Saito Takumi en una de las escenas de sus últimas películas.
La poesía ha vuelto a la vida desde que llegaste a la mía. En mi corazón tu nombre palpita y en mi mente hay voces que gritan que perdí la locura a causa de tu belleza. He perdido al final la tristeza, he perdido todo, altares construidos en la nada, libros apilados sin sentido, babel ha vuelto a ser construida, palabras de amor desesperadas emergen de mis labios y se funden con los tuyos. Simples y meros susurros, la poesía ha vuelto a la vida, ha renacido como de un sueño profundo y se ha colado por tu ventana. Mi voz, la tuya, la historia, la felicidad y la desmemoria de actos de guerra... mecido todo por una caricia de mis manos por tu cintura, de mis manos que son alas como las que me regalan tus miradas.
Quiero rozar tu piel con mis labios y declarar la guerra al juicio. Necesito lamer tu hiel y descansar al borde del precipicio de la soledad de sus silencios. Necesito una tregua con los alaridos de mi corazón que clama tenerte. Vivo buscando un rincón, donde guardar la cordura para que me secuestres...entre tus notas de melancolía y tu dulce apariencia
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