Hace mucho que no escribo algo sobre las crónicas, un suspiro para muchos y siglos para mi. Deseaba hacer cierto guiño para un regalo, el cual llega con semanas de atraso. Es para una persona que se ha ganado cierto cariño debido a su personalidad similar a este pelirrojo curioso y por siempre niño.
Dedicado a Roxas, dedicado a Amadeo:
Dulce criatura del infierno
Cabellos teñidos en roja sangre,
la misma que parece asomar por sus labios,
la mirada de un inocente perdido en las brumas del pasado.
Nieve, frío, sonido de caballos y maldiciones de un retablo.
Un ángel cayó contra el frío y yermo suelo,
perdió su grácil vuelo y terminó siendo miserable.
La oscuridad lo envolvió, tejió su destino
y pintó sobre él el lienzo de la inmortalidad.
¿Dónde perdiste tu misericordia?
¿Dónde la locura te hizo danzar?
¿Es quizás el sonido de un violín lo que oigo?
¿Por qué no has vuelto a intentar pintar?
Cabellos de sangre y mejillas de manzana,
ojos de almendra y nariz diminuta.
Tienes la imagen de los ángeles de Caravaggio...
Jamás dejarás de ser pupilo de un ser extraordinario.
Escucha el sonido de las góndolas,
siente la inercia y la precipitación del teatro...
Toca para mi melodías amargas,
con tu dulce voz, en las tinieblas.
¡No cubran su espalda! ¡Quizás sus alas vuelvan a su lugar y sus colmillos se deshagan!
¡No cubran al joven de la mirada de dulce hiel! ¡No silencien su llanto!
La belleza a veces obliga a caer rendido ante el logro de la perfección...
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