Capítulo cuarto.
I. Los finales felices, no van conmigo…sin embargo sonrío.
Quedé gravemente afectado, de esto hace cinco años y aún me recupero. He amado pero jamás he odiado. Dicen que los vampiros estamos creados para amar y odiar a la vez, como todas las criaturas de Dios. Yo ahora me encuentro vacío, sin embargo lleno de sentimientos encontrados. Me halló vacío porque no consigo tener lo que me da vida, lo que me complementa para ser el alfa y el omega. Soy un pobre diablo enclaustrado en su memoria histórica, en su arte y en la vida que jamás conseguirá tener en propiedad. Pertenezco a las sombras y las sombras me pertenecen a mí. Estoy hecho de oscuridad y luz.
He aprendido varias cosas y una es fundamental: “Es mejor estar solo que mal acompañado”. También que nada existe, que no conseguiré cosas sin esfuerzo y que el amor no esta hecho para mí. He recapacitado mil veces sobres mis pecados, mis acciones cometidas son desacierto; luego me he reído porque sé que nadie me castigará por ellos, solo yo.
Soy inmortal, pero hay heridas que no se curan tan fácilmente. Quizás no podré morir, existiré siempre como la verdad en el fondo de nuestra mente, sin embargo no curo las penas de amor y se hacen más profundas sus huellas a cada paso en el tiempo. Las sonrisas de halago, complacencia y amabilidad son trazadas con amarguras además de falsedad. No he vuelto a reír, estoy apagado. Vivo solo en una viña desierta por la noche pensando en que hice mal o en que no hice. Debí obviarlo, seguir mi camino y buscar a otro pero lo elegí a él. Me odio por abandonarlo y a la vez sé que estando junto a él sería más desgraciado.
Dicen que con el paso del tiempo somos más sabios y podemos elegir mejor, por lo tanto tenemos mayor libertad. Creo que no es así y puedo demostrarlo. Soy un ser anciano, debería ser huesos en un cajón cubierto de tierras con una hermosa lápida desgastada, si bien estoy vivo y sufriendo por los designios del destino. Somos libres, la libertad esta limitada y no podemos ir en contra de ella. Es imposible hacer que nos amen a la fuerza, que otros crean en nuestras virtudes si no las han visto desde un primer instante o que atiendan a razón cuando están cegados por el cólera. La libertad no esta en decir lo que sentimos sin importar nada, en escoger el camino o en señalar a quien sea de un delito que quizás no es tal… ¿Pero qué importa no? Somos libres. No, eso es ceguera, humildad crónica con estupidez de masas. Lo único que nos hace libre son los sentimientos de amor, pero el amor también es egoísmo y las metas de cualquier persona lo son. Yo prefiero pensar poco y actuar deprisa según mis ideales, los instintos ya marcados por unas sentencias firmes. Recorro el mundo así. No me ha ido tan mal, tan sólo en el amor y no es culpa mía sino de ellos. Yo no he podido darles lo que han pedido por sus enormes expectativas o ellos no han podido aceptarme por mi sexualidad.
Durante mi corta existencia en lo eterno me han venido a la mente las preguntas más comprensibles en todo ser humano: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Existe el destino? ¿Qué es la Libertad? ¿El egoísmo qué es realmente? ¿El odio puede germinar o se puede arrancar de raíz? ¿La estupidez se hereda? ¿Es placentero no tener información de un hecho? ¿Conviene no saber algo por nuestra felicidad? ¿Es necesario tener dos caras para sobrevivir? ¿Soy realmente feliz? ¿Las estrellas son realmente hermosas o lo aparentar ser como millones de humanos? ¿Podrá el hombre vivir en hermandad? ¿Existirá un mundo sin guerras? ¿Aprenderán algunos a cerrar la boca en temas transcendentales para otros? ¿El amor es tan complejo como el cuerpo humano? ¿Cuántas cosas me he perdido al prestar atención a grandes eventos? ¿Qué es mejor haber amado y perdido o no haber amado nunca? ¿Qué hay más hermosa que la sonrisa de un niño mientras duerme? ¿Habrá un día realmente feliz en mi vida? ¿Alguien se ha dado cuenta que todos provenimos de una gran familia? ¿Hitler realmente era consciente de lo estúpido que era? ¿Merece la pena dar la vida por una nación que jamás recordará tu nombre? ¿Las guerras religiosas no son coherentes, por qué existen? ¿Se habrán percatado de que Dios no existe? ¿Dios no existe? ¿Los ángeles tampoco existen? ¿Y los ángeles humanos? ¿Se puede calificar de ángel humano a alguien que te ayuda o te salva la vida? ¿Yo soy la muerte? ¿Puedo considerarme un ángel negro? ¿Soy hijo del demonio si existiera? ¿Por qué me cuestiono nada si luego no encuentro respuestas que me satisfagan? ¿Alguien me amará como Fiódor? ¿Lo volveré a ver? ¿Me ayudará esto a encontrarlo? ¿Seguirá vivo?
Las preguntas se enlazan unas a otras y terminan creándose grilletes. La filosofía es un campo apasionante, tanto o más que la historia, y podemos ver la evolución del hombre viendo el camino que se marca en cada ser humano. Todo es relativo a algo, se pueden sacar conclusiones de una palabra o un gesto y las cuestiones pueden aflorar en cualquier instante. Somos mártires de una locura colectiva, tan sólo necesitamos meditar a solas para cuando llegue el momento actuar sin pensar. Hay que vivir cada segundo, gozarlo, sin olvidar el anterior y preguntar qué hicimos mal para mejorar los próximos.
Yo realmente ya sé que hice mal y fue confiar demasiado en alguien que no debía, también desconfié de alguien en el que debí poner fe ciega. Cada persona es un mundo y un vampiro son cientos en uno atrapado. Debo de aprender a saber tantear a cada persona, cada ser humano es distinto y se merece empezar siempre con una hoja en blanco en nuestras vidas. No somos lo que mostramos a primera impresión sino los actos que desarrollamos cuando nos conocen. La verdad por delante siempre y los buenos modales. La libertad con moderación y educación, el amor siempre a punto para quien quiera aceptarlo y una pizca de esperanza para días como hoy en los que rompo a llorar.
Quiero ser optimista, verlo todo de color de rosas; sin embargo a veces estas tienen un perfume marchito y demasiadas espinas. Por ello me despido con melancolía aunque sonriendo, esperando quizás que Fiódor lea estas palabras en alguna librería. Pienso editarlas, es una decisión espontánea. Nadie va a creer todo a pies juntillas, sin embargo sé que hay quienes podrán atestiguar que no miento.
Hasta la próxima,
Alan Wulfhilde
I. Los finales felices, no van conmigo…sin embargo sonrío.
Quedé gravemente afectado, de esto hace cinco años y aún me recupero. He amado pero jamás he odiado. Dicen que los vampiros estamos creados para amar y odiar a la vez, como todas las criaturas de Dios. Yo ahora me encuentro vacío, sin embargo lleno de sentimientos encontrados. Me halló vacío porque no consigo tener lo que me da vida, lo que me complementa para ser el alfa y el omega. Soy un pobre diablo enclaustrado en su memoria histórica, en su arte y en la vida que jamás conseguirá tener en propiedad. Pertenezco a las sombras y las sombras me pertenecen a mí. Estoy hecho de oscuridad y luz.
He aprendido varias cosas y una es fundamental: “Es mejor estar solo que mal acompañado”. También que nada existe, que no conseguiré cosas sin esfuerzo y que el amor no esta hecho para mí. He recapacitado mil veces sobres mis pecados, mis acciones cometidas son desacierto; luego me he reído porque sé que nadie me castigará por ellos, solo yo.
Soy inmortal, pero hay heridas que no se curan tan fácilmente. Quizás no podré morir, existiré siempre como la verdad en el fondo de nuestra mente, sin embargo no curo las penas de amor y se hacen más profundas sus huellas a cada paso en el tiempo. Las sonrisas de halago, complacencia y amabilidad son trazadas con amarguras además de falsedad. No he vuelto a reír, estoy apagado. Vivo solo en una viña desierta por la noche pensando en que hice mal o en que no hice. Debí obviarlo, seguir mi camino y buscar a otro pero lo elegí a él. Me odio por abandonarlo y a la vez sé que estando junto a él sería más desgraciado.
Dicen que con el paso del tiempo somos más sabios y podemos elegir mejor, por lo tanto tenemos mayor libertad. Creo que no es así y puedo demostrarlo. Soy un ser anciano, debería ser huesos en un cajón cubierto de tierras con una hermosa lápida desgastada, si bien estoy vivo y sufriendo por los designios del destino. Somos libres, la libertad esta limitada y no podemos ir en contra de ella. Es imposible hacer que nos amen a la fuerza, que otros crean en nuestras virtudes si no las han visto desde un primer instante o que atiendan a razón cuando están cegados por el cólera. La libertad no esta en decir lo que sentimos sin importar nada, en escoger el camino o en señalar a quien sea de un delito que quizás no es tal… ¿Pero qué importa no? Somos libres. No, eso es ceguera, humildad crónica con estupidez de masas. Lo único que nos hace libre son los sentimientos de amor, pero el amor también es egoísmo y las metas de cualquier persona lo son. Yo prefiero pensar poco y actuar deprisa según mis ideales, los instintos ya marcados por unas sentencias firmes. Recorro el mundo así. No me ha ido tan mal, tan sólo en el amor y no es culpa mía sino de ellos. Yo no he podido darles lo que han pedido por sus enormes expectativas o ellos no han podido aceptarme por mi sexualidad.
Durante mi corta existencia en lo eterno me han venido a la mente las preguntas más comprensibles en todo ser humano: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Existe el destino? ¿Qué es la Libertad? ¿El egoísmo qué es realmente? ¿El odio puede germinar o se puede arrancar de raíz? ¿La estupidez se hereda? ¿Es placentero no tener información de un hecho? ¿Conviene no saber algo por nuestra felicidad? ¿Es necesario tener dos caras para sobrevivir? ¿Soy realmente feliz? ¿Las estrellas son realmente hermosas o lo aparentar ser como millones de humanos? ¿Podrá el hombre vivir en hermandad? ¿Existirá un mundo sin guerras? ¿Aprenderán algunos a cerrar la boca en temas transcendentales para otros? ¿El amor es tan complejo como el cuerpo humano? ¿Cuántas cosas me he perdido al prestar atención a grandes eventos? ¿Qué es mejor haber amado y perdido o no haber amado nunca? ¿Qué hay más hermosa que la sonrisa de un niño mientras duerme? ¿Habrá un día realmente feliz en mi vida? ¿Alguien se ha dado cuenta que todos provenimos de una gran familia? ¿Hitler realmente era consciente de lo estúpido que era? ¿Merece la pena dar la vida por una nación que jamás recordará tu nombre? ¿Las guerras religiosas no son coherentes, por qué existen? ¿Se habrán percatado de que Dios no existe? ¿Dios no existe? ¿Los ángeles tampoco existen? ¿Y los ángeles humanos? ¿Se puede calificar de ángel humano a alguien que te ayuda o te salva la vida? ¿Yo soy la muerte? ¿Puedo considerarme un ángel negro? ¿Soy hijo del demonio si existiera? ¿Por qué me cuestiono nada si luego no encuentro respuestas que me satisfagan? ¿Alguien me amará como Fiódor? ¿Lo volveré a ver? ¿Me ayudará esto a encontrarlo? ¿Seguirá vivo?
Las preguntas se enlazan unas a otras y terminan creándose grilletes. La filosofía es un campo apasionante, tanto o más que la historia, y podemos ver la evolución del hombre viendo el camino que se marca en cada ser humano. Todo es relativo a algo, se pueden sacar conclusiones de una palabra o un gesto y las cuestiones pueden aflorar en cualquier instante. Somos mártires de una locura colectiva, tan sólo necesitamos meditar a solas para cuando llegue el momento actuar sin pensar. Hay que vivir cada segundo, gozarlo, sin olvidar el anterior y preguntar qué hicimos mal para mejorar los próximos.
Yo realmente ya sé que hice mal y fue confiar demasiado en alguien que no debía, también desconfié de alguien en el que debí poner fe ciega. Cada persona es un mundo y un vampiro son cientos en uno atrapado. Debo de aprender a saber tantear a cada persona, cada ser humano es distinto y se merece empezar siempre con una hoja en blanco en nuestras vidas. No somos lo que mostramos a primera impresión sino los actos que desarrollamos cuando nos conocen. La verdad por delante siempre y los buenos modales. La libertad con moderación y educación, el amor siempre a punto para quien quiera aceptarlo y una pizca de esperanza para días como hoy en los que rompo a llorar.
Quiero ser optimista, verlo todo de color de rosas; sin embargo a veces estas tienen un perfume marchito y demasiadas espinas. Por ello me despido con melancolía aunque sonriendo, esperando quizás que Fiódor lea estas palabras en alguna librería. Pienso editarlas, es una decisión espontánea. Nadie va a creer todo a pies juntillas, sin embargo sé que hay quienes podrán atestiguar que no miento.
Hasta la próxima,
Alan Wulfhilde
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