Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 29 de noviembre de 2015

Diciembre

Daniel Molloy nos da un consejo que deberíamos seguir todos.

Lestat de Lioncourt 


El ser humano ha perdido con el paso del tiempo la razón y se ha hundido en la estupidez. Muchos desean tener ciertos privilegios, pero son incapaces de ver más allá de sus narices. Se dejan arrastrar por los pensamientos que otros fabrican para ellos. Dentro de unos meses tendremos la Navidad en nuestras puertas, ventanas y supuestamente en nuestros corazones. Hablaremos de paz, prosperidad y hermandad. Lo haremos mientras en diversas partes del mundo las bombas hacen chillar a las ambulancias, llorar a madres y provocar desastres terribles en la población inocente. Se hablará de amor, pero éste tendrá cosido tras la espalda un precio. Se cantarán canciones sobre el nacimiento de un niño, el cual debió traer la bondad a éste mundo, y actualmente la bondad no existe en la mayoría de los corazones.

La Navidad realmente es un invento tomado de varias culturas, muchas de ellas desaparecidas casi por completo. El adornar los árboles, los regalos, el celebrar el final del año, cantar alrededor del fuego o las fechas tomadas para tales celebraciones. En la antigüedad lo importante no eran los regalos, ni las comidas opíparas, sino reunirse entorno a la familia y orar. Sin embargo, la religión quedó atrás.

Realmente podríamos, o deberíamos, celebrar todos éstas fechas a diario. No como se celebran actualmente, no usando la religión para hablar de comprensión y demostrar un poco de caridad. No, pues sería absurdo. Hablo de reunirse entorno a una mesa con la familia, los amigos o personas que todavía no son nada más que extraños amables. Deberíamos escucharnos, tanto por nuestros sueños como pobrezas internas, para intentar solucionar, o remediar, nuestros problemas. Se deben apartar las diferencias más comunes, olvidar por completo la religión y la cultura, para unirnos en lo básico.


Éstas fechas, señaladas para muchos, deberían de ser marcadas para todos y cada uno de nosotros. Destierren la idea de la navidad, olviden por completo los regalos caros, e intenten amar sin discriminar, observar más allá de los rasgos y el idioma. Hay que derrumbar fronteras, no crearlas. Las bombas deberían dejar de soñar pronto en éste mundo para que se escuchen palabras, las cuales sean más contundentes y animen a otros a unirse.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt