Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 9 de febrero de 2013

Odio y amor


Ódiame por todos los besos que te debo.
Ódiame por la verdad que callo para que no llores,
y por la que digo para que sufras.
Ódiame por las peleas absurdas
y ódiame por amarte más de lo debido.
Ódiame hasta que no te queden fuerzas.

Necesito que me odies porque si me sigues amando te haré trizas. El amor que te ofrezco es peor que la peor de las heridas. Mi amor es sincero pero quema, es veneno en las venas y pudre tu felicidad. Aún así te quiero a mi lado, necesito ver que despiertas y sonríes complacido por un sexo brusco y sin medidas.

Soy un orgulloso que tan sólo piensa en su belleza, su bienes materiales y lo hermoso que luces a su lado... pero el mismo que cuida tus sueños cuando caes desplomado tras el sexo, quien te acaricia los cabellos a riesgo que despiertes y me sorprendas, y el mismo que se aleja de ti antes de seguir una discusión sin sentido.

Y sé que cuando me odies, cuánto más me desprecies, más te buscaré incansablemente rogando que vuelvas a mi lado. Nuestro amor no tiene límites y tampoco mis deseos de jugar al ratón y al gato.

Ámame con todas tus fuerzas
cuando sonría para otros.
Ámame cuando te diga ya no te quiero,
porque cuando cruce la puerta me arrepentiré.
Ámame por cada palabra no dicha.
Tan sólo ámame.

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt