Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 10 de abril de 2016

Manipulación

El periodismo ha cambiado poco a poco y ya está demasiado manchado según Daniel Molloy.

Lestat de Lioncourt

Este mundo es demasiado grande para negar que existen criaturas que desconocemos. Hace algunos meses se descubrieron los huesos de un animal extinto que coexistió con los primeros seres humanos y que tenía características similares a lo que hoy en día conocemos como unicornios. No eran caballos con cuernos, sino una especie de rinoceronte. Ya se conocía a este animal pero se creía que nunca habitó este mundo junto con los intelectuales que están acabando poco a poco, y sin piedad, con ellos mismos y el resto de habitantes. Los vampiros somos otra raza más a este amplio abanico de posibilidades aunque la mayoría cree que sólo somos leyendas. Las leyendas pueden estar basadas en verdades sobre todo cuando se propagan en distintos pueblos a lo largo y ancho de este mundo, incluso en las mismas fechas en lugares separados por mares y océanos.

El ser humano se cree único en su especie y el ser más inteligente. Siempre ha creído que el rey de la selva es el león y ellos son los reyes de la cadena evolutiva. Jamás se han planteado que igual que el león tienen enemigos y que pueden acabar derrocados. Están acabando con grandes hectáreas de bosque convirtiéndolos en tierras desérticas y a su vez conociendo a indígenas que no solían tener contacto con otras culturas. Las maravillas de la historia son arrancadas de sus lugares de origen para dejarlas en museos a miles de kilómetros y es algo que sucede desde la época de la fiebre de las momias, las cuales incluso fueron destruidas en juegos de azar en casas de burgueses que amaban desenvolverlas para encontrar sus objetos mortuorios ocultos entre sus vendas.

El hombre ha dejado siempre el mundo destruido a su paso como si fueran millones de Atilas correteando impunes. El nativo americano Sealth, jefe de una tribu, ya predijo que el hombre “blanco” destruiría todo a su paso por poder, ambiciones y dinero. Porque el dinero es lo que mueve a esta sociedad llena de mentiras, odio y deseos sucios que nos llevan a ser egoístas y despreciables. Los ríos ya no transportan vida, sino muerte en forma de vertidos porque las fábricas no invierten en los protocolos necesarios ni siquiera pensando en las grandes sanciones que pueden caerles, pues conocen a personas que pueden ayudarles a disuadirlas con facilidad. Los bosques ya no son tan maravillosos y muchos de ellos terminan calcinados para ser usados como terreno perfecto para construir millones de pisos que luego no se habitan, que ni siquiera poseen buenos materiales, porque quieren llenarse a toda costa los bolsillos esos esos políticos que deberían mirar por el pueblo. Los mares están siendo explotados sin impunidad por redes de pesca prohibidas. Las ballenas siguen siendo atacadas, las focas asesinadas por sus pieles y los corales arrancados para usarlos en la joyería. Arrasan con todo por unas monedas que luego no les alimentarán cuando no quede nada. Explotan a otros seres humanos sin importarles nada. Dueños de empresas como Zara son aclamados por sus grandes fortunas, pero en la India mueren en sus fábricas cientos de personas hacinadas como si fueran algo peor que cerdos de engorde.

Por eso cuando camino entre humanos en las ciudades abarrotadas, llenas de luces de neón que impiden ver las estrellas, no tengo piedad. Yo nunca he dudado a la hora de matar. El pequeño sorbo no me interesa. Es cierto que a veces lo hago por comodidad, pero no es algo que me guste hacer. No disfruto de ello porque no logro hacer desaparecer a un idiota que respira demasiado. Diréis que soy un asesino, que no tengo piedad, pero hay exceso de humanos como lo hubo de vampiros. Aunque yo más bien diría que hay exceso de idiotas.

Miles de personas se asoman a la red de redes. La mayoría no consume contenido inteligente, sino que se deja llevar por las mentiras que se acumulan en cada línea editorial de periódicos a los que acuden las grandes masas. En países como Francia se están levantando al fin contra el gobierno por unas reformas en laborales preciarias, pero no tan precarias como en España y allí la gente sólo se levanta para manifestarse en contra de la expulsión de un concursante de Gran Hermano. Los papeles de Panamá están siendo la comidilla de miles de personas en todo el mundo, en muchos países han existido manifestaciones porque la corrupción les ha salpicado, pero en España están más pendientes de Venezuela que lo que ocurren entre sus altos cargos institucionales y el presidente del Real Madrid que está más que salpicado por esos documentos. En Estados Unidos la población aplauden a un individuo racista, machista y vacío de cualquier ética. Un hombre sin moral, sin escrúpulos, que sólo vomita odio. Un ser que es peor que Bush padre e hijo juntos. Alguien que se cree superior y americano al cien por cien, pero que en realidad es descendiente de un colono que emigró a Estados Unidos y contribuyó a la destrucción de los pueblos autóctonos del Norte de América. Cuando escucho su elegante y vomitivo discurso sobre América me pregunto si alguna vez se ha dado cuenta que América no es sólo Estados Unidos, que los americanos son los nativos americanos ya sean del norte, centro o sur. Y todo esto ocurre frente a nuestros ojos, es difundido por las redes sociales y muchos se niegan a creerlo. Hay quienes simplemente se mofan sin siquiera mover un dedo porque creen que no es importante, ya que lo realmente importante son sus discusiones sobre doblaje de una película o el argumento de una serie de televisión.

Soy periodista. Aún me creo un periodista. He vivido durante muchos años alejado de mi profesión y de la realidad por miedo. Las pesadillas eran frecuentes y no podía descansar con tranquilidad. La sangre me volvió loco y perdí completamente los estribos. La paciencia de Marius y la tranquilidad de su vida algo ermitaña logró que yo volviese a sentir paz en mi alma, calma en mi mente y pudiera de nuevo acercarme a un ordenador descubriendo que Internet ya lo era todo. Suelo escuchar la radio de Benji, el compañero de quien fue mi creador, retransmitiendo noticias de todo el mundo que afectan a humanos y vampiros. En ocasiones habla de espíritus que se han presentado ante vampiros y que fueron parte de nosotros. También habla de política que afecta a las empresas que poseemos, pero también al mundo en el que vivimos que está lleno de mentiras por negocios.

Las guerras que ahora se están haciendo es para aumentar el flujo de dinero en las empresas armamentísticas que estaban viéndose algunas en la ruina, pero que desde hace cinco años están creciendo en beneficios y también en trabajadores. Las petroleras también están aumentando sus beneficios y los Bancos jamás tuvieron pérdidas. La crisis fue un invento para manipular a la población, robarles sus trabajos, arrodillarlos frente a condiciones infrahumanas, echar a miles a la calle para que duerman a la intemperie junto a sus hijos o hermanos, llevar a la quiebra a pequeñas y medianas empresas que torpedeaban los beneficios de las grandes y generar miedo ante guerras de alimento y desabastecimiento. En muchos países se les prohíbe la entrada a ciertos alimentos para que la población se lancen contra el gobierno, en otros se tiran los alimentos porque no pagan nada en el mercado por ellos porque hay exceso de productos, y en miles de puestos de trabajo se reduce personal y se explota al que todavía está trabajando bajo cuerda.

El capitalismo no genera riquezas, la genera quien trabaja y el trabajador jamás será clase media cercana a alta sino clase baja esperando no caer en la miseria. Pero todo esto no se cuenta en los grandes medios. Sólo se difama a los políticos que intentan hacer algo distinto, se oculta la verdad sobre los verdaderos asesinos en masa y se les da publicidad a sus empresas. Como periodista siento asco y como vampiro siento rechazo.

Marius siempre dijo que hay que cazar al malvado ¿y no son todos los hombres ligeramente malos? Pocos son los que aún tienen buen corazón y poseen nobleza en sus actos. El peor animal en este mundo es el propio hombre y por eso yo no cazo ratas en la alcantarillas como hacía Louis, yo voy directamente a la salida de las grandes empresas y los actos de “caridad” donde estas ratas humanas, con elegantes trajes pagados por el sufrimiento de sus empleados o de gente que ni siquiera conoce, se reúne para llorar por un medio ambiente que ellos mismos destruyen. Estas son las presas que más nos agradan. Lestat caza asesinos y mafiosos, también vampiros que matan inocentes. Otros muchos cazamos entre la muchedumbre a idiotas, ricachones e hipócritas.


Peter Parker lucha contra el crimen con sus telas de araña y yo lucho con mis colmillos. Él es un personaje de cómic, un héroe y casi un dios para muchos niños. Yo soy un vampiro que para muchos sólo es un personaje de una saga de libros o una voz en la radio cuando intervengo, que no es un héroe pero que tampoco es un villano. Ambos somos una clase de periodistas que son leyendas, mitología, porque la mayoría de periodistas están a favor de empresas que os manipulan y os venden falsa tranquilidad o falsas crisis. Sólo espero que mis palabras os ayuden a ser más críticos una vez abran el periódico, enciendan su ordenador o busquen una aplicación de una editorial en vuestros teléfonos inteligentes que a veces lo son más que sus propios usuarios.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt