Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 8 de octubre de 2011

Tears for you - Capítulo 8 - Mariposas de sangre azul. (Parte III)





El resto del día fue bastante relajado, nada de peleas o momentos de estrés. Decidí darme ese apetecible y necesario baño de espuma, aunque lo hice junto a él o más bien recostado sobre su pecho. La bañera era increíble como la comida que trajeron con una botella de caro champaña bien frío. Era nuestra recompensa por esas largas y eternas horas en el avión. Mi esposo se relajó al final, sobretodo porque consiguió dar con el canal de películas que tanto le gustaba.

Esa noche descansamos en una cama enorme, muy parecida a la que teníamos en la mansión, pero con unas sábanas que tenían perfume a chocolate. Me pareció curioso que el jabón tuviera ese perfume, y reí al notar como Kurou olfateaba las mantas con esa expresión de niño en una fábrica de chocolate. Tuve sueños agradables, para nada revueltos como noches atrás. Sus brazos me rodeaban con esa fuerza que me transportaban a la calma.

Desperté a eso de las once de la mañana, demasiado temprano y para mí un golpe a mis fantasías. Soñaba con un pequeño niño en mis brazos y una vida tranquila, lo que siempre había deseado. Si estaba envuelto en todo lo que me rodeaba no era precisamente por deseo propio, sino porque fue la única escapatoria cuerda que encontré. Las demás escapatorias eran meterme plomo a mí mismo y dejar un bonito cadáver de menos de veinte años.

El teléfono móvil sonaba con insistencia. Kurou no estaba, escuché la ducha y supuse que él había tenido esta vez las pesadillas. Tuve que incorporarme y aceptar la llamada. Ni siquiera miré el número, pero al oír la voz desperté del todo. Kamijo nos llamaba para darnos las instrucciones que debíamos seguir.

-Buenos días.-dijo con un tono de voz serio, algo lóbrego.-Seré rápido.-escuché movimiento de papeles y un suspiro pesado.-Están en el MGM es un enorme hotel de lujo con casino. En el teatro del hotel dan espectáculos todas las noches, allí Jasmine se dedica a jugar a ser lo que no es y Phoenix es el presentador en ese antro de patanes. Taylor se encuentra como jefe de seguridad de una cuadrilla de imbéciles que podréis despistar con facilidad. Te aconsejo que te vistas de forma provocativa, para nada seas tú.

Cuando me aconsejaba de esa forma sólo podía pensar en zapatos de tacón altos, pelo recogido, perfume de zorrita feliz, mucho maquillaje y un traje muy estrecho. En más de una ocasión me había vestido de mujer, mi aspecto solía causarles atracción a todos los cretinos que pensaban con la bragueta. Usualmente todos piensan con la entrepierna, pero había veces que tenía que seducir a mujeres y podía ser el hombre masculino que no solía mostrar. Ese hombre que hizo temblequear a varias mujeres politicuchos de las altas esferas.

-¿Cómo? No pienso hacerlo.-respondí.-Me niego.

Él sólo esperó que yo negara, que empezara mi frustración, para continuar informándome. No iba a detenerse a discutir nada, ya lo había planeado y no tenía porque contradecirle. Él me había dado esa misión y debía cumplirla.

-En media hora llegará el traje para esta noche, te aconsejo que hagas tratamiento de belleza hoy mientras investigáis los planos que os enviaré. Todo lo que tenéis que hacer estarán en los papeles que llegarán hoy en un sobre, junto a los disfraces.

A veces, bueno casi siempre, tenía la extraña sensación que mi hermano no me escuchaba. Él decía blanco y yo decía negro, pero prevalecía el banco. Estaba cansado de hacer misiones de esa forma. No quería tener que contonearme y hacer de mujer fatal, mucho menos en una ciudad como aquella. Las Vegas me atraía como luz fluorescente a los mosquitos.

-Kamijo, no voy a disfrazarme.-ya era tarde para reprochar nada, había colgado.

Chillé frustrado golpeando el colchón y provoqué que mi esposo saliera sin toalla del baño. Nos miramos él con su asombro y yo con mi frustración. Me llevé las manos al pelo tirando de él y seguí pataleando. Se acercó a mí en silencio y me besó la frente antes de mirarme profundamente. Sus ojos me calmaron por un instante antes que rompiera a llorar.

-Aunque uses tacones de nuevo para mí eres un hombre, un hombre maravilloso y no pienso verte como otra cosa diferente. Ellos son estúpidos, se dejan guiar por las apariencias de un disfraz barato.-dijo acariciando los mechones de mi flequillo.-Eres precioso así, si ellos no se dan cuenta es porque piensan que la belleza sólo puede hallarse en una mujer.-besó mi frente y luego mis labios de forma dulce.-Deja de llorar, intenta calmarte.

-En unas horas vendrá un sobre y varios paquetes con disfraces para los dos. Seguro que te envía algún traje, peluca y algo para deformar tu rostro.-murmuré intentando secar mis lágrimas, habían salido en un momento y parecía que no querían irse.

-Pide el desayuno.-susurró secándome las lágrimas con sus enormes manos.

Asentí a sus palabras antes de recostarme y suspirar pesado. Pediría el desayuno, cuantas más calorías mejor. Quería olvidarme del estúpido de mi hermano, de sus estúpidas ideas y todo el estrés que me provocaba el sólo hecho de pensar que debía llevar ligero. Pagaría todas mis preocupaciones con tortillas con litros de chocolate caliente y natillas.

Muchos el vestirse de mujer puede ser divertido, sobretodo en carnaval o en las fiestas del día de brujas. Para otros es parte de un fetichismo descerebrado que les endurece el miembro tanto a ellos como a quienes gozan viéndolos así. Cientos se visten de mujer y cantan como coristas cubiertos de purpurina protagonizando espectáculos más o menos glamurosos, más o menos artísticos. Sin embargo, para mí no tenía nada de excitante o divertido. Sé que no seré el único, pero a mí me aterra hacerlo.

Recordaba con precisión el primer día que me pusieron ropa de chica. Fue poco después de cambiar de ciudad en manos de aquellos dos cerdos. Durante el viaje tuve que aguantar varias paradas donde me hicieron ofrecerles un buen espectáculo de placer y orgasmos fingidos. Pensé en huir, pero nadie me creería y mi alma estaba tan rota que en lo único que rogaba era un balazo. No quería sufrir más.

Noches más tarde me vendieron en una subasta en algún rincón de Shibuya y la persona que me adquirió lo hizo por una fuerte suma de dinero. Se veía un hombre pulcro, de aspecto severo y no más de cincuenta años. Después supe que era el líder de un bando de la mafia, uno de esos hombres importantes e intocables. Por su apariencia pensé que había caído en mejor lugar, pero me confundí.

El señor Yamaguchi, ese era su apellido, era inmenso. Su tamaño era parecido al de Kurou, pero era algo más grueso y con unas manos aún mayores. Cuando estuve frente a él temblé. Lloraba deseando aferrarme a él y contarle todo el dolor que había sufrido. Pensé que podía ser mi ángel, pero me equivoqué rotundamente.

Aquella noche me abrí de piernas para él embutido en un traje blanco y medias de red también blancas, así como ropa interior puramente femenina. Esa era su parafilia, una de ellas. Me convertí en su muñeca y a su muñeca le hacía practicar cualquier acto que para él tuviera cierto grado de placer. Cuanto más lloraba más le gustaba, decía que me veía hermoso cuando lo hacía y me forzaba sin importar si yo estaba cansado o dolorido.

“Y caíste al infierno,
yo lo recuerdo.
Con un vestido blanco,
igual que una novia.
Miles de pétalos de flores rojas,
como las llamas que te resguardaron,
cubrían tus cabellos dorados.
Hacía frío allá fuera, era invierno,
yo lo recuerdo.
Alzaste tu rostro de narciso,
mostrándome todas tus fobias.
Miles de lágrimas recorrieron tus mejillas,
como ríos caudalosos que se desbordaron.
Caíste en lo más bajo... princesa dragón.”

Kamijo sabía de mi pasado, él mismo me había hecho vestirme de mujer. No me había usado como otros, lo había hecho para que nadie me reconociera. Decía que era por mi bien, pero francamente yo prefería que me reconocieran a seguir usando faldas y escotes demasiado atrayentes. Sin embargo, comprendía sus motivos pero eso no hacía que no me frustrara y me provocara chillar.

El desayuno fue rápido, no porque fuera escaso sino porque tenía apetito. El paquete vino una hora más tarde de haber despertado, justo a las doce en punto, y después estuvimos como seis horas investigando las salidas y leyendo todos los informes de seguridad. Nos había enviado incluso el último modelo de Blackberry para ponernos en contacto con Sho y que este hiciera la parte del plan con el cual no contábamos.

Teníamos que llegar a las diez, entrar en aquel lugar como una pareja de jugadores adictos a la ruleta y los juegos de poker. Entraríamos enviando un mensaje rápido a Sho para que pusiera todo a punto. Después socializaríamos, es decir jugaríamos, y luego decidiríamos ir a ver el espectáculo como a las once y media. Entonces otro mensaje iría directo a Sho y comenzaría el plan.

Todo aquello era para que los de seguridad no sospecharan de nosotros, se montara un buen escándalo gracias a un virus informático cortesía de mi sobrino y por supuesto hiciera que Taylor saliera de su madriguera. Allí, entre el jaleo de los clientes y los empleados, lo secuestraríamos y llevaríamos al lugar acordado en los planos de mi hermano. Una vez allí podríamos hacer con él lo que quisiéramos.

Poseíamos documentos falsos, disfraces, comunicación, un coche de alquiler con los nombres falsos y coartada en este hotel. Ya que nos iríamos a otro a cambiarnos, así como nos llevaríamos las ropas en el vehículo y nos cambiaríamos antes de regresar al hotel Venecia. Nadie nos vería salir ni entrar con disfraces, sino como la típica pareja de luna de miel agotada de la vida nocturna.

2 comentarios:

haku dijo...

Sip, desapareci un tiempo, pero como siempre, termino regresando tarde o temprano. Y desde luego que con mejores animos que antes, solo que esta vez, bueno la vez pasada me dejaste un poco abrumada con el final que diste en Dark city, sobre todo cuando mencionaste que beauty "se fue al cielo". Todo ese dia, me acuerdo, fue el lunes, estuve con los nervios de punta, debido a ese breve parrafo. Ya que mi hermana, la unica que tengo y que quiero mucho, estaba por dar a luz en esos dias. La madrugada del martes se la llevaron a urgencias por complicaciones durante el parto y, pues simplemente, esperando en la sala del hospital, rogaba a los cielos que no terminase como "tu beauty".
Hoy en dia, aun no la he podido ver. Pero espero poder hacerlo en los proximos dias... En fin. seguire aquellos primeros capitulos tuyos por donde me quede, je.
Y sobre los kimonos, pues les he agarrado una extraña mania ultimamente, me parecen tan divinos,y desde luego que deben de ser tan comodos.... oh! (suspiro)
ja y bueno... Me alegra saber que su estres ha ido en decaida, eso es bueno, el mio por el contrario esta en terminos medios, pero supongo que pronto decaera.
Y vuelvo a escribir, digo, nunca lo he dejado, pero a veces "hay ciertas personas, que me desbaratan la computadora y es dificil tener que reescribirlo todo de nuevo" TwT jajaja
Ojala sigas con tu Buena Salud y BuenAventura. ¡Me siento Genial sin sentir tatos nervios! Buen dia, o tarde? jajaja

Lin Sekiei dijo...

Vale, ahora entiendo porque no le gusta vestirse de mujer... pobre, lo que no le hayan hecho u.u
Pero hay que reconocer que unos taconazos y maquillaje le sienta tan bien~ <3 XDDDD
Me gustó! Esperaré más dosis!
Besos! :3

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt