Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 21 de enero de 2010

Dark City - capitulo 12 - El ojo del huracán (XLV)



---

Me encuentro con estres, por eso entro poco al blog y los comentarios no los devuelvo... tengo muchos pendientes... lo sé. Lo siento.

---
Nos sentamos al fondo del local y rápidamente vino una camarera para que hiciéramos el pedido. Tan sólo pedí dos cacaos caliente, de momento. Él estaba en silencio con aquel libro entre sus manos. Me di cuenta que tenía las mismas manos que mi mujer, finas y de dedos largos. Estaba, como he dicho muchas veces, ante la mejor obra que habíamos creado. Hizaki era más hijo mío que suyo, Hero era de los dos.

-En el instituto no tengo amigos.-rompió el silencio de una vez.-Antes tenía un par de amigos, pero ahora todos piensan que soy como vosotros. Que terminaré deseando que se acueste conmigo alguno de ellos. La cosa no es así.-no sabía que decir a lo que me confesaba, pero sentí rabia y una ira inmensa.-Las chicas creen que estoy interesado en ellas para ocultar mi homosexualidad. Creen que me he dejado el pelo porque quiero parecerme a Olivier, pero no es así.-miró hacia la ventana y sonrió de forma amarga.-Vi fotos tuyas de cuando eras joven, mamá aún las guarda en su ordenador y me gustó como quedaba. Pensé que yo podría verme bien con el pelo largo y conseguir una chica como mamá.-giró su rostro hacia mí.-Pero sé que las mujeres como mi madre son únicas y seguro que no terminan con pintores con disposición al fracaso.

-Hero no es así.-dije mirándole serio.-No debes hacer caso a lo que digan cuatro gilipollas, porque si te dejas llevar por lo que ellos piensan entonces sí serás un fracasado.-me miró fijamente y tragó saliva, sabía que intentaba no llorar más porque odiaba el sonido de su llanto.-Y sobre las chicas date tiempo, eres aún pequeño para atarte a una chica.

-Yo no quiero atarme a una chica, pero al menos salir con una y poder saber que se siente al ser idolatrado por unas horas.-cuando dijo aquello frunciendo el ceño, tan confiado en que algo así le daría la felicidad eterna prácticamente, me solté a reír a carcajadas.

-El maldito egocentrismo y orgullo de nuestro linaje.-comenté.-Estoy pensando en patentarlo.

-No sé que hacer.-dijo recostándose en la mesa.-Quiero ser como Hizaki y no lo soy.

-No puedes ser como Hizaki, ni como yo y tampoco como nadie. Hero eres único, todos somos únicos e intentar ser como otros es una estupidez.-suspiré cuando vi a la camarera llegar con el servicio y dejó los cacaos frente a nosotros.-Francamente te creía más maduro, al menos más que el cabeza de chorlito de tu hermano.-él rió cuando escuchó aquello y le dio un trago a su vaso.

-¡Quema!-dijo tomando la servilleta e intentando secarse sin éxito.-Mierda, eso quemaba.

-No digas insultos, controla tu vocabulario.-comenté mirándole fijamente a los ojos.

-Papá quiero ingresar a la galería de arte de mamá.-murmuró.-Pero aún soy un novato, además mi madre no me dará trato de referencia y pensará que es mejor que estudie. Ya con un artista sin estudios lidia, aunque sé que aún le dice que se dedique a empresariales.

-Hizaki estudiará empresariales cuando termine arte dramático, lo sé. Es un Sakurai y le brillan los ojos cuando ve algo referente a la economía. A pesar de que diga lo contrario, le gusta ver la bolsa como si fuera unas Vegas.-decía aquello con firmeza, conocía a Hizaki y sabía que estaba dotado para llevar mis empresas.

-Pero yo quiero estudiar historia del arte, quiero comprender el arte y plasmar el mío. Papá, quiero ser pintor.-frunció el ceño y me mostró el Hero más maduro que jamás había visto. Tenía ante mí ya a un hombre, no a un niño.-Aún queda que termine bachillerato, eso es si sobrevivo.

-¿Si sobrevives?-pregunté tomándolo del mentón para que me mirara.-¿Qué sucede?

-Me pegan, papá me han dado palizas.-la misma historia de siempre, a mis hijos y a mí nos perseguían ese tipo de encuentros. Yo los buscaba, ellos no. Parecía que mi Karma de gallito de corral repercutía en él.

-¿Quién?-dije en un tono lleno de rabia.

-Algunos chicos de clase, no les devuelvo los golpes porque sé que yo iré al director y terminaran llamando a mamá.-tomó aire y lo dejó ir.-Eso es lo que pasa, en general. No me va bien con las personas.

-Quiero sus nombres, los quiero Hero.-aún estaba más molesto porque no me había dicho quienes se atrevían a ponerle un dedo sobre él.

-Todos los chicos de mi aula, sobretodo desde que Hizaki ya no está en el instituto para defenderme y que supieron de mis clases de arte.-inmediatamente saqué el móvil marcando a Clarissa. No contestaba y di por hecho que estaría ocupada, así que simplemente dejé la llamada pendiente.

