Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 29 de septiembre de 2015

Te amé

Louis acierta en muchas cosas, sobre todo cuando se trata de Claudia.

Lestat de Lioncourt


La primera vez que te tomé entre mis brazos sentí por ti un amor inmenso. Diminuta, de mejillas cálidas y ojos brillantes cargados de inocencia. Un amor que se convirtió en peligroso y terrible, pues te amé tanto que decidí caer en el mayor de mis pecados. Bebí de ti. Sacié mi sed contigo, pues el dolor era terrible y la necesidad era imposible de callar. En mi mente las palabras de Lestat repicaban como las campanas de las iglesias llamando a misa. Te estrechaba con cariño, pero también con una fuerza increíble.

Él apareció. Me vio cometer aquel vulgar crimen lleno de desesperación y ansias. Se burló de mí, rió hasta casi caer al suelo y me recordó que yo era un asesino, igual que él. Detestaba que me comparara con su maldito encanto a la hora de embaucar a pobres diablos, provocándoles la muerte más terrible y tortuosa. Se deleitaba conquistando, matando y arrojando los cadáveres en el puerto, pantano o callejón oscuro más cercano.

Entonces él cometió un acto más horrible. Ni siquiera él sabe aún, hija mía, el motivo principal a escoger. Fue por capricho, necesidad, amor y compasión. Capricho porque sabía que estaba prohibido y quería romper las reglas que le impuso Marius, de las cuales nunca supimos. Necesidad porque él deseaba retenerme y tú eras el mejor ancla que había encontrado. Amor, pues estoy seguro que te amó nada más verte. Compasión porque todo huérfano de amor se compadece de otro.

Y ahora te he vuelto a ver. Te he contemplado como si fueras un sueño. He podido ver de nuevo tus rizos dorados y tu rostro infantil. No me has llamado como siempre, sino como realmente deseaste hacerlo desde hace mucho. Me desprecias. El odio que hay en tu alma es tan profundo que me provoca vértigo.


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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt