Ya sabes lo que siento. Me he abierto tantas veces el pecho para que lo vieras, que lo sabes. Mi corazón bombea a ritmo de mi voz cuando susurra tu nombre. Eres parte de mi vida, el impulso para conquistar el mundo y parte de mis sueños. Quiero recostarme a tu lado, abrazarte, besar tus labios y sonreír a las tragedias. A tu lado encontré la paz, no tuve que buscarla en mi interior ni hacer largo tiempo de ayuno, la encontré entre tus brazos y allí me quedé, como si siempre hubiera estado allí. Es extraño pensar que estás lejos, pues al dormir presiento que me contemplas y te abrazas entorno a mi cuerpo. En esos momentos me estremezco, sonrío y me abrazo con fuerza a un trozo de la almohada. Sé que pronto será el día que eso ocurra, pero aunque pase mil años desearé esa sensación sobre mi piel. Mis vellos se erizan y mi mente vuela, vuela a un mundo de fantasías únicamente donde estemos los dos.
***
“No tienes idea de lo que has generado en mi mundo, un Apocalipsis, demostrándome que lo que sentía antes por otros no era nada y lo que me ofrecían eran profundas miserias. Contigo no discuto, nunca lo he hecho. Únicamente intentas que me proteja de todo mal. Tan dulce y sincera que me haces caer a tus pies. Me vuelvo inocente y me encuentro correteando para ocultarme tras tu espalda. Eres la belladona, la flor maldita, y sin embargo te llevo en el ojal de mi levita.”
Necesito besarte
Tocar tus labios
Para envenenarme
Con un dulce adiós
Añoro la suerte
De poseerte
Como si fueras
Un tesoro perdido
Cumpliendo mi sueño
Como cualquier bohemio
Tener como premio
Tu amor eterno
Siento suplicarte
Como un niño
Siendo tu amante
Para más atenciones
Nada me es suficiente
Desde que sueño tenerte
Nada, si se trata de ti
Y me convierto en egoísta
Bésame
Sólo, por favor…
Bésame

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