-Esto tengo que hablarlo con tu madre y ambos con el director.-dije molesto.-Nadie te va a golpear de nuevo.

-No lo entiendes, si haces eso me van a golpear más.

-Sí lo entiendo.-dije observándolo fijamente, esas ropas y esa forma de hablar me hacían recordar momentos demasiado crueles.

-Papá soy diferente de Hizaki y también lo soy de Miho.-tomó un trago del cacao y me miró con los ojos a punto de estallar en llanto.

-Todos somos distintos y a la vez hay algo que nos une, somos una familia aunque sea algo extraña. No es sólo un apellido, un apellido no da lo que somos. Créeme, los genes de los Sakurai son demasiado fuertes para dejarse aplastar por cuatro mocosos.-lo tomé del rostro y acaricié sus mejillas.-Deja que yo haga algo.

-No.-replicó.-Ten tacto, mamá no lo sabe.-se echó hacia atrás.-No soy vuestro niño ya, quiero enfrentarme a esto. Papá quiero ser pintor, quiero ser el mejor fotógrafo, y no lograré mis metas si tú lo haces fácil.-frunció el ceño y arrugó la nariz.-Papá, esta guerra la libro yo. Quiero demostrarle que son unos idiotas, pero no lo voy a lograr yendo al director.

-Hero.-no sabía que decirle, estaba completamente empeñado en seguir como estaba.

-Si un artista no sufre no puede purificar su alma mediante su alma.-dijo con una sonrisa.-Sólo intenta que mamá no sepa esto.

-Lo tiene que saber.-repliqué.

-Lo negaré.-respondió con una sonrisa infantil.-Soy feliz ¿lo ves?

-No eres feliz.-era cabezota con ese tema.

-Papá pinto cada vez mejor, tengo las mejores notas de mi curso, estoy aprendiendo a bailar como Hizaki e intentando aprender a tocar la batería.-me miró frunciendo el ceño.-Pero eso último lo voy a dejar, me gusta más la guitarra y el amigo de Miho es mi profesor.

-¿El amigo de Miho?-alcé una ceja imaginándome al melenudo de Amaury sobre él, en sí parte de la ropa que vestía me recordaba a él.

-Sí, es también amigo de Eduart.-comentó antes de dar otro trago a su bebida, la mía se estaba quedando helada.

-¿Amaury?-pregunté dudoso y rezando que no fuera esa mala compañía.

-No, Amaury me cae bien pero no es el tipo de persona que me gusta.-dijo rascándose la mejilla.-Se llama Eric, pero todos le dicen Cat o Kitty.-sonrió por primera vez como si realmente fuera feliz.-Me regaló la ropa, me la confecciona y dice que soy su mejor maniquí.

-¿Cat?-interrogué.-¿Bajito y muy delgado?-él asintió a mis preguntas.-Creo haberme chocado con él en un par de ocasiones.-realmente lo recordaba del hospital, aquel niño parecía realmente un gato zalamero aferrándose a Miho e intentando tranquilizarla.

-¿No te gusta como me veo? A mi me gusta, me da igual lo que piense el resto.-sonrió de lado cuando dijo eso.-Aunque me peguen, y cuanto más lo hagan más libre me sentiré.

-¿Quién te ha metido esa mierda en la cabeza?-no entendía el porqué de esa actitud.

-Es admitir que tendré que ser golpeado y tomármelo con filosofía, o saltar desde un quinto piso haciendo el ángel.-respondió con un sarcasmo que me impactó.-A ver papá, yo quiero ser el de siempre pero si sigo siendo un lelo me van a dejar la cara como los cuadros de Picasso.-suspiró y se echó de nuevo hacia atrás después de inclinarse para su diatriba.-Y prefiero ser yo, replica exacta a ti y a mamá.

-Hero.-tomé una de sus manos y sonrió.

-¿O piensas que simplemente soy parecido a ti?-aquel tono de voz casi exacto a Clarissa me dejó helado. Sabía que en sus ratos de ocio se dedicaba a imitarnos y a burlarse descaradamente de nuestros defectos, era su forma de salir de su burbuja de niño bueno.

-No vuelvas hacer eso.-dije mirándolo fijamente mientras lo señalaba con mi dedo índice.

-¿Prefieres que sea más coqueto?-interrogó pestañeando con la voz casi idéntica de Phoenix.-Bueno, ya paro.

-Muy gracioso.-mascullé.

-Papá cuando tenga dieciocho años quiero ir a París, Venecia, Londres y otros países. Deseo estar un año viajando para tomar experiencias y referencias artísticas.-aquello me pareció precipitado que lo dijera con cuatro años de anticipo.

-¿Por qué lo dices ahora?-pregunté en un tono extraño, pero me había tomado por sorpresa.

-Mamá y tú sois personas con iniciativa, metas y con coraje suficiente para afrontar lo que deseáis. Yo quiero conseguir mi meta y me propongo pequeños proyectos.-parecía tan seguro cuando hablaba que ahí me di cuenta que mi pequeño Hero ya era un hombre, que había crecido demasiado rápido y yo no había podido disfrutar de su corta infancia.-Esto que te digo es mi gran proyecto, quiero ir a todos los buenos museos y ver en vivo lo de mis libros.

-¿Lo de tus libros?-dije tras un sorbo de cacao.

-Renoir, Picazzo, Botticelli, Manet, Pissarro, Murrillo, Rafael, Rivera, Fida, Rubens, Rossetti, Fra Angelico y tantos otros.-quería ver museos, obras que él aspiraba a superar.

-Está bien, cuando tengas la edad todo se hablará.-eso hizo que esbozara una sonrisa de satisfacción, yo le respondí del mismo modo.

-Papá ¿puedo preguntarte algo?-susurró después de unos segundos en silencio.

-Por supuesto.-respondí terminando el cacao que había en mi vaso.

-¿Cómo es que dejaste de amar a mamá?-aquello ni yo mismo lo sabía, no podía explicárselo y me quedé callado.-No es que odie a Phoenix, ya acepto que lo que tuvimos antes es imposible de que regrese.

-No sé como sucedió.-nuestros ojos se quedaron clavados unos con los otros.-Simplemente sucedió y me di cuenta hasta que Phoenix comenzó a llenar el hueco que tenía.-tomé aire sin bajar la mirada, la aguantaba como podía.-Fui yo quien deseó estar con él, yo quien lo perseguí, yo quien le rogaba que se quedara a mi lado a pesar de estar casado y yo quien mentía a tu madre. No quería dañarla, tampoco a ti. Hizaki ya era un adulto, podía entenderlo, pero tú eras aún muy pequeño y a ella le debo toda una vida.

-La dañaste.-murmuró ensombreciendo su rostro.-También a mí y a Hizaki.

-Lo sé, siempre termina uno dañando lo que más quiere proteger.-me sentía un maldito imbécil por dejarme llevar tantos años, por olvidarme que lo más importante eran ellos y por terminar de matar lo poco que sentía ya por la que fue mi mujer. Pero reconozco que no me arrepiento y no me arrepentí ese día por todo lo que había logrado.

-Así que no sabes el porqué.-dijo mirando el vaso vacío que tenía ante él.-No importa, poco a poco mamá terminará por ser la misma.

-Sí, tu madre es fuerte y por eso me enamoré de ella.-fue eso y sus ojos, su mirada cambiaba cuando me observaba a mí. Me sentía especial cuando me miraba y no podía mantener el cruce con la mía.

-A mí también me gustan las chicas con genio.-se sonrojó y se puso algo nervioso.-¿Papá cómo puedo enamorar a una chica así?

-¿Quieres una réplica de tu madre?-me carcajeé e intenté volver a mi actitud seria, pero imaginé a mi hijo con una pequeña réplica de su madre al lado asesinándolo con la mirada.

-¡No te rías! ¡Eres peor que Hizaki!-dijo molesto.

-Espera, no te enfurezcas ya.-dije agarrándolo de los brazos.-¿Hay una chica que yo no conozca y que haya robado tu corazón adolescente?

-Hay varias chicas que me han gustado.-comenzó a decir intentando apartar su mirada de la mía, esquivándome.-La chica tiene dos años más que yo, es inteligente y muy atractiva. Va a clases de arte plástico y es la alumna femenina más adelantada de la academia.-su voz se había hecho un murmullo y su sonrojo aumentó.-Es rubia, piel clara, ojos glaciales, muy reservada y tranquila. Amo cuando se hace un moño con uno de sus pinceles limpios... deja a la vista el cuello perfecto que tiene.-temblequeó y se llevó las manos a la cara.-¡Ya! No quiero decir más.

-Hizaki empezó con este problema de hormonas un año antes que tú, recuerdo que correteaba tras cada falda que veía.-recobré la compostura y sonreí observándolo.-Yo pensaba que tú te tomarías la pubertad con más calma.-revolví sus cabellos y el gruñó intentando apartar mis manos de su cabeza.

-¡Papá!-dijo agarrando una de mis manos.-¡Ya!

-Ya paro.-me crucé de brazos frente a él y sonreí.-¿Y cómo se llama la chica?

-Aura.-sonrió como un idiota enamorado.-Así firma siempre, es su nombre artístico, aunque el real es Aurora.

-¿Española?-pregunté alzando una de mis cejas.

-No y sí.-dijo intentando explicarse.-Su madre es mexicana y su padre es español.

1 comentario:

Mrs.Sakurai dijo...

Herooooooooooooooooooooooooooooooo!!

Cosa pequeña & sumamente linda!!

Este salió más maduro que el padre & que el hermano

Yo quiero un hijo como Hero :3! (si es adoptado mejor XD)

Awwwwwwww... Me dio ternura XD pero me ha gustado su nuevo look ;3! muy Sakurai el nene XDDDDD!


Quiero saber que pasa despues o.ó
Que ya empezo mi vicio por lo que escribes X3


Te amo ♥~

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt