Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 1 de agosto de 2015

Espero que llegue nuestro día

Marius, hazle caso. Pandora quiere que te bajes de tu nube de irracionalidad y dejes esa pose de hombre de leyes, rudo con el mundo y consigo mismo. Tienes sentimientos y todos ya los conocemos. No ocultes las cosas. 

Lestat de Lioncourt

Ya no sé como decirte lo que siento, pues al parecer no escuchas mis palabras y por lo tanto dejas a un lado mis sentimientos. Oprimes mis ilusiones y destrozas el alma que está bajo mi piel. No te cansas de protestar por todo lo que hago, generas una violencia injustificada ante mis palabras y te niegas a ofrecerme aquello que necesito desesperadamente. Cada vez que perdono tus injusticias me siento culpable, pues hago más fuerte al monstruo que yace en tu corazón.

Jamás has permitido que alguien entre realmente en tu corazón. Posees una coraza tan gruesa que es imposible rascar siquiera su superficie. Tus ojos azul hielo se convierten en una tormenta de ira, caos y desesperación cuando el mundo no gira a tu alrededor, lo cual es lo habitual. No estás acostumbrado a que te digan todo lo que piensan, pues te temen. A penas tienes amigos, Marius, y es porque no deseas aceptar nuestros sentimientos. Quiero salvarte, pero no me dejas. Deseo amarte, pero me niegas. Temo que un día te quedes realmente solo. Ya muchos han desistido y yo estoy a punto de rendirme por completo.

Mi mayor sueño es que vieras cuánto te amo y todo lo que he hecho por ti. Caigo rendida a tus pies, lloro miles de lágrimas amargas y ruego que me ames. No soy santa ni tengo miles de virtudes, pero siempre te he amado sin importarme nada. Nuestro amor es letal, nos hiere y nos mata, y a la vez, por más que lo neguemos, nos mantiene vivos. Hemos cometido un error tras otro. No sólo has sido tú el problema, sino yo también que no he sabido imponerme.

Te he visto vulnerable miles de veces. Sé que lloras a escondidas y te mueres en tus lágrimas. Si bien, crees que tu pose gallarda te hará bien. Olvídate de esa fuerza que no sabes aplicar, y permite que vea la ternura que he encontrado en tus brazos. Acepta tus errores, pues no son tan terribles. Comprende que no podemos ser siempre como deseamos. Quiero que volvamos a ser los que una vez fuimos. Necesito que te apartes de ese escudo de legionario, te olvides de las normas y me trates con la ansiosa pasión que conozco de tu boca. Deseo que vuelvas a sonreírme dejándome sin aire.


Marius, no te quiero perder.  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt