Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 24 de enero de 2010

Dark City - capitulo 12 - El ojo del huracán (XXLVI)


Seguimos hablando sobre la chica durante al menos una hora. Nos dio tiempo a tomar otro cacao y hacerle sentir mejor. Parecía el niño feliz de siempre, pero noté que la nuez hizo acto de presencia y su tono de voz a veces era algo más áspero. Eran los cambios habituales en un adolescente. Había un par de chicas al principio de la cafetería y noté como se quedó unos instantes en otro mundo, las observaba intentando no parecer descarado. Estaba relajado, más tranquilo que minutos atrás.

-¿Hero quieres ir al parque de atracciones?-pregunté.

-No, quiero ir al museo de arte.-dijo con una sonrisa.-Quiero ir al parque, siempre me gustará, pero en el museo hay una exposición que no me dio tiempo a ver ayer por completo. Fui con la escuela, pero se pasaron por alto muchos cuadros y yo quería verlos.

-De acuerdo.-nunca podía negar cualquier cosa que me pedía, siempre procuraba consentirlo.

Nos levantamos para pagar las consumiciones y marcharnos hacia el museo. Quise tomarle de la mano como cuando era más pequeño, pero noté que eso le incomodaría y decidí dejar mi mano sobre su hombro. Decidimos no tomar el coche, no estábamos lejos del museo y sería una perdida de tiempo. Él se colocó los auriculares mientras caminaba y le saqué uno para saber qué demonios le animaba tanto. No reconocí esa música entre sus favoritas, parecía rock aunque no estaba completamente seguro que estilo seguía.

-Son the sixty-nine eyes.-comentó al ver que le miraba extrañado.-Es un grupo que mezcla el ritmo metal y rock en estilos más glam, clásicos y góticos. La canción que suena es Wrap your troubles in dreams del mismo cd homónimo.-la canción hablaba sobre una vida que no desaparecía, que el pasado ahí seguía y no teníamos que vivirlos como una pesadilla.

-Interesante.-fue lo único que dije.

-Son Finlandeses.-murmuró antes de quitarme el auricular para colocárselo y quedar absorto de todo lo que le rodeaba.

Cruzamos un par de semáforos y llegamos ante el gran museo de arte. Tenía exposiciones contemporáneas y de artistas locales, pero también poseía valiosas joyas de alto nivel histórico. Había dejado varios cuadros en el museo, me ahorraba así su cuidado y también la póliza de seguro. Mi hijo lo sabía, pero supongo que no eran esos cuadros los que deseaba ver.

Pagamos la pequeña cuota que costaba entrar en el recinto y entramos dejando las salas más típicas en el camino, para adentrarnos en la gran sala central donde los artistas locales dejaban sus obras. Sonrió al ver un cuadro de un cuervo negro sobrevolando un cielo de tormenta y varias láminas sobre el Caos cosmopolita.

-¿Esto es lo que deseabas ver?-pregunté quitándole los cascos.

-Amaury está colgado en este museo mira.-dijo señalando el cuadro del cuervo y un par de láminas de vampiros.-Pero no es eso lo que quería ver.-se encaminó con paso firme hacia el fondo de la sala.-Deseaba contemplar estos retratos a carboncillo, la técnica está muy depurada y pienso que están muy bien logrados para ser un artista novel.

-Son mendigos, prostitutas y gente corriente.-susurré al observar con detalle las láminas.

-¿A que son buenos?-preguntó girándose con una sonrisa.-Son míos.

-¿Tuyos?-me quedé paralizado sin saber que decir.

-Ni tú ni mamá lo sabéis.-rió al señalar el nombre que había puesto para no ser descubierto.

-The Black Cat.-susurré.-¿Te lo admiten?

-Claro.-dijo con firmeza.-Es mi nombre artístico y como firmo.-Pero no sólo tengo carboncillo, también acuarelas pero no me siento tan satisfecho de ellas.-señaló la pared que estaba frente a nosotros.-Es lo que se ve desde el despacho de mamá.

-Espera.-no salía de mi asombro, Hero tenía una vida secreta y parecía ser genético.

-¿Qué?-interrogó.-¿Soy bueno?

-¿Desde cuando?-pregunté tomándolo de los brazos para que me mirara a los ojos. Él sólo sonrió satisfecho tirando de mí para que me inclinara, deseaba un abrazo que le concedí.

-Desde este verano, según mi profesor de artes es innato.-susurró en mi oído y luego rió de forma inocente.

No supe que decir al respecto. Me había perdido cosas importantes, había descuidado a mi hijo y él me estaba mostrando quien había logrado ser sin mi ayuda. Me tomó de la mano y tiró leve de mí.

-¿Dónde vamos?-pregunté aún con la cabeza enterrada en mis pensamientos.

-Al otro lado de la sala, hay un collage fotográfico que hice de distintos lugares de la ciudad. Después pinté sobre las fotografías dándole toques distintos a los que tenían, ya que las realicé en blanco y negro. El collage se llama Vida en la Oscuridad, hace referencia a la oscura neblina que tiene la ciudad y su vida agitada.-me puso frente al enorme cuadro y simplemente quedé sin palabras.-¿Te gusta?

-Hero esto lo debe saber tu madre.-dije colocando mis manos sobre sus hombros.

-No, porque me ayudaría con la galería y no quiero.-comentó bastante serio.

-Ya, te quieres ganar las cosas por ti mismo y no por tu nombre.-respondí aún observando esas fotografías tan bien tomadas.

-Exacto.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt