Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 13 de agosto de 2008

No me abandones


No me abandones en mi perdición

No olvides la locura del instante

Olvida cualquier traba o condición

Acepta mi corazón latente

Vivo ahora atado a tus caricias

Los juegos, conversaciones y miradas

Me hechizaste con tu sonrisa

Y comencé a creer en cuentos de hadas

Yo soy tu príncipe, un guerrero

Tú la princesa de la boca de fresa

Seré de la tabla redonda escudero

Para conseguir conquistar promesas

Dulce como un terrón de azúcar

Amarga como un grano de café

Tienes contrastes como toda mujer

Y eso es lo que me seduce

Construiré una torre para protegerte

Pero en vez de dragones, rosales

Y en vez de besos, seducciones

Mi bella dulcinea, mi bella durmiente

Quiero vivir en tus brazos

Aferrado a tu felicidad

Hacer a los miedos pedazos

Y conquistar una ciudad

Deseo darte el reino que mereces

El lugar que debes ostentar

Mostrarte que te amo con creces

Al igual que siempre a ti seré leal

Te amo

“El príncipe despertó de un letargo, el dragón estaba a sus pies, degollado, y otro príncipe alzaba su espada envuelto en un aire de heroicidad. Un caballero, sin duda. Había rescatado del desastre a un reino decadente, únicamente por el capricho de unas caricias eternas y seductoras en su rostro, caricias de un príncipe melancólico.

Entonces hicieron que el reino floreciera de la mediocridad de la sociedad, la soledad únicamente aparecía en horas de meditación y la belleza rondaba por los jardines de palacio.

Agarwaen encontró al fin al ángel que había estado buscando, soñando, añorando y necesitando…Agarwaen era el nombre en clave del guerrero, el cual libró a Griffith, el halcón, de una muerte segura llamada melancolía.”

Porque los dragones en ocasiones son pruebas del destino y los príncipes simples amantes que luchan para mantenerse unidos.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt