Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 16 de enero de 2013

Matalobos


Matalobos era el apodo que se le concedió a Lestat tras matar ocho lobos. En honor a Anne Rice, al personaje, y al fragmento de su gran obra Lestat el Vampiro, he realizado este poema. 



¡Lucha! ¡No hay nada que puedas hacer!
Levanta tu ensangrentado cuerpo de la nieve,
mira a la bestia con la furia que yace en tu interior
y esgrime tu única arma, hazlo una vez más.

No tienes permitido salir corriendo ahora,
es la lucha del león entre los lobos
y aunque puedes llegar a caer
sabrás que vas a morir si te rindes.

¡Mira sus ojos de fiera y su orgullo sobre la nieve!
Hay huellas de sangre cercanas a ti,
el frío congela tu alma y tus lágrimas.
Hoy te harás un hombre entre las bestias.

¡Sigue luchando y no te permitas fallar!
Tus ojos azules se perderán en los ámbar,
emprenderás este cruce de caminos
donde tú saldrás victorioso en cuerpo y alma.

¡Matalobos! ¡Álzate matalobos!
Las ocho bestias del infierno te persiguen,
sus figuras esbeltas henchidas de orgullo
quieren clavar sus colmillos para desgarrar tu piel.

No puedes correr lejos de aquí,
sólo puedes luchar para sobrevivir.
¡Enjuaga tus lágrimas cristalizadas!
¡No es tu final! ¡La historia acaba de comenzar!

¡Corazón de León en medio del frío!
Cabellos de dorado sol en una mañana gris,
una de la que no podrás huir ni en sueños.
Matarás a las bestias que admiras, tus lobos.   

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt