Samuel, Yo y mi reencuentro.
Al día siguiente en medio del caos de la habitación del joven se halló una nota hablando de lo mucho que odiaba su vida, de cuanto ansiaba la libertad y sentirse rodeado de los brazos de su amante varón. Sus padres fueron informados de la sexualidad de su hijo, de los posibles motivos de su huída. Por el momento manteníamos que era una rabieta y que llamaría a su pareja, estuvimos en contacto durante toda la jornada con el joven por si alguna llamada llegaba a su celular. Incluso pinchamos los teléfonos de su casa, de casa de sus amigos y en esos instantes de su supuesto novio. Sobre los energúmenos de su instituto supimos que más de uno tenía antecedentes por transfobia en la red. Por lo tanto teníamos cuatro sospechosos y la teoría de una desaparición voluntaria.
Los chicos de su instituto no eran dos, sino tres, y actuaban como auténticos mafiosos en el recinto; lo único que pensaba cuando me comentaban sus hazañas era “estos necesitan una buena ostia”. Sus profesores estaban bastante cansados de sus reproches y de que sus esfuerzos cayeran en saco roto. Cuando tuve a aquellos tres degenerados cerca de mí a pocos metros deseé aplastarles, Emilio se dedicó a tomarles declaración y Cordero a pasarnos los informes que había hecho sobre ellos.
Ramos Gómez, Elías una buena pieza. Ese engendro de un metro ochenta con tan solo dieciocho años y varios cursos suspensos era el peor de todo. Tenía en su haber robo de motos, allanamiento de morada, acoso por Internet a un joven transexual masculino y aún así decía hacerlo todo por buenas causas. Si buena causa era conseguir dinero para su fulana y engalanarse con joyas, seguro que lo era.
Puerto Ramírez, Juan José un desgraciado. Había sido adoptado con doce años por un matrimonio que se divorció a los dos años. Tenía denuncia por pequeños hurtos, destrozos de mobiliario urbano y acoso por Internet al mismo joven que acosaba su gran amigo Elías. Este parecía algo arrepentido, pero no del todo. Su edad era diecisiete años, un curso perdido por problemas psicológicos.
Salinas Montes, Jorge el menos rabioso de todos. Destrozo de mobiliario urbano y altercados en varias discotecas. No empezó a dar problemas hasta los quince años tras la muerte de su madre, tenía en esos momentos dieciséis.
En sus declaraciones decían que estaban reunidos en el campillo que hay cerca de la plaza María Luisa fumándose unos porros. Sin duda los típicos machitos que cuando les pegas un grito se les caen los pantalones y salen corriendo. Más de una vez, por desgracia, me había topado con estos inútiles, en realidad con chicos parecidos a ellos. Me daba pena por sus familiares pero no tenían bases sólidas, cuartada alguna y el descampado estaba cerca de la catedral. Pedimos que se quedaran retenidos mientras la orden judicial llegaba, teníamos que entrar en sus casas y poder merodear atentamente todo. En la casa de estos angelicales seres encontramos videos grabados con sus móviles en el ordenador, ahí se veía a Samuel luchando por no ser golpeado una nueva vez. También armas blancas y libros de ideología nazi o mejor dicho Nacional Socialista. Investigamos profundamente su entorno y los detuvimos por varios cargos, al menos nos daría tiempo a tenerlos retenidos unos días mientras buscábamos más pistas.
Eran las siete de la tarde cuando llegó una llamada de una mujer que decía haber encontrado un cadáver cerca del lago. Por la descripción parecía ser nuestro chico. Varias unidades se acercaron al lugar junto a la policía judicial y se procedió al levantamiento del cadáver. Su rostro estaba deformado por los golpes e hinchado. El reconocimiento tan sólo se pudo hacer por las ropas y sus padres no sabían como vestía fuera de casa, aunque un anillo y una esclava de plata sentenciaron todo. El chico había aparecido, muerto.
Los resultados del forense no se sabrían hasta el día siguiente, trabajaría duro toda la noche por petición del cuerpo. Necesitábamos saber como había muerto y las claves de algunas marcas para saber si eran de las dagas que tenían los homofóbicos en casa. Al regresar a mi hogar no paraba de rememorar sus ojos, las esperanzas de sus conversaciones rescatadas por nuestros técnicos, las poesías y sobretodo el calvario que llevó en silencio durante años. Comencé a llorar sentado sobre la cama, no solo por él sino también por mí. Me había encontrado a mi mismo, él era yo con algo más de veinte años menos. Había sido el paria, el empollón de clase con sobrepeso y me había jurado cambiar mi cuerpo para cambiar el mundo en la policía. Recordé el porqué entré a ser parte de este mundo de placas y redadas, de días sin pegar ojo y de olvidarte incluso de quien eres.
A primera hora tuvimos la respuesta de la autopsia. El chico había muerto horas después de su desaparición y por hemorragia. Había sufrido golpes por todo el cuerpo y navajazos. Luchó por sobrevivir más de media hora se sabe por la posición del cadáver y las marcas. Las hojas de las armas usadas no correspondían a las dagas, pero miraron todos los cuchillos que pudieron pasar por mano de esos mocosos insoportables. Marcus se pasó a medio día, venía a pedir que le pusieran en contacto con la familia porque quería ir al funeral. Se me rompió el alma al decirle que por motivo expreso de la familia no querían que asistiera y que habían pedido orden de alejamiento, claro que no la habíamos tramitado puesto que no había nada en su contra. Luego rogó ver el cadáver y yo mismo se lo prohibí por como era su estado.
Durante horas Cordero y el Jefe estuvieron encerrados con los principales sospechosos hasta que admitieron haber asestado puñaladas al chico, pero que ya estaba mal cuando lo encontraron. El lago esta a escasos quince minutos del campillo y a veinte de la catedral, es una zona artificial y más bien es una fuente enorme en medio de la ciudad creada para ser el pulmón de la zona. Realmente el forense dijo que había marcas de distintas horas en el chico, como que habían tomado un respiro en los golpes. ¿Pero quién le había dañado antes? Entonces las miradas recayeron sobre Marcus. Roberto le interrogó durante una hora, no sacó nada en claro y decidimos ir a por alguien que hasta ese momento no habíamos investigado. Sabíamos que la familia no veía bien la homosexualidad, empezó a emanar la pregunta sobre la relación que había entre los hermanos. Cuando apareció el cadáver del chico su propio hermano no había derramado ni una lágrima, más bien parecía contento de que un maldito maricón muriera a golpes.
Yo me retiré unas horas porque necesitaba desahogarme en el gimnasio y a mi vuelta habían arrestado a Benjamín Ejido Gómez, hermano de Samuel. Tuvo un encuentro desafortunado con el muchacho tras haberse besado públicamente con su único amor. se sintió mal, lleno de odio y cargado de asco, que apaleó brutalmente al ojo derecho de papá y mamá. Sus padres rotos por el dolor y la noticia no quisieron hacer declaraciones a la prensa y los cuatro fueron acusados por homicidio.
Marcus a los pocos días apareció ahorcado en su habitación porque no podía vivir sin él. Mi mujer se divorció de mí, mi hija me siguió odiando y yo vivo ahora en soltería reencontrándome a mí en cada esquina. Volví a ser el hombre serio de mirada perdida entre los libros, el rechazado, mientras mis músculos se contraían en el gimnasio. De este caso hace dos años y aún tengo grabada la mirada de ese muchacho. La ciudad no ha vuelto a respirar igual desde el asunto, aunque a diario mueren mujeres maltratadas y niños en contenedores de basura o redadas por la policía de narcóticos. Al menos en las escuelas se tiene importancia la educación en la igualdad y los casos por mobbing en las clases se han incrementado. La muerte de Samuel no debe quedar baldía, si bien los hijos de puta que le han robado los sueños y esperanzas pronto pisaran la calle gracias a la ley del menor.
2 comentarios:
Que triste.. que esto sea tan real.. es lo mas lamentable del caso, ver que es una realidad en un mundo asqueroso plagado de homofobos y gente que no puede ver feliz a los ajenos.. que siempre miran por si mismos y adoran el mal a los demas para que o consigan sus objetivos.. malditos sean todos.. que son muchos..pero muchos tambien somos los que siempre lucharemos en contra de esto, no por eso dejaremos nunca de alzar el puño y luchar por nuestros derechos como personas que somos.. que tenemos los mismos derechos que cualquiera de esos infames personajes..
Saludos chatu, espero que todo vaya mejor dia a dia.. y no pase nada a nuestro alrededor mas frustrante.. ^^
Que deprimente, morir solo por ser uno mismo, por ser diferente!!!. ¿Porque siempre hacemos eso con los que son diferentes?. ¿Porque tenemos que atacar a nuestra propia sangre?.
Da lástima saber que muchos casos como estos ocurren cada día sin que la gente haga nada mas que detestar a las victias en lugar de castigar a los ascesinos!!.
Esto es lo que deberían de enseñar en los colegios, las verdades de la sociedad; no una parodía de un mundo de respeto e igualdad.
:( . Pobre Samuel y todos los que padezcn las mismas tragedias en su vida. ):
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