Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 8 de octubre de 2016

Locura

Este texto es de Daniel antes de ser vampiro.

Lestat de Lioncourt 


No recuerdo bien qué hora era cuando desperté. Posiblemente era bastante tarde. Oía movimientos por la cocina. Él estaba causando nuevamente algunos estragos, aunque yo solía fingir que lo estaba escuchando mientras maldecía mi mala estrella. Mis ojos claros, tan azules como tristes, miraban el techo con aquella vista borrosa rezando porque no hubiese decidido que probara sus asquerosos mejunjes. Tenía fiebre, el cabello revuelto sobre mi cara, y me sentía sofocado pese a que ya era prácticamente octubre.

Acabé incorporándome en la cama y recordé que estaba en una habitación de uno de sus hoteles de lujo. No era mi apartamento, no era un motel barato. Había regresado de nuevo, como un perro entrenado, hasta su puerta y tocado con los nudillos adoloridos por alguna pelea. Era un alcoholico con la cabeza perdida, adicto a la nicotina y a los juegos de azar. Hacía tiempo que yo no era el chico modélico que una vez fui en la universidad, el intrépido reportero de los bajos fondos o simplemente un ciudadano de bien.

Caminé arrastrando mis pies hasta el lugar de los ruidos, una pequeña cocina que incorporaba la habitación, y lo hallé vestido de blanco y manchado, de pies a cabeza, con la sangre de una víctima. Estaba allí, igual que un cirujano en una mesa de operaciones, desmembrando a un pobre diablo. De inmediato, y sin poder evitarlo, me giré sobre mí mismo y comencé a vomitar.

—¡Daniel!—gritó aquel pequeño monstruo—. ¡No es lo que parece!

—¡Y qué es!—respondí pegándome a la pared absolutamente asustado. Mi boca sabía agria, mis manos temblaban y mis ojos apenas distinguían los borrones de su cara.

—¡Espera, amor!—dijo correteando por la habitación para regresar y colocarme las gafas. Esas manos manchadas de sangre, de muerte indigna, me tocaron y yo creí que iba a vomitar de nuevo—. Intentaba matarte mientras dormías... le he torturado porque me pareció apropiado...

—¡Apropiado!—grité exaltado.

—Querían matar a la persona que amo...

—Tú no amas, pequeño monstruo—dije empujándolo porque no lo quería cerca.


Me arrepiento. Realmente me habían intentado matar, como en diversos callejones. No obstante, yo sufría de alucinaciones y problemas de insomnio debido a las pesadillas que se iban acumulando día tras día, noche tras noche. No debí tratarlo de esa forma, ni ser tan injusto. Hoy día lo veo con claridad. Fui un auténtico desastre.  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt