Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 31 de diciembre de 2012

Violín de París


Violín de París


Adelante, esgrime tu violín como arma,
demuestra tu pasión y húndete en la amargura.
Mírame burlonamente desde el escenario,
haz crujir las tablas igual que mi corazón.

Te amo y te temo, te odio y te necesito.
Eres mi mayor preocupación y tortura,
el fantasma que camina entre vivos
y que se alza entre las llamas.

Hoy soñé contigo, no como monstruo.
Soñé con el hombre que admiré como amigo,
compañero de niño y discreto amante nocturno.
¿Cuándo el vino dejó de tener sabor para nosotros?

Te amo y te temo, te odio y te necesito.
Álzate de nuevo ante mi, mírame con odio
y júrame que me detestas para que sufra
como dices que yo te hice a ti.

Recuerdo tu nombre y tu rostro,
también la nieve cayendo en París,
los café, la capa de piel de lobo y tu violín.
Recuerdo todo como si hubiese sido ayer.



¿Cuándo dejaste de ser mi estimado para terminar siendo mi ogro? ¿Cuándo? Son preguntas que no responderás, son palabras que se mueren en el vacío del eco de mi voz. Tu muerte marcó un nuevo rumbo. Pero si es cierto que ni tu odio ni tu muerte han hecho que deje de recordarte, de extrañarte.  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt