Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

viernes, 4 de noviembre de 2011

Tears for you - Capítulo 14 - Carmín rojo satén (Parte V)



Tener amigos es importante, pero tener hemanos aún más. Yo tengo la fortuna de haber elegido a todos mis hermanos. Yume, Nerissa, Sam, Kiseki, Disi... etc... son hermanos o "hijos" pues así los siento. Me siento responsable hermano mayor con ellos, o el insufrible hermano pequeño al que se le tiene cariño porque en ocasiones su compañía es agradable.

Adoro a todos mis amigos, son lo más importante y son más importantes que una pareja. Cuando los quieres de esa forma pierdes la noción del tiempo. Quieres que todo salga bien, pero a veces no sale, y lloras con ellos... pero lo importante es levantarse todos y alzarse con ganas de seguir luchando.

Ayer me declaré sí, pero me he dado cuenta que lo que tengo ahora con esa persona es más importante. Supongo que ese amor pasará, estoy más que seguro de ello. Por otra parte estuve hablando con mi Louise durante siete largas horas vía micrófono. He amanecido con ella al otro lado.

En este relato aparece el nombre de Marisol, en parte será su carácter y su forma de ser, pero con algunos años más. Igualmente aparece Louise, pero con otro nombre. ¿Por qué lo he hecho? simple y fácil... necesitaba mujeres en la organización, chicas dispuestas a todo... con cierto grado de locura... y las adoro.







Paulo terminó por colocarse los gemelos mientras intentaba buscar alguna excusa, pero no creo que encontrara alguna. Helena sólo se ocultaba tras él, muy sonrojada y nerviosa. Supongo que para ella aquello era más incómodo que para un hombre tan vivido, descarado y un poco canalla, como él. Yo los miraba con cierta felicidad, Kurou simplemente como quien ve una libélula y se pregunta como bate esas enormes alas.

-Juro que jamás me he comportado de esta forma en casas ajenas.-dijo al fin alzando su rostro colocándose bien las gafas, aunque no lo necesitaban.-Prometo que esto no volverá a repetirse, al menos no en vuestro hogar.

-Yo sigo preguntándome si mi mesa de billar es cómoda.-intervino mi esposo.

Caminé hacia ella, para tomarla de la muñeca y conducirla hacia el pasillo. Quería hablar con ella seriamente, al menos saber qué demonios había pasado y cómo se encontraba. No quería que sufriera, era la única mujer que me hacía sentir tan cómodo. El resto de chicas siempre me perturbaban, me tocaban en exceso o intentaban absurdas triquiñuelas para encandilarme. Tenía otras amigas, pero ellas no eran así de especiales y tampoco me regalaban paz.

Sus tacones sonaban a mis espaldas, junto a mis pasos precipitados, podía notar lo nerviosa que estaba y yo lo necesitado de información. Tenía que soltar prenda, aunque fuera algo escaso y con muchas dudas. No podía permitir que se fuera así sin decirme qué había ocurrido. Me preocupaba demasiado que la hirieran como yo lo hice una vez.

Terminamos metidos en medio del laberinto, justo frente a una de las fuentes en forma de cascada con una de las estatuas más hermosas. Era un dragón que descansaba apaciblemente sobre una roca, siendo contemplado a su vez por un joven guerrero alado. El agua corría calmada, con cierta belleza musical, y a ese sonido se añadió el de su risa nerviosa.

-¿Qué sucedió?-pregunté.-Dime, no rías.

-¿Alguna vez te has topado con un hombre que dice las palabras exactas?-respondió antes de sentarse en una pequeña piedra, cerca de la cascada.-¿Alguna vez has sentido que necesitas que te lo hagan aquí y ahora?

-Así que es sólo atracción.-dije aliviado.

-No lo sé, sólo sé que quiero seguir devorando sus labios mientras le quito esas enormes gafas de empollón.-dijo bastante roja.-Si hubieras visto como se movía, ese ritmo rápido y duro. Jamás me habían controlado de esa forma, ni siquiera tú.-me tomó del rostro inclinándome hacia ella.-Tú eras muy tímido, hasta que te volviste un león. Pero él es fuego, un fuego que quema y que me hace gemir sin importarme el lugar. Mis caderas se movían solas.-apartó sus manos de mí para tocar sus muslos tirando de su vestido.-He tenido varios orgasmos seguidos antes de sentir que él llegaba, que lo hacía calmándome ese calor y dándome otro.

-Y sin condón.-añadí molesto.-¡Helena!

-Soy estéril cariño.-dijo seria.-Si dejé a mi pareja fue porque no puedo darle hijos, te mentí.

-Perfecto.-murmuré suspirando antes de acariciar sus cabellos.

-Paulo es el hombre que me ha hecho sentir sensaciones muy excitantes. Nunca tuve un amante igual.-se bajó un poco el escote y me mostró un tremendo mordisco.-Esto es sólo una prueba de lo pasional que puede ser.

-Mosca muerta.-chisté antes de sacudir mi cabeza.-¿Y qué piensas hacer?

-Pedir que me lleve a su casa y seguir, por supuesto.-dijo antes de darme un puntapié.-Decirle que tengo entradas para la ópera, lo cual es cierto, y que pensaba invitarte a ti o a Hiroshi. Sin embargo, sé que él se sobaría y que tú no podrías por tu maridito. Así que nada mejor que ir del brazo del alcalde.-comentó con cierta sonrisa de niña adolescente.-Ver ópera mientras siento sus labios pegados a mi cuello, o sus manos subiendo por el bajo de mi vestido, mientras siento el éxtasis de la visión del amor y la tragedia.

-Dios, dame paciencia por que si me das fuerza acabo matándolos a todos.-comenté alzando los brazos.-¿Tú te oyes? Tú no eres así.

-Estoy necesitada, quiero que me hagan sentir mujer.-sus palabras me sorprendieron.-¡Demonios! He salido con tipos que se han creído los mejores amantes, pero sólo han pensado en tener placer entre sus piernas. A mí ni me han preguntado si me gustaba. Tampoco me han hablado de arte, ciencia, tecnología y a la vez de literatura erótica en una conversación. Son gusanos que no saben apreciar el intelecto ni como mover las sábanas. No soy una monja, así que no quiero dar caridad a una panda de inútiles tan descerebrados como cobardes.

“Eres la rosa sangrante que engalana mi ojal,
diosa de otro mundo que juega al azar
esparciendo su místico aroma pasional.
Ángel de labios rojos y ojos de gato.

Eres el sueño que no tiene fin,
o mejor dicho que no debería tenerlo.
Naciste en un desierto de lágrimas amargas,
hundiéndote en un mar de rotundas plegarias.

Eres el sueño que no tiene paz,
porque todos desean con furia y fuerza poseerlo.
Unicornio que cabalga alzando sus alas al alba,
siente la pasión y la elegancia.

Eres la rosa que amé y se quedó entre mis manos,
mientras me hacía sentir sus espinas.
Mi hermosa mujer, lucha por tus sueños por favor.
Quiero verte radiante repleta de eso que llaman amor,
aunque parezca falso y lo llamen el preciado diamante.”

Me senté a su lado rodeándola con firmeza, besando su frente y sintiendo que debía tener una ilusión para vivir. El trabajo que desempeñábamos era duro, tan duro que a veces cuando te veías solo querías tirar de cualquier esperanza. Estaba que esta nueva llama que crecía en ella no la quemara, pero tampoco se apagara. Si bien, por dentro sentía cierto miedo que me perturbaba. Paulo era un conquistador arrepentido, a veces, por su amante enloquecida, sin embargo uno no cambia de la noche a a la mañana.

Entonces, noté que alguien venía hacia nosotros. Junto a Kurou estaba Paulo. Ambos tenían un cigarrillo en los labios, las manos metidas en los bolsillos, y una mirada algo lejana. Sin embargo, Paulo lucía una de esas sonrisas canallas que hacían suspirar a todas las mujeres que tropezaban con él. Kurou andaba serio, meditabundo.

-¿Qué queréis?-pregunté apartándome de ella, notando como disimuladamente se secaba las escasas lágrimas que había en sus mejillas.

-Yosh, ven conmigo tengo algo que hablar.-dijo mi esposo moviendo el cigarrillo sin lograr que se cayera.-El almuerzo, he pedido que lo hagan pero no sé que postre crees conveniente.-era una excusa tonta, pero efectiva. Tiró de mí y me apartó de aquellos dos.

Dejamos que ellos conversaran, aparecieron cuando ya daba por perdida su compañía en el almuerzo. Mientras les esperábamos Kurou no paró de acariciar mis cabellos, de mirarme como si fuera la primera vez. Creo que haber recordado todo lo que habíamos vivido le había hecho sentirse un poco más afortunado, porque a decir verdad a mi me pasaba lo mismo.

El almuerzo fue interesante. Paulo tenía temas para hablar durante varios siglos. Kurou se sentía cómodo con él, al fin alguien que parecía tomarle las medidas en cierta forma. Ambos no paraban de idealizar Londres, así como también la cultura de los barrios más periféricos. Si bien, Helena optó por hablar de su gastronomía comparándola con la española. Ellos quedaron sonrojados mirando los platos y comiendo en silencio. Yo simplemente reía ante los arranques de aquel par. Era divertido disfrutar de un almuerzo como aquel.

Al llegar justo al postre apareció Anne. Caminó somnolienta aún hacia mí, pidiendo que la tomara entre mis brazos. Parecía aturdida, pero pronto despertó justo por el aroma de las natillas. Miró fijamente a Paulo, de soslayo a Helena, y después al cuenco que tenía frente a ella. Metió su dedo en él antes de llevárselo a los labios sonriendo de forma pícara.

-Puedes tomarte mis natillas, amor.-dije acariciando sus cabellos.-Mira cariño.-murmuré tomándola del mentón.-Ellos son Paulo y Helena, son amigos de tus papás.-comenté antes de darle la cuchara.-¿Qué se dice?

-Buen provecho y encantada de conocerlos, es un honor compartir mesa con todos ustedes.-aquello hizo que Kurou sonriera de orgullo.

-No niña, se dice a zampar.-indicó Helena comenzando a reír.-No la vuelvas una estirada soseras como tú, deja que la niña sea una niña.

-Yo no soy soso.-respondió molesto.

-Soso, como todos los ingleses.-dijo en forma burlona.

-Yo soy inglés.-intervino Paulo colocándose las gafas.

-Tú eres la excepción que confirma la regla.

El resto de aquella reunión informal fue bastante agradable. Paulo tuvo que marcharse antes y yo dejé a la pequeña jugando en su habitación. Los informes que tenía Helena eran muy completos, y algo complejos a decir verdad, tuvimos conferencia con Kamijo durante una media hora y nos dijo que teníamos que colaborar con varias chicas que se encontrabaen la zona. Eran Eva y Marisol. Eva era una chica muy enérgica, Marisol era algo más calmada aunque tenía un aspecto radical. Las conocía poco, pero su forma de actuar era limpia y rápida. Entre los cinco deberíamos hacer que todo fuera sobre rueda, siempre con el soporte de Sho gracias a sus robots y aparatos tecnológicos. Juka no escaparía.

3 comentarios:

MuTrA dijo...

Me ha encantado ese momento cotilleo de Yosh... Se le nota un poco en ese sentido su parte femenina: Como cualquier chica, se preocupa por su mejor amiga y quiere detalles de todo lo que la hace feliz para animarla y de todo lo que la hace sufrir para erradicarlos de la faz de la tierra. Resulta, como siempre digo, tierno. Helena no me está decepcionando, más bien me alegra saber que no me equivoqué en mi primera impresión con el personaje y me ha gustado mucho que tenga esa gran sinceridad y el toque tímido.

¡Besotes! :*****+

MuTrA dijo...

No digo que un chico tenga que ser o sentirse femenino para preocuparse por sus amigas, lo decía más bien por el momento cotilla, lo siento si di a entender lo contrario. ^^U No era la intención.

Respecto al texto... No es gran cosa, así que tranquilo. Recupérate primero, porque no creo que lo quieras leer cuando te duela la cabeza (eso pusiste, deduje que olvidaste el "no").

En fin, un beso y a ponerse bueno pronto. ;) ;*******

Athenea dijo...

Helena es un personaje que me está gustando mucho, mucho. Y Paulo es a un tiempo canalla, poeta, romántico y tímido. Y luego tiene ese aire elegante y sofisticado tan inglés, y las gafas que le dan un aire intelectual... Oh my fuckin' God! I love him, jajaja.

En cuanto a la parejita Kurou y Yosh, pues ya lo sabes, los amo, y ahora que Anne ha llegado a sus vidas, más aún. Voy a por la siguiente parte a ver qué nos desvelas acerca de Eva y Marisol. ¡Un besito! Por cierto, ¿vas mejor del tobillo? Espero que te recuperes pronto :)

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt