Poemas de ajenjo con sabor a café,
diluvio de esperanzas con olor a
canela,
cien palomas al vuelo conviertas en
mariposas...
lágrimas de escarcha y corazón de
ceniza.
La vida son sensaciones que se olvidan,
momentos que se guardan por ser
especiales
y se apolillan porque la caja donde se
guardan
ya está llena de mentiras y verdades
suicidas.
El calor de invierno posado en el
azabache
de la oscura bruma que envuelve mi
débil cuerpo,
es la crisálida fúnebre de unos
cabellos de ébano
y un cuerpo frágil construido con
cemento de sueños.
Poemas que no nacen ni mueren,
se transforman en belladona que trepa
por paredes,
las mismas que he pintado con versos de
tiza
y caricias ásperas como las manos de
un herrero.
La vida es el canto, la mentira, el
deseo,
la lluvia, el alimento, tú reflejo, la
poesía
y la canción amarga desde la cuna
hasta el día que la lluvia roce tu
tumba.
Miles de luciérnagas hechas antorchas
creadas con el aliento de mil
dragones...
Miles de sueños revolotean en el
paraíso
de un bohemio contemplando la luna
vacía.
1 comentario:
Hacía ya tiempo que no me pasaba por aquí, pero ha sido un verano muy caótico: me han traído un gato, me he echado novio, me he ido de vacaciones, he caído enferma... En fin, que no he tenido mucho tiempo para nada. En cuanto al poema, me ha parecido, como viene siendo lo normal cuando leo algo tuyo, sublime. En especial la tercera estrofa me ha hecho vislumbrar la imagen de un ser frágil, tratando de seguir adelante con su vida en un abismo frío y desamparado. Y luego, la última estrofa, "miles de sueños revolotean en el paríso de un bohemio contemplando la luna vacía", eso es la vida, al fin y al cabo: sueños que casi nunca se cumplen o acaban convirtiéndose en pesadillas. Espero volver a leerte muy pronto y que todo te vaya bien. Te lo mereces. ¡Un beso!
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