Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 28 de mayo de 2015

Celos

Mira por donde Claudia no era la única que tenía un diario... ¡Y mira por donde yo tengo ese diario! Os dejo una página de un viejo diario de Louis.

Lestat de Lioncourt


Quiero mirar a un lado. No deseo desvelar mis sentimientos. Intento hundirme en mi condena y olvidar que tú eres la soga que está aferrada a mi cuello. Noto el nudo clavándose en mí, quitándome el aliento, y provocando que esté completamente irritado. Veo tu sonrisa, tus modales refinados frente a las damas y esos guiños traviesos que creía que sólo a mí me regalabas. Puedo oler en tu ropa el aroma de otros. Percibo un placer desenfrenado de ti hacia otros y eso me perturba, enloquece y entristece. Siento que pierdo el juicio y deseo destruir todo lo que está a mi alcance. Tú me has hecho así.

Sin embargo, cuando me abrazas percibo tu aroma y sé que estoy en el hogar. Encuentro el camino hacia la paz. La calma inunda todo. Puedo percibir la melodía de tu corazón bombeando con fuerza, llevando la sangre de tus víctimas hacia cada parte de tu cuerpo, y el mío, ligeramente aletargado, comienza a llevar el mismo ritmo mientras acaricio tu rostro. Me he reprochado mentalmente el amor que siento por ti, pero aún así no desaparece. Pese a todo crece con fuerza, se convierte en una enredadera que ata mi cuerpo y enloquece mis sentidos. He perdido la paciencia y la calma sólo regresa cuando me sonríes desde el piano.


Odio que otros puedan hablar maravillas de tus inteligentes diálogos, tus indiscutibles pensamientos y tus elegantes modales. Frente a mí siempre te has comportado pueril y ridículo, has gozado del teatro casi sin conocer realmente sus intrincados sentimientos y sé que eres un demonio. Un maldito demonio. No sé de dónde has venido, pero sí que has llegado para quedarte gozando de mis lágrimas. Te odio, pero a la vez te amo demasiado como para abandonarte.  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt