequeño.
-Ya se lo dijiste.-dije quedándome tras él.
-No lo acepta.-repitió como a la nada.-Pero Emma es fértil y yo también.-puso sus manos sobre el barandal de la cuna y apretó con fuerza la madera.-Podría tener un hijo propio para disfrutarlo con él.-lo agarré por los hombros y suspiré.
-No me agrada la idea que sea esa chica.-murmuré.-Ya hemos hablado de esto hoy y muchos días.
-Tú y tus ideas retorcidas.-replicó.
-Ideas retorcidas... ¡ja!-me alejé de él.-Haz lo que creas Kamijo, pero yo buscaría a otra.
-Otra no es como ella, ella lo hace porque quiere verme feliz.-dijo caminando hacia mi.-En serio.
-Bueno, hazlo si crees pero él tiene que estar conforme.-comenté recordando que Jasmine no lo aceptaba, se lo había dicho mil veces y en esos momentos tenía la respuesta de su esposo. No podía hacer oídos sordos a lo que sucedía. Dije aquello antes de comenzar a bajar hacia el salón y él me siguió.
Kamijo se fue directo para Jasmine quedando a su lado en un sofá individual. Yo me senté junto a Phoenix y todo estaba demasiado silencioso. Miré a Jasmine, para luego hacerlo a Kamijo y suspiré. Sabía lo que estaban pensando ambos. Uno no deseaba ser padre y el otro parecía rogar que le concediera ese sueño.
-Hola amor.-dijo Phoenix tomándome de las manos.-¿Está rica la torta Seth?-preguntó a su hermano girando su rostro. El chico comía como una lima, parecía no haber comido dulces en toda su vida.
-Está buena.-comentó con los mofletes llenos de pastel.-Sé que no la hiciste así que como, porque si llega a ser tuya estaría más salada que una salmuela.-Phoenix levantó el brazo molesto y él se agazapó.
-¡Mis pasteles son divinos! ¡Díselo Atsushi!-dijo molesto mirándome a mí esperando que yo no respondiera lo contrario.
Jasmine nos sonrió y Kamijo simplemente no apartaba sus ojos de él. Noté como Kamijo tomaba una de las manos de Jasmine para besarla y acariciarla. Deseaba que le prestara atención y dejara de estar con esa cara.
-Lo siento Seth no quiero dormir en el sofá.-respondí abrazando a Phoenix.-Sus pasteles son deliciosos... eso sí, luego toma bicarbonato.-murmuré antes de besar su cuello.-Aun así mejora cada día en la cocina.-él rió por ese beso en el cuello, pero su hermano puso los ojos en blanco.
-Voy a vomitar de la felicidad.-escuché a mi cuñado decir, pero al final le dio un buen golpe Phoenix sin dejar de abrazarme.
Jasmine al final concedió una mirada amarga a Kamijo. Este tan sólo lo abrazó acariciando su cuerpo. Ambos estaban desilusionados uno con el otro.
-Creo que deberíamos ir a casa y descansar.-dijo Kamijo.-Hoy hemos molestado bastante a ambos, lo sé.-murmuró mirándome a los ojos.-Seth la próxima vez que venga te traeré unas entradas para una ópera rock... creo que será de tu agrado, tal vez puedas ir con Hero si Atsushi lo permite.-se levantó y caminó hacia él estirando su mano.-Un placer conocerte.
-Kamijo no molestáis.-comenté.-Molestas más cuando me llamas en la madrugada para preguntar dudas sobre las cuentas.-dije levantándome.-Deberías contratar a un contable de una vez.
-Oh, ya te dije que conseguiré uno en unos días.-comentó con una sonrisa afable, aunque notaba que deseaba huir de todo... no pensar.
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