Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 8 de junio de 2015

Mi vida en una breve carta

Mi hijo Viktor es un encanto... ya me llama irresponsable como los chicos grandes...

Lestat de Lioncourt 

Para muchos los vampiros son simples seres cargados de fantasía, los cuales poseen el atractivo del romanticismo y la acción moderna. Cientos han leído miles de obras sobre ellos imaginando a los personajes traspasar las hojas de los libros, llevándose su propio cuello a los labios y pactando con cada inmortal como si fuesen el mismísimo diablo. Han conquistado a poetas, escritores, pintores, escultores, al mundo del teatro, a los extravagantes y seductores diseñadores de ropa, cineastas del cine de culto al terror y también de la acción más explosiva. Los vampiros siempre han sido objeto de devoción y pánico. La oscuridad se cierne sobre las cabezas de aquellos que los han alentado a ser lo que son. Los escritores han convertido al mundo en un escenario llamativo para los más jóvenes, así como para muchos adultos y algunos niños. Si bien, para mí nunca han sido figuras de de fantasiosos sueños... han sido reales.

Desde que cuento con memoria me he visto rodeado de seres con colmillos, aprensión a la luz solar para salvar sus propias vidas, y amantes de un culto extraño a la vida. Ellos desean salvar vidas, pues los vampiros con los cuales he convivido son científicos. Todos ellos desean comprender qué son y cómo paliar las numerosas enfermedades mentales que pueden afectar a los neófitos, así como a los más antiguos, e incluso curar defectos físicos que ya estaban antes de ser convertidos en inmortales. Inclusive han desarrollado fármacos para poder procrear entre ellos, igual que lo podían hacer cuando era mujeres y hombres comunes. No están muertos. Son una especie nueva. Les late el corazón y respiran porque lo necesitan, sin embargo su alimento es la sangre.

Mi madre es una de esas científicas. En ella he visto la firmeza de una mujer mortal y la fiereza de una inmortal. Cuando contaba con diez años se sometió al rito final para ser transformada en lo que es hoy. Puedes verla atemporal, en sus cuarenta años, con su cabello rubio ondulado rozando su nuca y su impecable bata de científica. Mi padre ya era un vampiro. De hecho es uno de esos vampiros afamados que todos creen que es papel y tinta. Sus historias han saltado a la gran pantalla atrapando a cientos, ha sido estrella del rock por sus propios méritos y hay una serie de libros que han provocado miles de reacciones entre los vivos, los mutantes y los muertos. Cuando hablo de muertos me refiero a los espíritus y espectros. Sí, porque ellos también son reales. Igual que son reales los brujos y su orden paranormal gobernada entre las sombras por un milenario inmortal, un fantasma y un espíritu.

Mi nombre es Viktor. Supongo que ahora, desde que él sabe mi existencia, puedo decir que mi nombre completo es Viktor de Lioncourt. Un vampiro hindú llamado Fareed, al cual admiro y quiero como si fuese también mi padre, logró que mi madre me concibiera gracias a sus adelantos e investigaciones científicas. Lograron un milagro. Bueno, milagro lo llamó Lestat... Fareed lo llamó hito científico.


Toda mi vida he vivido rodeado de inmortales. Ahora, gracias a mi persuasión y testarudez, soy parte de los vampiros que rodean la corte de mi padre. No me importa haber dejado atrás el sol, pues tengo a mi compañera y a toda mi familia envuelta en la nube de poder, sabiduría y camaradería que siempre he admirado y querido. Atrás han quedado las viejas luchas por poder. En estos momentos sólo queda comprendernos entre nosotros e intentar que la paz perdure... Y que mi padre cumpla las normas que él mismo ha pedido que Marius, uno de los vampiros ancianos, ha desarrollado. Entre nosotros, queridos amigos, no creo que lo logre. Mi padre no sabe que es una norma... creo que nació para ser rebelde.    

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt