Dos personas que dicen no tener tiempo para la literatura, pero que siempre encuentran un segundo para poder tomar asiento y tomar un libro. Rocío es una gran poetisa y madre, Héctor será un gran abogado.
Tinta sobre mi cuerpo,
entre las pestañas y los labios
carmín.
Lluvia de tinta sobre campos de nieve,
los que guardan en tu libreta azul.
Tinta sobre mi, folio desdichado,
antes de ser arrugado y olvidado.
La tinta que corre por tus venas,
es esa misma que usas para dibujar
castillos,
invitar a princesas a bailes imposibles
y conquistar lunas donde viven conejos
blancos.
Tinta sobre mi, cuaderno de poeta,
donde divaga sobre el alma y su néctar.
La tinta que marca tus dedos,
es la que recorre tus lágrimas.
Apartas de tus ojos sinceros la
desgracia
y exprimes con coraje cada verso.
Tinta sobre mi y sobre ti, corazón,
antes que el sentimiento pierda contra
la razón.
La tinta del viejo bolígrafo
desgastado,
ese que muerdes incesantemente,
ese soy yo, igual que lo son tus
recuerdos.
No me olvides, que el sacrificio no sea
en vano.
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