El zumbido de las abejas sobre la miel,
es la melodía de tu voz en placentero
tormento.
Tus manos se aferran a la vida nacida
de mis espaldas,
siento tus músculos contraerse
mientras naufrago en delirios.
La impúdica y frenética desnudez de
un casanova
y una damisela que hasta ahora era
inocente,
la arrogancia del descaro con la
dulzura de caramelo.
Tú y yo en un reino de sábanas
húmedas de palabras indecentes.
Estás en apuros, has terminado en las
fauces incorrectas,
nadie en este cuento te podrá rescatar
y devolverte
a esas praderas de la cordura y la
decencia pasadas.
Se ha deshojado convirtiéndose en
melodía infernal.
Busca clemencia para tus anchas
caderas,
ruega que te sofoque el fuego desatado,
calma venganza arañando mi áspera
piel
y suplica que la noche no acabe al
amanecer.
El zumbido de mis jadeos sobre el
néctar de tu cuerpo,
la fragancia de las flores del ardiente
paraíso,
el tabú roto por el grito de nuestra
única verdad.
Desgarraré tu mente y anidaré en tus
carnes.
El amor y la lujuria brindando en una
mascarada,
el vals con ritmos ardientes y miradas
satisfechas,
la canción de tango de lava, el crujir
del colchón
y que el mundo intente vernos tras el
vaho de los cristales.
1 comentario:
Buenas tardes, Lestat. Llevo ya algún tiempo sin aparecer por estos lares pero hoy que tengo algo de tiempo libre me estoy pasando por los blogs que me gustan de verdad. Me ha encantado este texto, la forma en que has fusionado la lujuria y el amor; el casanova con la damisela; el deseo y la pasión rompiendo tabúes. Espero que todo te esté yendo bien. ¡Un beso!
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