Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Dark City - capitulo 9 -Días precipitados, demasiado precipitados XIII


-Pero se lo dirá a Olivier.-comenté.-Para el niño será tener dos padres, Jun nos diferencia a veces diciéndonos por nuestros nombres. Bueno, un intento de nuestros nombres.

-Has hecho bien en quedártelo, aunque ya te he dicho que no es fácil.-comentó acariciando de nuevo su vientre.

-¿Qué tal salieron las últimas ecografías Miho?-interrogué mirándola fijamente.

-Son dos, lo que todos sabíamos, y son niño y niña.-estaba bastante gruesa para los meses que aún faltaban.

-¿Cómo se llamaran?-dijo con curiosidad Hizaki.

-Yutaka y Momo.-sonrió al decir aquellos nombres y todo mi cuerpo se estremeció.

-Como Uta.-susurré.

-Sí, creo que es un buen nombre para mi hijo y Eduart está de acuerdo.-entonces alzó una ceja.-El padre de Eduart quiere hablar contigo, se llama Eduart David pero todos le llaman David. Ya sabes, para diferenciar.-aclaró el porque llamarlo por el segundo nombre, no por el primero.

-Aún tengo que hablar seriamente con Josep.-quería hablar sin estar enfermo, tranquilo y tratar todos los temas como debían ser tratados.

-Tranquilo, Hizaki ya lo amedrentó hace tiempo con hacerlo sushi.-miré a mi hijo y este desvió la mirada.-Cuando supe que estaba embarazada, él lo amedrentó.

-¿Hiciste eso?-interrogué alzando una de mis finas cejas.

-Sí, le dije que podía matarlo de veinte formas distintas y servirlo como sushi.-reí al escuchar aquello de sus labios y revolví sus cabellos.

-Tan mía esa frase.-dije levantándome.- ¿Se puede ver ya al niño o no?

-Sí, creo que se puede ver.-comentó con una sonrisa.

-Mírenlos si parecen seres responsables y maduros, que bonito.-murmuró mi hija.

No dimos ninguna respuesta a lo que dijo, más bien nos la guardamos para poder responder con toda la artillería. Sin embargo, tenía razón. Últimamente no me comportaba de forma madura, pero intentaba llevar mi vida de la mejor forma posible. Caminé junto a Hizaki hasta la sala de las incubadoras, ella nos seguía con sonrisa y mirada autosuficiente. Había vencido, de momento. Al llegar donde estaban los bebés vi que de los prematuros era el más grande y sus ojos eran enormes. Parecía tranquilo en la cuna, pero despierto. La enfermera nos abrió la puerta para que pudiéramos verlo de cerca.

-Pronto me lo llevaré a casa.-susurró.

-Pronto no podrás dormir, gastarás millones de pañales y querrás huir cuando empiece con los dientes.-era un listado breve de todo lo que había tras un hijo.

-No pienso gastar millones de pañales, usaré ecológicos. El otro día me informé sobre ellos y hay. Tienen la incomodidad de tener que lavarlos, pero no importa.-pegó sus manos al cristal de la incubadora, mientras decía todo aquello.

-La zanahoria le lavó el cerebro.-comentó Miho girando su dedo próximo a su cabeza.

-No, en eso tiene razón. Yo he comenzado a usarlos con Jun, salvo cuando salimos de paseo.-puse mis manos sobre los hombros de mi hijo observando el bebé.

-Yo como de esas cosas no cambiaré.-dijo mirándose las uñas y nosotros nos giramos.-Sí, como escucháis. Eso es cosa de Eduart, él no tuvo cuidado y yo se lo haré pagar uno a uno. Pero…-dejó esa pose de dura intratable y sonrió de forma maternal.-Me alegro de tener a Momo y a mi Yutaka, saber que van creciendo dentro de mí me hace feliz. Además, Cat hará fiesta para los niños con algunos amigos y espero que vengas Hizaki. Será también para el tuyo.-mi hijo empezó con un tic en el ojo izquierdo.

-Cat.-susurró.-El modelo.-añadió.-Ese niño está como una regadera o peor.-murmuró.

-No te metas con Cat, es muy buen niño ¿o quieres que te lo eche encima para que te arañe?-reí bajo al escuchar aquello, mi hijo sólo tragó saliva.

-Mientras que no venga su novio todo bien.-comentó dándose por vencido.

-No, vendrá. Como todos los demás. Además, Ama no te odia.-pestañeó y luego le guiñó.-Te has ligado al uke amante de los chocolates con sólo tu presencia.

-¿Ama? ¿Amaury?-interrogué incrédulo y luego me carcajeé bajo, ya que no quería despertar a los niños.

-Sí, Amaury se mostró muy interesado en Hizaki.-mi hija movió las cejas de arriba hacia abajo y yo le seguí el juego.

-No sabía eso de ti Hizaki, romper corazones de adolescentes con antecedentes penales.-murmuré quedándome al lado de Miho, con mi sonrisa tétrica de siempre.

-Os odio a los dos.-murmuró.

-Voy a decirle a tu anoria que tenga cuidado, no vaya a robarte el Ama.-hice un movimiento con mis manos como villano de serie X.

-Sí, pobre.-susurró Miho.-Pobre de Amaury, que mal gusto tiene.

Nos marchamos para reírnos con tranquilidad fuera en el pasillo. Mi hijo tenía los puños cerrados y una mirada de asesino en serie que era innegable. Le habíamos tocado la fibra, la fibra de las ganas de matar a quien se pusiera frente a él.

Fuera riéndome con mi hija, al fin con menos tensión entre ambos, me pregunté que sería de todo aquello cuando conociera la verdadera situación de Yutaka y de mí. Él había sido mi amante, había sido mi prometido desde la adolescencia. Jamás le dejé realmente, siempre le hice esperar. Me había comportado de forma cruel. Sabía que incluso Phoenix se molestaría al saber cómo lo hice. Sin embargo, intenté seguir sonriendo al lado de ella. Puse una de mis manos sobre su vientre y sonreí al notar a los pequeños.

-Miho, sonríe siempre.-murmuré.-Los niños sufren si la madre sufre, tú eres una mujer fuerte y ante cualquier imprevisto debes mantenerte entera. Ahora ya no por tu pose de diva capaz de deslumbrar en un escenario, sino por ellos dos.-besé su sien y me aparté.-Disfruta de estos meses de embarazo, deja que Eduart te cumpla todos los caprichos que tengas y se feliz.-acomodé bien sus cabellos y noté que mi hijo salía de la sala de incubadoras.

-Ya se durmió.-susurró.-Creo que me quedaré todo el día aquí, tengo que llamar a Olivier y que venga a estar conmigo.

-Sí, será lo mejor.-di un pequeño golpe en su rostro y me aparté para dirigirme a la salida.-Cuidaos ambos, cuidad a mis nietos y sobretodo no os metáis en líos.

1 comentario:

Miho dijo...

Por dios XDDDDD

Como me has hecho reir con ese momento de joder a Hizaki xDDDDDDDDD

No, no XDDDDD pero que forma de reir XDDDDDDD

Ademas, me doy cuenta de algo... Sabes como poner a mi alter, en verdad, lo lei & fue como... "Yo digo eso o.o" o "Yo hubiera dicho eso o.o"

En pocas palabras, me conoces, sabes como soy & eso me alegra ^ ^

Me gusto much todo XDDDD más lo del cambio de pañales XDDDD claro o.o o qué? Eduart padre pensaba que no iba a pagar su irresponsabilidad? No XD asi que ahora a cambiar pañales & al doble XDDDDDD!!

Lo leere otra vez porque me gustó mucho ^ ^


Te amo

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt