Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

viernes, 14 de octubre de 2016

Cine

 Entretanto conseguía mi cuerpo decidí relajarme unas horas en un cine. Es algo que no he contado, la verdad. Fui a una de esas sesiones de tarde, casi al filo de la noche, para disfrutar de una de tantas películas. Por primera vez compré refrescos, palomitas y un sinfín de porquerías llamadas golosinas. Incluso compré uno de esos afamados perritos calientes con mostaza, kechup y cebolla. Conseguí varios boletos para disfrutar de diferentes sesiones y me atrincheré en una de las salas. Quería saber qué se siente siendo un humano, pudiendo reír y llorar sin límites.

Opté por Rocky V. Había visto las anteriores y deseaba algo de acción. La sala rápidamente se llenó aunque llevaba algún tiempo en cartelería. Antes, en los noventa, uno podía ver películas en los cines durante meses. La sociedad amaba ir al cine en vez de esperar años a que saliera en VHS o en televisión en esos canales de pago que empezaban a difundirse, como si fuese una droga, por cada casa con cierto nivel económico. Me senté en la butaca y disfruté de cada frase, más que de cada puño. Admito que en ocasiones olvidé que tenía que comer, pese a que era una necesidad fisiológica que tenía mi nuevo cuerpo.

Noté como algunos se incorporaron en la escena final aplaudiendo emocionados, algunos hombres se aferraban al brazo de sus novias y estas sonreían fascinadas. No era sólo una película de boxeo, era algo más. Era una historia que emocionaba. Muchos creen que es más difícil hacer reír que llorar, pero el nivel emocional de un actor y su forma de transmitir no se basa en chistes vacíos e insignificantes que pronto se olvidarán. No, no hablo de los grandes comediantes que sienten el peso de sus oscuras y vacías vidas, sino de actores que deciden dar un vuelco a sus carreras y no sólo hacer sonreír sino también llorar.

Después acudí raudo a otra sala, pese a que sólo me quedaban algunos caramelos. Mi nueva película era Cyrano de Bergerac dirigida por Jean-Paul Rappeneau. La vi en idioma original con subtítulos, si bien no me hacía falta. Yo soy francés. Disfruté con cada palabra, con los escenarios y recordé cuántas veces lo había visto en teatro. Me emocioné como un niño con algunas escenas románticas pese a que dicen que estas sólo atraen a las mujeres, otra fanfarronada que suelen soltar aquellos que creen que conocen el cine y sólo saben su nombre, a lo sumo.

Por último fui a una de esas películas que no pasaban a ser reconocidas por el gran público. Me senté en una sala vacía. El chico de la taquilla me avisó que a muchos les decepcionó o simplemente optó por otras joyas de la parrilla. Pero yo compré mi entrada para Nightbreed. Es curioso. Me llamó muchísimo la atención. Quedé pegado en la silla con las piernas bien abiertas y un cubo de palomitas nuevo. Ahora lo consideran de culto, e incluso hay muchas referencias en series de televisión de todo tipo. Son razas mutantes que viven en las alcantarillas y que han decidido salir a la superficie. Sonreí pensando que los vampiros también vivíamos aislados, pero luego me entristecí al recordar que había perdido mi cuerpo. No podía perder más el tiempo. Tenía que buscar a Louis. Él tenía que hacer algo. Debía ayudarme.


Admito que fue una de las noches más placenteras, la única que como humano comprendí muchas emociones. Cuando salí del cine ya había anochecido y tuve miedo. Tenía miedo. Miedo a morir siendo atracado o usado como una bolsa de sangre para saciar la sed de algún noctámbulo. Estaba arrepentido, pero a la vez satisfecho. Entendí las palabras de Louis cuando dijo que yo jamás había sido humano, que era un monstruo desde mi nacimiento porque superaba cualquier dificultad. En esos momentos lo vi claro. Suspiré pesadamente, me subí las solapas de mi gabán y me dirigí al lugar donde me hospedaba. Mojo me esperaba.


Lestat de Lioncourt


OOC: 

Hace unas horas he tenido que soportar que me digan que un Mister Olympia alias "Chuache" es superior porque tiene 7 Mr. Olympia. Es como decir que me gustan más los calcetines de invierno que comer chocolate. No tiene nada que ver. Ha tirado a Clint, Stallone, De Niro y otros grandes actores a la basura. Según él sabe mucho de cine. ¿Sabe lo que he hecho? Decirle que tiene razón, se ha puesto fanfarrón y le he respondido que es "Porque no me gusta discutir cosas absurdas y prefiero darle la razón a tener que escucharlo". Ha repetido que no, que eso no es cierto.

En fin... 

Revisando los libros de las Crónicas recordé cuánto le gusta a Lestat las películas y libros de acción, como el teatro clásico. También recordé que Anne Rice es fanática de la ciencia ficción. Pensé que sentar a Lestat en un cine, siendo humano, sería una buena idea y más que ahora tenía esa discusión fresca.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt