Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 29 de agosto de 2011

El hombre sin nombre - Cartas extrañas

No diré mi nombre, hoy quiero jugar a las adivinanzas. No diré mi nombre hasta el final, sólo quiero despejar mi alma y llenar de nicotina mis pulmones. Seré el hombre sin nombre que os acompañará en estas sutiles líneas. Para algunos no seré más que el fruto de la demencia de un loco, para otros un ser vivo atrapado en las líneas de una carta muy extensa, y para pocos seré simplemente un escritor camuflado en el alma de un personaje.

Imagina que estoy frente a ti con una sutil sonrisa de gato, mis ojos grandes y rasgados te miran profundamente hasta congelar tu alma o hacerla arder, mis manos se mueven sutilmente sobre la mesa, aburridas tal vez de la quietud de mi cuerpo. Estoy frente a ti, dejando que mis cabellos cortados de forma dispar, y ya demasiado largos, caigan sobre mis hombros y rocen mi frente. Aún no he movido mis labios, pero con mi mirada te he contado grandes secretos que no sabes descifrar.

El humo de mi cigarrillo se expande por la habitación, un aroma a vainilla de un cigarro largo de aspecto extraño. Lo estoy dejando morir en el cenicero, ni siquiera lo he tocado aún, y te preguntas para qué lo habré prendido y porqué estoy frente a ti. En momentos el paisaje cambia, no sabes como pero estamos en una cafetería y de fondo una ciudad convulsa con demasiadas prisas.

-¿A qué has venido?-terminas preguntándome con cierta curiosidad y temor. Tal vez soy la muerte vestida de hombre maduro y de rasgos extraños para ti.

-¿Quieres ser mi bailarina?-pregunto con un susurro que te provocan escalofríos.

-¿Cómo?-interrogas sin comprender y yo simplemente sonrío.

-Quiero cantar mi melancolía, dejarla atrás con una alegre canción que parezca simplemente un mal sueño. Quiero que tú bailes sobre esas palabras, que las escuches y me hagas olvidar por completo el dolor.

Quiero evadir el dolor contigo. Mi mala suerte me persigue y la buena huye de mis brazos. Deseo simplemente moverme, tomarte por la cintura y olvidar que somos personajes de un escrito. Porque tú, como yo, somos las marionetas de este relato inventado. No existe el cigarrillo, ni la ciudad convulsa a mis espaldas, todo es un teatro donde nos movemos. Por eso quiero moverme contigo en un tango.

Lejos de estas líneas existimos, nos encontramos frente a frente y tal vez algún día en una cafetería. He vuelto al cigarrillo, a los malos hábitos que tanto odiabas. Como ves, he vuelto a ser el mismo y tú pareces que no has cambiado demasiado. Podré quizás abrazarte y besar tus labios que jamás poseen carmín.

Iba a decirte mi nombre, pero sé que sabes quien soy. Que estas letras no pueden pertenecer a otro loco más que a mí. La carta es extraña, como extraño somos ambos. Te volveré a ver pronto, en otra mañana ocultándonos del sol y dejándonos llevar por la extraña sinrazón.

Siempre tuyo.

A.

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt