Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 16 de marzo de 2017

Tecnología

Todo el mundo tiene ahora contacto por medio de las grandes redes sociales, donde se hace más vida que en las cafeterías más coquetas o en los bancos de los parques más perfumados ahora que llega al fin la primavera. Se contactan a veces únicamente por gustos afines, curiosidad o porque luchan por la misma causa. Personas que sin conocerse, sin haberse visto jamás cara a cara, unen sus caminos y hacen fuertes vínculos. Habrá terribles mentirosos, no digo que no, pero también se alcanza un nivel de empatía terrible cuando ocurren desgracias insólitas en diversos países. La ayuda llega rápido y el apoyo es unánime.

Ni la radio, ni la televisión o la prensa escrita fue tan rápida para unir voces y proclamar de algún modo la sensación, el miedo o la angustia en diversos momentos de la vida. Benjamín sabía que la radio era importante, pero no cualquier radio. Decidió que fuese por Internet. Las radios en este medio siguen ganando adeptos y buscando, de alguna que otra forma, música gratuita y de su agrado. Además, todavía hay programas donde se cuentan miserias, aventuras extrañas, sucesos que no suelen salir en los periódicos y apoyo moral en situaciones complicadas.

Para mí es difícil. He usado la máquina de escribir desde su invención y creí que era una auténtica revolución. Yo, un pueblerino, que apenas supe leer y escribir cuando me transformaron en lo que soy, en el oscuro e insaciable, fue el principio de una era. La imprenta, la máquina de escribir, el telégrafo, la radio, el fax y otros medios me dejaron atónito. Sobre todo Internet. Los ordenadores ya me parecían una auténtica locura, pero aún más que una simple carta de papel, de esas que a veces tardaban meses en llegar a su destino, se podían enviar en un soporte digital en apenas segundos... ¡Fue increíble!

Hay vampiros que se adaptaron rápido porque era constante y muy habitual verlos cartearse con su descendencia. Si bien, para mi desgracia, yo había dejado atrás cualquier rastro de mi sangre o genética y la única que la poseía era mi madre. Todos conocen ya a mi madre. Ella viene y va. Es un espíritu libre. Ni siquiera utiliza el teléfono que es algo muy práctico. Algo que incluso llamó poderosamente la atención a Armand. Él fue quien más se sorprendió de un objeto tan útil al que no dio uso hasta entrado los ochenta.

Quisiera decir que el teléfono móvil me resulta muy útil, pero sería mentira. Igual que el correo electrónico. Quizá soy un soñador y busco la referencia al contacto humano. Me horroriza las cadenas de supermercado que ya no tienen cajeros, sino máquinas que van marcando el precio de tu compra. Sí, les doy uso. Uso los supermercados como cualquier mortal. ¿Acaso no puedo usar champú u otros productos cualquiera? Paseo por sus iluminados pasillos donde mi cabello parece más extraño y veo a todos con la cabeza agachada en el móvil. No interactúan unos con otros. Ni siquiera se dan cuenta que sus carritos chocan. Los niños también parecen absortos en la tecnología.

No creo que esté mal el auge tecnológico pero todo queda obsoleto prácticamente desde que sale de la tienda. Os han vuelto tan consumistas, tan poco comunicativos con vuestro alrededor y habéis ofrecido datos a cambio de nada. Tener amigos en la otra punta del mundo es divertido, pero no podemos olvidar a los que están cerca. Hablar con parientes de diversos países es algo alucinante, sobre todo cuando tienen que marcharse porque la situación económica lo exige, si bien no debemos olvidar besar a nuestros parientes más cercanos, aquellos que se sientan a nuestro lado en el sofá.

Hoy contemplo a mi hijo y a Rose tomados de la mano, jugando con sus dedos, mientras admiran las estrellas en este paraje perdido en Francia. Auvernia sigue siendo un pueblo casi sin luces y por eso el cielo puede mostrarse tan agreste. Me pregunto cuántos jóvenes por jugar a aplicaciones móviles, que ya no para conservar con buenos amigos o familiares, se pierden cosas así.


Amo la tecnología, la veo como una gran aliada y una puerta interesante; pero también la miro con suspicacia de un hombre de otra época.


Lestat de Lioncourt   

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt