Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 16 de febrero de 2014

Duelo de titanes

El silencio había hecho acto de presencia mientras se hallaba frente al piano. Aquellas hermosas teclas de marfil le incitaban. Quería acariciarlas, hundir sus dedos en ellas presionándolas y escuchar la agradable melodía de alguna partitura que recordara. Se sentó acomodando mejor los puños de su camisa y cuando fue a tocar escuchó pasos por el pasillo, cierto alboroto y finalmente la explosión de una pelea.

—¡No soy una fulana!—escuché decir a Armand—. ¡Su hijo se ha acostado con medio mundo y yo soy la puta! ¡Es usted odiosa!

—Cálmate putita, cálmate—era la voz de mi madre y aquello me desconcertó.

¿Qué hacía ella aquí? ¿Qué deseaba? Había pedido que viniese a visitarme hacía meses y se negó en rotundo. Si bien allí estaba. Tras el marco de la puerta se hallaba su elegante figura enfundada en un traje de cazador. Tenía unos pantalones sucios por el barro, al igual que las botas, y su camisa blanca de algodón estaba manchada de musgo. Olía a bosque y agua estancada.

Armand estaba parcialmente desnudo, pues no llevaba camisa alguna, y no tenía zapatos. Sus pisadas eran fuertes y se escuchaba por el suelo de mármol del pasillo. Su rostro era el de un animal a punto de saltar contra su presa totalmente fuera de sí.

—¡No sé ni para que he venido a esta casa!—dijo él.

—Para tirarte a todo el servicio, supongo. Eso que hacías ¿cómo se llamaba? ¡Ah! ¡Sí! Ménage à trois—una elevada carcajada salió de su pequeño torax antes de hundir a Armand en una rabia incontrolable.

—¡Usted no me puede dar lecciones de moral cuando se acostó con su hijo en más de una ocasión! ¡Con su propio hijo!—me levanté del piano cuando escuché aquello. Sabía que la reacción de mi madre sería terrible. La voz de Armand había reverberado por toda la estancia hasta el techo, explotando con furia, mientras prácticamente se lanzaba contra ella con una mirada furiosa.

Mi madre con la elegancia que le da ser una dama, pues a pesar de parecer un muchacho salvaje lo es, levantó su mano rápidamente y le abofeteó tirándolo al suelo. Los ojos de Armand se llenaron de lágrimas mientras le temblaba el labio inferior. Sabía que no podía hacer nada contra ella aunque fuera más anciano y poderoso. Gabrielle imponía respeto con su sola presencia.

—Y no vuelvas a levantarme la voz, zorra—dijo antes de girarse hacia mí, pues había logrado estar cerca de ella—. Me voy. Ni me digas nada.

—Pero... —balbuceé sin dar crédito aún a todo lo que acababa de suceder.

—Vigila mejor a tu servicio y a las fulanas que entran en tu casa.


Pronto escuché un terrible portazo y como los vidrios de la puerta estallaban. Armand permanecía en el suelo cubierto por una pátina de rabia. Mis ojos estaban vidriosos y al borde de las lágrimas. Mi madre había regresado para verme y ellos se habían enzarzado en una palea, como en aquellos días. Quise gritar pero lo único que logré hacer fue regresar al piano, comenzar a tocar e intentar calmar mis ánimos. Estaba furioso.  


Lestat de Lioncourt 

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt