Tumbada en medio de la oscuridad, con
la pesada carga en su corazón y la conciencia revuelta. Tan hermosa
como la primera vez, tan distinta y tan semejante. Con sus cabellos
revueltos cayendo sobre el piso, rozando sus mejillas y sus manos que
jugaban con parsimonia con las puntas de su cabello algo más largo
de lo acostumbrado. Ella, con los labios sellados y el corazón
latiendo, sintiendo que el mundo se consume mientras permanezca
quieta. Sus ojos fijos en el techo, tan blanco como el papel en el
cual decidió que escribiría sus memorias y que finalmente le asustó
tanto que se retiró a concentrarse en el pasado.
¿Y qué fue de ella? Ella la doctora,
la joven neurocirujana que obraba milagros, la muchacha que no
conocía su pasado pero lo esperaba y que ahora parecía un sueño.
Sufrimiento, lágrimas, terror, errores cometidos en cada uno de sus
pasos pero que formaban un camino que cualquiera hubiese deseado
debido a lo emocionante, pese a lo doloroso. La mujer que tuvo que
ver sus manos manchadas de sangre tantas veces, esa mujer. No nació
humana, nació Mayfair y sin duda ahora es algo más que una bruja.
¿Dónde estás? ¿Por qué te
encuentras ahí en la oscuridad? ¿Tal vez no alumbro lo suficiente
para ti? Si es así permite que me quede a tu lado tomándote de las
manos, acariciando tu costado y sintiendo como tus labios al final se
mueven para suspirar mi nombre. Te dejaré ramos de flores por la
habitación y un beso en tu cuello. ¿Por qué no? Soy el hombre que
te ama, el vampiro que hizo esperar y ahora necesita una reacción
por tu parte tan fría para muchos y tan conmovedora para mí.
Tú eres ella, ella la Mayfair que me
robó la razón. La mujer madura y decidida, la niña en mis brazos.
Me dejaste desnudo de todas mis armas para sollozar por tu belleza,
inteligencia y amor. Porque te amo, tú eres ella y ella eres tú. La
mujer de la fotografía, la capturada para siempre en mis retinas. Te
hice mía una vez más.
Rowan, la flor de la esperanza...
¿serás para siempre la mía? ¿Qué me dices? Iluminar para siempre
mi vida como bien sabes, darme tu fuerza y las miradas claves. Y todo
porque te amo tanto que no sé tener ya una existencia feliz sin ti.
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