Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

viernes, 24 de octubre de 2008

Zakeriel y Lionel



Estaba tan perdido, tanto, que los demonios me parecieron ángeles y el purgatorio un lugar de recreo. Caí en tus engaños, urdiste tu trampa y me embelesaste con el sabor de tus labios. Dime qué puedo hacer cuando ya no soy nada, cuando me has dejado sin aliento y el mundo agoniza frente a mí. Ese mundo que era mío y que ahora te pertenece, déspota salvaje sin sentimientos. Te amaba y te amo, doy todo por ti y tú te ríes. ¿Qué haré? ¿¡Qué!? Me has quitado cualquier trozo de orgullo y únicamente sé rogar. Sin embargo, mis ruegos no surgen efectos y únicamente queda el recuerdo de tus manos sobre mi piel.

-Lionel.-susurro en medio de la oscuridad. Soy un engendro que busca paz. Me has dejado, me has abandonado. Me decías que era hermoso a pesar de mi aspecto.-Lionel.-mi maldito lobo, aquel que cuidé y protegí como a mi mismo. Mis lágrimas recorren mis mejillas llenas de escamas como las de un reptil. Me bendijeron con el mal de poder comunicarme con los animales a cambio del aspecto de un dragón. La bestia que veo en mi espejo es la que veías tú y me lo negabas. Decías que me amabas, que me darías todo y que me protegerías. ¡Me sentía un maldito niño!…-Lionel.-susurro acariciando las cenizas de la casa donde vivimos juntos, donde junto a mi hermano y tu amigo convivimos como si fuéramos una familia.-Lion…el.-caigo tras las cuantiosas quemaduras y ciego, ya no veo. Me has abandonado en medio de esta guerra sin sentido.

-¡Zakeriel!-no puede ser, es tu voz.-¡Zak! ¡Mi hermoso dragón!-esas manos, ese aroma, esa sensación otra vez…¿es un milagro?

-¡Lionel!-grito magullado entre gemidos de dolor.

Y entonces…entonces despierto y estás a mi lado en la cama. No me has dejado, mi casa no ha estallado, mi hermano está vivo y también el idiota de Jin. Los tres estáis preocupados pues uno de mis experimentos falló y caí al suelo. No me ha pasado nada, tampoco a vosotros. Todo está bien y únicamente tendré que comprar otro caldero.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt