Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 12 de agosto de 2007

Cuando los ángeles pierden el vuelo

Capítulo cuarto


Marcus



















































Se convocó una nueva reunión de los encargados del caso. Éramos varios grupos buscando a un mismo sujeto, parecía más una cuestión de estado que una desaparición. Cordero y el jefe estaban sentados tras una mesa con varios informes, todos preparados por mí y por mis compañeros. Los habían leído detenidamente y sabía que una de las carpetas era la del detective.

-Tenemos nuevos datos sacados por González de que nuestro joven no tenía tan buena relación con sus padres. Los amigos o supuestos amigos del joven hablan de que era homosexual, gótico y bastante callado. No tenía buena relación ni mala con su familia, más bien nula.-Esas eran mis palabras.

-Yo he estado presente en el interrogatorio entre comillas y estoy totalmente de acuerdo con la conclusión del señor González.-Dijo Cordero.-También tenemos el mismo punto de partida en su informe que en el de muchos, un tal Marcus. Debemos de encontrar a esa persona, supuestamente es el último que lo vio con vida. Ya sabéis que quiero decir con el último, ¿cierto?-Tras esto tomó un trago del vaso de agua.

-Nosotros le seguimos el rastro por la red junto con el señor Cordero, hemos estado buscando un buen haker para rastrear punto por punto los lugares donde ha estado. En el cuerpo tenemos a varios, pero necesitamos un refuerzo. Debemos informaros que encontramos a un tal Hernández Escudero.-Comentó uno de los chicos interrumpiendo la exposición del detective.

-¿Quién pagará este derroche? ¿Los ciudadanos?-Exclamó Roberto.

-Los padres del joven.-Respondió el jefe.

Proseguimos sin incidentes y decidimos dar una pequeña rueda de prensa exponiendo nuestro rechazo a manipular a la sociedad con una incapacidad falsa. Después de esto las televisiones fueron demandadas por fuerzas del estado al soltar estupideces sobre algunos de los policías destinados al caso. Yo proseguí leyendo datos y datos, reuniéndome de vez en cuando con mis compañeros hasta que cayó la noche. Volví a casa, donde me deparaba un sombrío hola y unas buenas noches de tono amargo. Me recosté sobre el colchón y dejé el tiempo volara en mi mente. Me di cuenta que las victimas de una desaparición no son tomadas por igual, primero están las que tienen dinero e influencia en programas sensacionalistas para luego los que no tienen medios de ningún tipo. Antes de rendirme al sueño me pregunté dónde iría yo si tuviera su edad, dinero en el bolsillo, estuviera enamorado de alguien de apariencias perfectas y una familia que pasa olímpicamente de lo que sienta…únicamente tuve un “correría el riesgo de ver a esa persona, mi única salida”.

Cuando desperté mi mujer no estaba y había dejado una nota, se había marchado a casa de su madre y faltaban cosas suyas en la habitación. Entonces me di cuenta, me había dejado. Nuestro matrimonio se había marchitado como una planta sin agua, al principio la riegas e incluso le susurras lo hermosa que es para luego abandonarla. Quise llorar, pero no salieron las lágrimas. Me metí en la ducha y luego llamé a mi hija para que se vistiera. Su mirada lo decía todo, me odiaba por haber hecho que su madre se fuera.

-Te puedes ir con ella.-Respondí después de comprobar que a ella le había dejado otra nota. Tenía aquella carta arrugada entre sus manos.

-Eres un perdedor.-Respondió levantándose de la cama.

-Este perdedor te da de comer, te viste, te paga Internet y mantiene esta jodida vivienda. Este perdedor como tú dices se siente tan defraudado de que su matrimonio vaya mal como tu madre. Entiéndelo bien, aquí la perdedora eres tú porque con tu actitud di adiós a la red.-Comenté rabioso sin subir mi tono de voz.

-¡¿Qué?!-Rugió envenenada.

-Sí, ahora vete con tu madre porque eres igual que ella.-Dije dando media vuelta.

-¡Encantada!-Comentó correteando hasta la puerta, yo ya había salido del cuarto, y dio un portazo.-¡Hoy no iré a clases!-Gritó.

-Como si hoy te quieres tirar por un punte, tú misma.-Yo ya estaba vestido, así que no importó salir antes de casa.

En la oficina se acumulaba el trabajo y hoy iban a interrogar a algunos chicos que le increpaban en el instituto, allí no tenía muchos amigos y fama de ser solitario. Varios de mis compañeros habían estado en locales de ambiente homosexual y gótico, no habían encontrado a nadie con su descripción aunque si reconocían al chico de la foto. Muchos hablaban de él como un joven bastante insinuante, si bien últimamente siempre se le veía solo bebiendo un vaso de ron y esperando a alguien. Todos los que se encontraban ahí podían ser Marcus.

Eran las cinco de la tarde cuando entró por las puertas de la comisaría un chico de apariencias siniestras, mirada profunda y rasgos de animal salvaje. Sin duda podía ser comparado con un vampiro u otro animal de la noche. Se acercó al mostrador principal donde suelen acercarse los familiares de detenidos y gente en busca de información. Después sabíamos que su nombre era Marcus Rayces Mosini hijo de húngaros e italianos, nuestro hombre.

-¿De qué conocías a Samuel?-Dijo Cordero entrevistándolo junto a Roberto mientras yo era mudo testigo tras el cristal.

-Lo solía ver en el Chat homosexual de una página de Internet, luego supe que era aquel chico huidizo del bar Drácula. Soy bisexual pocas veces me siento tan atraído por un hombre. Decidí quedar varias veces sin embargo me retraía, pensaba que se burlaría de mí o que me usaría. No saben la fama que tiene de usar a los hombres y dejarlos como perdedores. Aquel día lo vi tan radiante, al final tuve valor para hablar con él. Fuimos al parque que esta cercano a la catedral, nos besamos y creí que lo volvería a ver al día siguiente. Después volví a casa y estos días han sido un descontrol. No sabía si aparecer por la comisaría, si creerían en mi inocencia.-Sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Un momento.-Dijo Roberto.-Dices que eres inocente, ¿por qué ese temor?-

-Porque soy la clave de su desaparición, o eso piensan. No soy estúpido, mi padre ha sido comisario en Italia, luego vinimos a España y decidió dejar el cuerpo para montar una tienda.-Comentó.

-¿Tienes algún testigo que viera al chico con vida?-Preguntó Cordero

-No.-Respondió decaído.

-Vamos a investigarte, espero por tu bien que no mientas.-Respondió Roberto.

-Tengo veinticinco años, soy bastante maduro para no mentir.-Masculló.

Tras esto orden judicial para incautar su ordenador y todas sus pertenencias, para entrar en su casa y husmear. El chico estaba limpio, es más, en su correo sí había correos de ambos jurándose amor. No parecía un desequilibrado sino más bien un artista. Tenía cientos de cuadros apilados en el garaje de su propia autoría, libros compuestos por él y la mayoría tenía relación con el joven desaparecido. Parecía obsesionado y Samuel enamorado. Pensamos incluso que encubría su desaparición para vivir juntos, una nueva puerta abierta, pero se diluyó con el paso de las horas. Yo me fui a casa a descansar, a vivir solo porque mi hija se había marchado con su madre. Mi suegra vivía al otro extremo de la ciudad y tampoco era que me afectara su marcha. Ella para mí era una extraña y yo para ella un perdedor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta! ^^ jus como las pelis de policias xDD que xulooo, y tiene gancho toda la historia se ve mu interesante >0<

Quero mas!!! o_o (necesito la dosis!!)

Saludos :D

Lary dijo...

Queremos mas!!!, ¿Cómo terminara esto?, ¿Donde esta Samuel? Muchas preguntas y pocas respuestas, que se aclare el misterio!!. Mucha intriga y mucha emoción, por favor queremos mas!!.

**^_^**

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt