Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 26 de mayo de 2015

Odio

Si hubiese sabido que me odiaba posiblemente hubiese intentado paliarlo de algún modo.

Lestat de Lioncourt


Tocaba. Sus dedos se movían sobre el piano con una agilidad pasmosa. Solía sentarse frente al instrumento algunas horas. Parecía festejar las muertes de todos los idiotas que se interponían en sus planes. Disfrutaba de las obras más innovadoras y se regocijaba en las frases más inquietantes de los diálogos. Se dejaba llevar. Solía saborear la vida a grandes tragos y se precipitaba por las calles cercanas como si fuese un monstruo, pero con la elegancia característica de épocas pasadas. Su cabello rubio, revuelto y suelto era como la melena de un león que centelleaba bajo su sofisticado sombrero. Las mejores telas cubrían su cuerpo, con el mejor patrón y todo hecho a mano. Sin embargo, era más puro frente al piano. Pues la música acelerada era única entre los nuestros. Ningún mortal podría tocar como él.

Durante algunos años admiré al demonio que se vestía elegante y mataba con sus encantos. Era la muerte más soberbia que podías tener. Me deleitaba contemplando como destrozaba la vida de cientos de hombres y mujeres, los arrojaba al canal más cercano y bailoteaba sobre las tumbas de los cementerios. Pero poco a poco fui detestándolo.

Odio que me toque el cabello y me llame hija. No puedo evitar el asco cuando me estrecha entre sus brazos y besa mi aniñado rostro. No soy inocente, pero él es peor que yo. Me condenó a ser así. Nadie me preguntó. Él no me dio a elegir. Me siento atrapada en un cuerpo diminuto de aspecto doliente e inocente. No lo soporto. Él tiene la culpa de todo. Él y Louis. Sin embargo, Louis es débil y fácil de manipular. Puedo usarlo a mi antojo. Con Louis jamás tendré problemas, pero él es irreverente y jamás sé lo que puede estar pensando. Es estúpido, pero a la vez astuto. No imagina siquiera el odio que germina en mí como una enredadera.


Hoy sólo vivo para la venganza.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt