Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 27 de enero de 2013

¿Dónde?


Mírate, tienes lágrimas de nuevo cubriendo tus mejillas hasta la comisura de tus labios. Esos malditos labios que tiemblan como muchacha a punto de serle arrebatada su virtud. Tienes las cejas juntas al tener la frente fruncida. Creo que estás molesto y lleno de dolor, aunque no puedo leer tus pensamientos ni saber nada sobre lo que puede albergar realmente tu corazón. Posees una imagen desalentadora con esa camisa mal cerrada cubierta de sangre, de tu propia sangre, y tus pantalones de pinza están cubiertos de polvo, cenizas, y barro. ¿Dónde te has metido? Es lo único que se me ocurre decir al ver que no llevas zapatos y tus pies desnudos tantean a duras penas el suelo de mármol de la capilla. Tus manos están cerradas entorno a un rosario de cuentas negras y lo sostienes como si fuese a salvarte de mí.

Estoy seguro que me odias, me odias tanto como me amas y me necesitas. Sé que me extrañas rodeándote con mis fuertes y firmes brazos, burlándome de ti en un murmullo y explotando en carcajadas, y a la vez te sientes aliviado porque no estoy. Me has amado más que todos ellos y me has adorado como a un Dios, pero a la vez me temes y me repudias de tu lado porque crees que no me comprendes. Tienes miedo que un día desaparezca y a la vez la soledad de los libros que te acompañan, así como tu fascinante colección de crucifijos, es lo que más deseas.

No quiero que te gires y espero que estés tan absorto que no sientas mi presencia. Prefiero mirarte desde lo lejos, como la primera vez que nos conocimos, antes de perturbarte aún más. Y sin embargo, aún me pregunto ¿dónde te has metido? Fíjate, tu elegancia de caballero se ha disipado. Oh, Louis...  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt