Michael la ama. Sin duda alguna la ama. Espero que la siga cuidando y ella se deje cuidar.
Lestat de Lioncourt
El amor tambaleó mis cimientos. Jamás
pensé que mis penas se convertirían en borrones en mi libro, en ese
que aún estoy escribiendo con mis pensamientos y lágrimas, porque
te convertiste en la pasión e ilusión que faltaban en mi vida.
Estaba completamente hundido, por no decir destrozado, cuando tú me
rescataste como una pescadora de almas. Lograste salvarme. No sólo
me devolviste la vida, sino que me hiciste desear disfrutarla. Tenía
una misión, la cual fue terrible, pero de no ser por ella, esa
misión cargada de mentiras y dolor, no estaríamos frente a frente.
Tienes el rostro más hermoso que jamás
he podido ver. Tal vez es el amor. Quizás es el deseo que aún te
guardo. Es posible que no pueda dejar de amarte. Esa boca llena de
silencios, esos ojos que quieren parecer fríos y no lo son, esas
manos firmes que tiemblan cuando te toco y ese corazón que teme
volver a matar.
Mi corazón se volvió loco, pues sus
latidos se convirtieron en una canción. La vida me regaló contigo
un paraíso en el cual morir y vivir. Tus labios, brazos, caricias y
silencios son mi castigo y mi bendición. No puedo dejar de pensar en
ti en cada instante, pues me siento vacío sin tu compañía. Querida
mía, amada mía, somos uno. Sí, uno. Somos una misma alma que quedó
dividida y que consiguió encontrarse frente a frente.
Aunque nuestra historia parece ser
vieja, tan vieja como todos los años que llevamos casados, cuando te
abrazo siento que tan sólo ha comenzado. No puedo dejar de amarte.
Me vuelves loco con cada palabra que me regalas. Mi vida no está
vacía si tú sigues a mi lado. Sé que han pasado cosas terribles,
pero el amor nos ha hecho mantenernos unidos y firmes.
Rowan... no puedo dejar de amarte,
esperarte y extrañarte. Tú eres quien guía los latidos de este
hombre.
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