Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 3 de septiembre de 2017

Soy Amel

Amel me hizo escribir esto... ¡Ags! 

Lestat de Lioncourt 

¿Por qué? ¿Por qué él? ¿Por qué no otro? Eso es lo que muchos se preguntan. ¿Por qué lo elegí? ¿Por qué? ¿Por qué decidí llamarlo “Belleza” cuando honestamente todos son hermosos, magníficos, apasionados, sabios y libres? ¿Por qué él? ¿Por qué el más rebelde, el intransigente, aquel que lucha incansablemente y sonríe entre llantos? Tal vez por eso, tal vez por todo. Por su físico, por su alma, por su pasado y por el presente. ¡Ah! El presente. Él y yo unidos, unidos como hermanos que comparten un mismo destino y se aferran el uno al otro para superarlo. ¿Por qué no? ¿Por qué sí? ¿Por qué? ¡Por qué! 

Mi nombre es Amel, pero he tenido otros. No soy un espíritu. Yo sé lo que es el dolor. Yo sé lo que es el amor. Yo sé lo que es la vida. Mi nombre ha sido escrito centenares de veces en libros que han sido distribuidos por aquí y por allí. Soy la razón de ser de La Talamasca, la de los vampiros y la de muchos fantasmas que danzan alrededor de la luz que Lestat irradia. 

Príncipe lo llaman. Lo llaman Príncipe. Lo han hecho gobernador de todos porque yo lo elegí. Pero no fue al azar. No fue porque así lo decidiese de un momento a otro. No fue por eso. Fue por mucho. Muchas cosas. Demasiadas cosas. Mírame, estoy escribiendo con su zurda. Aunque también podría hacerlo con su diestra. 

Soy Amel. Soy el Germen Sagrado, soy el espíritu de las hechiceras pelirrojas Maharet y Mekare, soy el hilo que os ata unos a otros, soy la propagación de un virus que os da vida, soy belleza y horror. Animé a Akasha tras su supuesta muerte, pero no estaba muerta. Ningún vampiro muere en realidad. Fareed logró que Lestat engendrara, así que por eso son no-muertos. 

Príncipe, Príncipe, Príncipe... ¡Príncipe Lestat! Amo como suena eso. Yo sé que le irrita y lo ama a la vez. ¡Oh, mi matalobos! ¡El Matalobos de Magnus! ¡Oh, Leilo del teatro! ¡Lestat el travieso, el digno, el muchacho con donosura y el hijo pequeño del Marqués de Auvernia! ¡Príncipe travieso! ¡Mocoso del demonio de Marius! ¡El vampiro de las Crónicas Vampíricas que ha revolucionado el mundo de las Tinieblas! ¡Padre de las mentiras de Claudia! ¡Amante de Louis! ¡Oh, sí! ¡Su Louis! ¡Enemigo y amigo de locos y bohemios! ¡La condena de Nicolas! ¡La virtud de Gabrielle! ¡Belleza, belleza, belleza, belleza...!

¿Por qué él? ¿Por qué no Marius? ¡Por amor! ¡Por su pasión! ¡Por todo lo que representa! Lestat es todo lo que deseo y él desea saber, yo deseo sentir y ambos podemos hacerlo juntos. 

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt