Recuerda tu mirada envuelta en
misterio.
Recuerda el dolor que una vez
contuvieron.
Recuerda el murmullo de los médicos
y como lloraste en cada sueño.
Mira mi amor, ahora estás libre
puedes cantar, reír y mirarme.
No soy tu salvador, ni un ángel
tampoco el demonio que todos dicen.
Ven conmigo, camina por el jardín
te mostraré la selva que hay aquí.
Entre los matorrales del mundo
existen villanos y yo les rindo
tributo.
Soy el asesino de asesinos,
el príncipe de la inmortalidad
y tú serás mi princesa por siempre
en New Orleans, nuestra ciudad.
Recuerda tu mirada envuelta de dolor
y como sufrías pensando en la muerte.
Recuerda los árboles y sus ramas
inertes
mientras rogabas que fuera el final.
Y el final ya no existe...
tú y yo por siempre bailando un vals.
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