Estoy aquí, he llegado para seducirte con mi arrogancia y clase. Soy un sibarita, un don Juan y un engreído. Pero así soy, me concibieron para hacerte enloquecer y después marcharme sin un beso de despedida. Soy amargo como la hiel, puro odio y desenfreno. Cázame e intenta que te ame, sí…inténtalo pero no lo vas a lograr. No vale la pena esforzarse demasiado, únicamente quiero que te quedes a mi lado y secuestrar suspiros de tus labios. ¿Quieres usarme para una noche? De acuerdo, no opondré resistencia y me mostraré como una presa fácil. A la mañana siguiente no esperes verme a tu lado enamorado porque seas bueno moviendo las caderas, no. Soy frío y elocuente. Sé bien las medidas que he de tomar para no caer en esa trampa. Aunque en un recodo de mi corazón, en alguna arteria, bombea la dulce idea de sentirme atrapado por los brazos de alguien que realmente me quiera.
Yo soy la belleza encarnada
Soy el placer
Soy la inteligencia…
Ven a mí y cae en la nada
De mi superioridad constante
Hasta que llegue el amanecer
Perdiendo así…
Cualquier noticia de mi existencia
Viven en mí el pecado, la ilusión y la apatía. Soy la mezcla perfecta, una bomba de relojería. Me llaman pecado, me susurran mil veces que ame a los estúpidos que caen en mis redes. Soy el poder encarnado en unas nalgas formidables y una sonrisa de ángel. Conquístame con lujos, con una maravillosa melodía de violín o haz que toque el cielo con el ritmo bestial de tus caderas. Sí, hazlo. Quizás me quede a tu lado una noche más, quizás despierte y te sonría…aunque no temas, no lo haré jamás.
Me llamo Eithan
Yo soy la belleza encarnada
Soy el placer
Soy la inteligencia…
Ven a mí y cae en la nada
De mi superioridad constante
Hasta que llegue el amanecer
Perdiendo así…
Cualquier noticia de mi existencia
Viven en mí el pecado, la ilusión y la apatía. Soy la mezcla perfecta, una bomba de relojería. Me llaman pecado, me susurran mil veces que ame a los estúpidos que caen en mis redes. Soy el poder encarnado en unas nalgas formidables y una sonrisa de ángel. Conquístame con lujos, con una maravillosa melodía de violín o haz que toque el cielo con el ritmo bestial de tus caderas. Sí, hazlo. Quizás me quede a tu lado una noche más, quizás despierte y te sonría…aunque no temas, no lo haré jamás.
Me llamo Eithan
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