Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

viernes, 17 de febrero de 2017

Cyril

Un ser extraño y antiguo... sabremos más de él.

Lestat de Lioncourt 


Despertó.

Abrió los ojos y observó aquel desastroso techo, lleno de humedales y desconchones, para acabar suspirando molesto. Sus manos acariciaron las vetas de la madera, así como los pequeños y mohosos clavos de esta, mientras se decía que estaba cometiendo un error. Aquella voz vibraba con fuerza, impacientándolo. Había dejado atrás Japón, viajado a Indonesia y después recorrido en una noche las grandes ciudades de China hasta llegar a Rusia. Y allí, en Moscú, intentaba hacer acopio de fuerzas tras caer debido a una ventisca. Aún no podía siquiera imaginar cómo alguien podía vivir en zonas tan frías y desagradables.

Se incorporó, pasó sus manos por su redondo rostro y carraspeó. Estaba molesto.

Había tomado una decisión estúpida tras otra, pero no había remedio ya. Era algo inevitable. Tendría que apechugar con todo lo que había ocurrido desde hacía varios meses. Incluso tendría que admitir, pese a que era algo desagradable, que fue un consuelo despertar y escuchar a alguien que le hablase en susurros, aunque le hiciese cometer una monstruosidad tan terrible como quemar a jóvenes vampiros, ya que apenas recordaba cuando tuvo una conversación decente.

Esa casa, donde se encontraba, había sido abandonada, saqueada y olvidada. Ya carecía de puertas, los cristales estaban rotos, y ese sótano era el único lugar seguro. Podía sentir que alguna vez ocurrieron cosas horribles en este lugar, pero no le importaba. Los espíritus intranquilos no eran problemas para un ser como él.

Por algún motivo sintió deseos de llorar, pero no lo hizo. Sólo se empezó a mover, como si fuese un autómata, por la casa. Tenía miedo y a la vez no. Era una sensación extraña de no pertenecer a este mundo y a la vez aferrarse con fuerza. Sólo quería dormir, pero le estaban exigiendo que apareciese y ofreciese su verdad. Estaban obligándole a dejar de huir.


Ya nadie huía.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt