Queridos lectores,
Apreciados amigos que pasan por este lugar donde descansan mis historias aguardando a ser leídas, personas que toman su pequeño tiempo libre para concederme la oportunidad de narrarles mis estúpidas ideas, debo pedirles perdón.
Hace unos meses comencé a trabajar y me vi completamente perdido en decenas de documentos, trámites, horario infernal. Cuando acabé mi trabajo me dispuse a continuar junto a ustedes, ofreciéndole la saga policíaca que tan acostumbrados estaban a ver ya en mi página, pero sufrí un golpe duro.
Pocos conocen mi vida privada lejos de aquí, pero los que sí lo saben sabrán lo unido que estaba a mi abuela. Cuidaba de mi abuela cada día junto al resto de mi familia. El pasado día 3 de Abril mi abuela finalmente descansó y decidió dejarnos. No me encontraba muy sosegado para meditar una buena trama para ofrecerselas a todos ustedes, así que decidí guardar silencio.
Este lunes volveré a dejar la continuación, lo haré cada 2 ó 3 días.
Les ruego que me disculpen. Estoy muy agradecido por sus lecturas.
Atentamente,
Lestat de Lioncourt (Ángel González)
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